Galardonados por amor al español en Senegal, por José Naranjo

11/09/2019 | Bitácora africana

cervantes_dakar.pngEl Gobierno premia a tres de los profesores que más han contribuido al crecimiento de la lengua de Cervantes en el país africano

s difícil, muy difícil, poner el pie apenas unas horas en Senegal y no encontrarte con alguien que es capaz de decir un par de frases en un correctísimo español, seguidas de una sonrisa. “Lo estudié en el instituto”, asegura casi siempre el interpelado. Y es que la enseñanza de la lengua de Cervantes goza de una excelente salud en este país africano. Ya estaba presente desde hace décadas, pero su crecimiento es exponencial. No sólo ha logrado ponerse en cabeza de los idiomas elegidos por los alumnos de Secundaria, donde es asignatura optativa y el último año lo cursaron nada menos que 250.000 jóvenes instruidos por unos 2.000 profesores, sino que en las universidades se abre camino con unos 8.000 estudiantes.

El esfuerzo que subyace detrás de estas cifras es enorme. Es una historia de auténtico amor hacia un idioma y una cultura protagonizado por una legión de enseñantes que, casi siempre con escasos recursos e ingresos limitados, se dejan la piel por dar lo mejor de sí mismos en las aulas de este país, desde Matam hasta Ziguinchor, de Kedougou a Saint Louis. Por ello, el Gobierno de España ha decidido conceder la Cruz de la Orden de Isabel la Católica, en un acto que tendrá lugar el próximo lunes, a tres de los generales de este ejército, los tres profesores vivos que más han contribuido a convertir el español en la lengua de los sueños de varias generaciones de jóvenes de este país.

“Una anomalía”. Así define el profesor Ndiogou Faye (Saint Louis, 1948), uno de los condecorados, el crecimiento del español en Senegal. “¿Cómo se explica en una nación que no tiene ninguna relación histórica ni proximidad geográfica con España y que linda con países de habla árabe, portuguesa e inglesa?, ¿cómo explicar este interés por una lengua sin lazo directo?”, se pregunta. Él mismo apunta una respuesta, que es polifónica y va desde la influencia de la música cubana en los primeros años de las independencias hasta la preponderancia del fútbol español en la actualidad, pasando, claro está, por el crecimiento de la emigración hacia España en las dos últimas décadas.

“Pero esto no puede explicarlo todo”, añade Faye, presidente de la Asociación de Profesores de Español de Senegal desde 1978, formador de cientos de enseñantes en Dakar, inspector nacional de esta lengua en el Ministerio de Educación desde 1981 y, por tanto, máximo responsable de la didáctica del idioma en el país. “Si más de la mitad de los alumnos prefiere el español, la razón radica en un profesorado comprometido, dinámico, entusiasta y bien formado que suscita el interés y aviva la pasión de los alumnos y estudiantes”, explicaba durante su intervención en el VIII Congreso Internacional de Lengua Española celebrado en Córdoba (Argentina) el pasado mes de marzo.

“Posiblemente el principal hispanista vivo de nacionalidad senegalesa cuya trayectoria profesional se ha desarrollado en Senegal, una figura clave de la enseñanza del español en este país”. Así lo define el embajador de España, Alberto Virella, cuyo empeño está detrás de la concesión de estas condecoraciones. “Para mí es un supremo honor”, asegura Faye, “algo inesperado que nunca formó parte de mis sueños más fantásticos y un símbolo del interés de España por la labor de los docentes nativos, un paso muy importante en la valoración de la enseñanza de esta lengua ya que permite mostrar a los profesores que su labor es reconocida por la madre patria y sus autoridades”.

Junto a Faye, el Gobierno ha decidido premiar a Antoinette Badji Biaye (Ziguinchor, 1956) por cuyas manos han pasado varias generaciones de profesores a quienes ha formado en diversos institutos entre 1982 y 1992 y, desde entonces, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Dakar (Fastef-UCAD) donde imparte Metodología de la Enseñanza del Español en el primer ciclo, entre otras materias. “Me ilusiona muchísimo”, asegura con su habitual humildad la Gran Mamá de tantos y tantos maestros, “esta prestigiosa condecoración inscribe nuestra integración en la augusta comunidad de la Hispanidad”.

A juicio de Badji, este idioma es valorado y respetado en Senegal desde hace muchísimo tiempo. “Para la gente de mi generación, el interés y el entusiasmo que tenemos por esta lengua nos vienen de algo universal, algo que enlaza los corazones, la música afrocubana que nuestros padres cantaban de la que de niñas y luego siendo adolescentes nos empapamos, canturreábamos las rimas, las sonoridades españolas y también bailábamos. Al llegar al colegio casi todos y todas escogimos el español como segunda lengua viva; entonces fue cuando descubrimos el significado de las palabras que cantábamos”, explica.

