Autora: Raquel Okakene
En Gando, una pequeña aldea de Burkina Faso, la escuela era oscura y calurosa y las clases estaban abarrotadas. La gente debía hacer y rehacer sus casas debido a la destrucción que provocaba la intensa época de lluvias. Estas realidades despertaron en un joven Francis Kéré la voluntad de cambiar las cosas en su aldea natal. Así empieza una trayectoria profesional que ahora y hasta el 20 de enero recoge el Museo ICO con la exposición ‘Francis Kéré. Elementos primarios’. Una muestra que presenta por primera vez en España, y al completo, la obra del arquitecto burkinés.
Tras estudiar en Uagadugú, Francis Keré recibió una beca para ser carpintero en Alemania, donde acabó graduándose en arquitectura e ingeniería. Pero su mente seguía puesta en sus raíces, al fin y al cabo, en Burkina Faso la idea del retorno es muy importante y constituye la espina dorsal de muchas comunidades. Por eso, en paralelo a sus estudios, creó la Kéré Foundation para financiar la construcción de la Escuela Primaria de Gando, que recibió el premio Aga Khan 2004 por combinar excelencia estética y compromiso ético.
En este proyecto Kére utilizó materiales locales, técnicas tradicionales e implicó a la gente de la aldea en la construcción de la escuela, en todas las fases del proyecto. Esta brillante manera de hacer las cosas que conjuga sostenibilidad, adaptación al medio, identidad cultural y sabiduría popular a la perfección, es la base de la arquitectura vernácula y también el principio que rige Kéré Architecture, su estudio en Berlín fundado en 2005.
Numerosos proyectos han visto la luz en este estudio y la mayoría de ellos se han llevado a cabo en África, convirtiéndolo en uno de lo arquitectos más premiados del continente. Pero su arquitectura trata temas universales como la gente, la eficacia o la ecología y por eso triunfa también en el resto del mundo. Kéré fue elegido para construir el pabellón de la Serpentine Gallery de Londres en 2017, obra que ha marcado su consagración cosmopolita. El árbol es el concepto que inspira el pabellón que se concibe como un microcosmos y fusiona las referencias culturales a Burkina Faso con técnicas de construcción experimental.
Una reproducción a escala de este pabellón forma parte de la muestra del trabajo arquitectónico de Francis Kéré que ahora puede verse en Madrid y que recoge 27 proyectos y 6 instalaciones artísticas. Luis Fernández-Galiano, comisario de la exposición, define así su obra: “Francis Keré es burkinés y berlinés. Su obra está profundamente enraizada en su país natal, pero hace uso de elementos y principios universales que permiten injertarla en contextos tan diferentes como su ciudad de adopción. Estos elementos primarios fueron descritos durante el siglo XIX en los textos de Gottfried Semper, y se manifiestan vigorosamente en las construcciones esenciales de Kéré. Autor de una obra ejemplar en el empleo de recursos limitados y técnicas sostenibles, este arquitecto africano y alemán se ha convertido en el líder de una nueva generación empeñada en hacer el mundo mejor trabajando para los que menos tienen”.
res principios de la tratadística germánica articulan los ‘Elementos Primarios’ de Francis Kéré: El techo tectónico, el suelo estereotómico y el muro textil. Esta es la arriesgada propuesta de una exposición que interpreta la arquitectura de este burkinés y sus raíces vernáculas recurriendo a la tradición teórica alemana de la mano de Semper. Además de este vínculo inevitable entre sus países de nacimiento y adopción, esta muestra pretende subrayar la naturaleza universal de estos principios y ofrecer una reflexión más general sobre la sustancia misma de la arquitectura, explorando sus fundamentos últimos.
“La arquitectura consiste en crear espacios para conectar a la gente, de manera que el resultado sea atractivo por cómo se han manejado esos espacios, se han usado los materiales, se han gastado eficientemente los recursos y se ha trabajado con el clima. En lo más profundo, la arquitectura consiste en servir a la humanidad”. Esta es la definición de la arquitectura que dio Kéré durante los preparativos de esta exposición en Madrid. Una inspiradora declaración de principios en la que las personas son lo más importante, que pretende conseguir más con menos y que se adapta a lo local sin renunciar a la belleza.
Los próximos proyectos a gran escala que se han desarrollado en su estudio berlinés son el parlamento de Burkina Faso y el monumento a Thomas Sankara, ambos en Uagadugú. El objetivo es que la gente se identifique con el edificio y se sienta parte de él, que puedan llegar a exclamar: ¡Este es nuestro edificio!. Este sentimiento es para Kéré la base de cualquier democracia. Y es que es un idealista o quizás un visionario, pero ha llegado a lo más alto sin despegar ni un milímetro las suelas de sus zapatos de la tierra roja de Gando.
Original en : Wiriko