Tras los comunicados de la UE, de Bélgica, del Consejo de Seguridad, de los EEUU, es el turno del cardenal Monsengwo, arzobispo de Kinshasa, para condenar determinadas actuaciones que están caracterizando la campaña electoral en el Congo. “Por el amor de Dios, poned calma para que el pueblo pueda elegir en conciencia a los dirigentes”. Se trata de verdad de un grito salido del corazón.
En un encuentro con la prensa ha afirmado que “somos testigos todos los días de incidentes que se repiten como enfrentamientos con armas, destrucción y quema de viviendas, como si se tratara de una guerra en toda línea, como si el objetivo de las elecciones fuera destruir el país en vez de construirlo, como si las elecciones tuvieran como objetivo matar más que salvaguardar y promover la vida”.
El cardenal ha precisado que no es un secreto para nadie que el clima del país y particularmente de la capital Kinshasa se caracteriza por el nerviosismo, el miedo, la incertidumbre e incluso el pánico. Y todo sucede como si estos actos fueran premeditados y planificados; se tiene miedo de la derrota electoral y parece incluso que se tiene miedo de la victoria, porque no se será capaz de administrarla y de realizar en la práctica las promesas electorales.
El cardenal se hace las preguntas “¿Cómo confiar en dirigentes incapaces de proteger a la población? ¿Cómo elegir a gobernantes que no ofrecen garantías de paz, de justicia, de verdad y de amor al pueblo?”, para concluir que lo que los congoleños necesitan es “ir a las elecciones con tranquilidad, con tolerancia, respetando a todas las personas”, para construir una República basada en los valores. El cardenal exige de la Comisión Electoral y del gobierno que actúen decididamente para que el pueblo se exprese libremente. Condena las dificultades que encuentran algunos candidatos para hacer campaña, la desigualdad de posibilidades para realizarla y lamenta la ausencia de verdaderos debates sobre las grandes cuestiones; debates que permitirían que los congoleños aprecien y elijan adecuadamente a sus dirigentes. Parece que todo ello ha sido olvidado por los distintos candidatos.
(A partir de informaciones de Le Potentiel y La Prospérité de Kinshasa, 10.11.2011)
Noticia enviada y traducida por Ramón Arozarena.