En la actualidad, esas influencias vienen marcadas por “las telenovelas que abundan en nuestras cadenas locales, la cooperación en temas comerciales, la emigración o la presencia de turistas españoles en nuestro país”. Sin embargo, al igual que Faye, asegura que uno de los principales desafíos tiene que ver con las condiciones en que muchos profesores tienen que desarrollar su actividad. “Resulta difícil dar clases en aulas repletas hasta con más de 70 alumnos o desarrollar las actividades con un horario insuficiente. Muchos profesores usan fotocopias porque carecen de material didáctico o de un manual adaptado, dedican dos horas a copiar el texto en la pizarra por falta de recursos o recorren kilómetros para tener una conexión a internet”, comenta Badji.

Junto a ellos se encuentra el profesor Ndioro Sow (Saint Louis, 1957), el gran hispanista de la Universidad Gaston Berger (UGB) de su ciudad natal y el artífice de la cooperación entre esa universidad y España. Cuando la Agencia Española de Cooperación suspendió su programa de lectorados en 2013 a consecuencia de la crisis, Sow se las agenció para buscar y contratar profesores procedentes de Canarias, la comunidad autónoma más próxima y quizás con más vínculos con este país africano, que comenzaron a trabajar en la UGB. Allí fundó el Departamento de Español, uno de los más dinámicos de todo el país.

“Nunca trabajé pensando que me iban a dar un premio. Mis acciones siempre estuvieron motivadas por convicciones propias y profundas al servicio de la comunidad hispánica, alumnos y profesionales. Creo que es un reconocimiento de estos esfuerzos desinteresados”, asegura Sow respecto a la Cruz de la Orden de Isabel la Católica que recibirá este lunes. Coincide con sus colegas en el creciente interés por la lengua que existe en Senegal y pone el acento en la creación hace una década del Aula Cervantes, con sede en Dakar y que ha hecho un trabajo notable con escasos recursos como destacan los condecorados, así como en el desarrollo de numerosas acciones de cooperación.

A su juicio, sin embargo, “hace falta más esfuerzo de todas las partes”. Explica Sow que “hay muchos profesores formados, pero todavía son insuficientes. Un ejemplo, ahora mismo hay puestos vacantes de docencia en las universidades sin candidaturas respectivas. Otro reto, muy importante, es la creación de manuales formativos adaptados a nuestro ambiente senegalés. Los colegas marfileños han hecho esfuerzos al respecto”. El Consejo de Ministros ya aprobó la creación de una sede del Instituto Cervantes en Dakar, que sería la primera de toda África subsahariana, pero su implantación, prevista para este año, sigue sin materializarse.

Así lo planteaba el profesor Faye al final de su intervención en el Congreso de Lengua Española de Córdoba: “África es un continente con un futuro interesante y con muchas oportunidades de inversión. La lengua española puede servir de medio de penetración para las empresas de los países hispanohablantes ya que dispondrán de interlocutores, mediadores e intérpretes locales que buscan otras salidas que ser profesor de español. Es tiempo de imaginar nuevas formas de cooperación con los hispanistas africanos para que se sientan miembros de la comunidad hispánica mundial y dejen de considerarse como marginados o huérfanos. Para ello, es necesario e imprescindible la apertura de verdaderos Institutos Cervantes en África subsahariana. Mientras tanto, nuestro orgullo de pertenecer a la comunidad hispánica sigue inquebrantable. Para parafrasear a José Martí, podemos escribir que nosotros, los africanos subsaharianos de lengua española, seguimos cultivando una rosa blanca, en junio como en enero, para los amigos sinceros hispanohablantes, que nos dan sus manos francas”.

Original: Blogs de El País – África no es un país

Autor

  • José Naranjo Noble nació en Telde (Gran Canaria) el 23 de noviembre de 1971. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 1994, ha seguido profesionalmente el fenómeno de la inmigración africana hacia Canarias, tanto desde la óptica de las Islas como desde los países de origen y tránsito de los irregulares. Así, para elaborar sus reportajes, publicados en diversos medios de comunicación, ha viajado por el sur de Marruecos, el Sahara, Argelia, Malí, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Mauritania, donde ha recogido los testimonios de centenares de personas. Por este trabajo le fueron concedidos los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo 2006 y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española 2007, en este caso junto al también periodista Nicolás Castellano.

    Buena parte de su trabajo está recogido en los libros Cayucos (Editorial Debate, 2006), con el que fue finalista del Premio Debate, y en Los invisibles de Kolda (Editorial Península, 2009). Además, es coautor de los libros Inmigración en Canarias. Procesos y estrategias (Fundación Pedro García Cabrera, 2008) y Las migraciones en el mundo. Desafíos y esperanzas (Icaria, 2009).

    Es redacror de la revista digital de información sobre África Guinguinbali donde tiene su blog Los Invisibles , que reproduciremos en Bitácora Africana

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