Gambia celebra el 22 de julio “El día de la Libertad” o “el día que se enterró la democracia”

21/07/2010 | Crónicas y reportajes

El presidente de Gambia, Yayha Jammeh celebrará el día 22 de julio 16 años en el poder, desde que llegó a él mediante un golpe de estado militar, mientras los críticos le acusan de detener a sus antiguos aliados como señal de su cada vez mayor paranoia.

La fiesta más grande del país se celebra tan sólo una semana después de que ocho altos cargos, entre los que se incluyen el ex jefe de la policía y el ex jefe de inteligencia, han sido condenados a pena de muerte, por supuestamente intentar dar un golpe de estado en 2009.

Mientras tanto el ex jefe de la policía y el ex jefe de la agencia anti drogas, están siendo juzgados por su supuesta implicación en el tráfico de drogas.

Las celebraciones de un llamativo “Día de la Libertad” son consideradas como una patada en la boca para muchos gambianos, que según los observadores viven atemorizados por el puño de hierro de Jammeh. “Se ha vuelto paranoico, el presidente Jammeh ve golpes por todas partes”, dice un grupo de defensa de los derechos humanos, con sede en Dakar, Raddho, en un comunicado.

“Desde que llegó al poder se han identificado más de 200 intentos de golpe de estado… en un país donde reina la intimidación y el terror, que no dejan espacio para los actores políticos ni de la sociedad civil.”
Jammeh se hizo con el poder en un golpe de estado no sangriento en 1994, y después fue elegido como presidente tres veces. Se va a presentar para una cuarta legislatura en 2011.

En un discurso pronunciado en el oeste del país, después de haber hecho una gira por el país, el domingo, Jammeh dijo “Tanto si os gusta como si no, ningún golpe de estado terminará con mi gobierno, ni tampoco ningunas elecciones lo harán. Por la gracia de Dios, yo gobernaré este país hasta que yo quiera y elija a alguien que me reemplace”.

El líder de 45 años no hace caso a las condenas regulares de los organismos de derechos humanos y la comunidad internacional, y recientemente ha expulsado a dos funcionarios de la ONU del país.
En septiembre de 2009, amenazó con matar a los que intentasen “desestabilizar” el país trabajando con los “que se hacen llamar los defensores de los derechos humanos”.

Raddhjo afirma que las sentencias de muerte firmadas la semana pasada, son “la punta del iceberg” para un régimen acusado de oprimir a la prensa, de arrestos ilegales, de ejecuciones sumarias, de caza de brujas y otros abusos.

A pesar de las críticas, a Jammeh se le atribuye el haber introducido el desarrollo en el país, carreteras y escuelas.

El día 19 de julio, inauguró un hotel de 5 estrellas, que ha costado 41 millones de dólares, en Banjul, la capital, y un puente que ha costado 5.5 millones de dólares, que conecta la parte central del país con el sur.
El día 21, Jammeh pondrá la primera piedra de un edificio parlamentario que costará 10 millones de dólares.

Jammeh ha construido una deslumbrante avenida nueva en Banjul para las celebraciones del día 22 de julio, que un activista senegalés que habla en condiciones de anonimato, ha definido como “el día que se enterró la democracia” en Gambia, añadiendo que los últimos arrestos, juicios y constantes reorganizaciones del gabinete de ministros, además de los también constantes cambios del jefe de estado mayor “son una muestra de la naturaleza despótica de Jammeh”. “Hay que comprender que el presidente es una persona muy intolerante”.

(IOL, 21-07-10)

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