El miedo a un golpe de estado en Kigali y el reciente nombramiento de Alain Juppé habían aplazado la visita oficial de Paul Kagame a Francia. Según Jeune Afrique, el presidente ruandés debería ir a París a primeros de julio de 2011.
Se había programado una primera visita del Paul Kagame a Francia para este mes de abril, pero Kigali la había anulado. Dos razones habían empujado a Paul Kagame a anular su desplazamiento. Una razón interna, en primer lugar: desde hacía un año la capital Kigali había sido sacudida por decenas de atentados. Rumores de golpe de Estado hacían que Kagame temiera un golpe de fuerza durante su ausencia. Estaba, luego, el reciente nombramiento de Alain Juppé como Ministro de Asuntos Extranjeros. Paul Kagame siempre había criticado a Juppé, que era igualmente Ministro de Asuntos Exteriores durante el genocidio de 1994. Para Kigali, “los ruandeses han sido insultados por su actitud y tomas de posición” durante y después del genocidio.
Desde entonces, Alain Juppé ha deseado limar los ángulos por medio de un mensaje a su homóloga ruandesa con ocasión de la conmemoración del genocidio de 1994. En este mensaje, Alain Juppé estima que “Francia se pone al lado de Ruanda y comparte su sufrimiento. Francia está comprometida con el deber de justicia, memoria y verdad, que deben ir a la par (…) Estaremos al lado de Ruanda en el futuro; Francia quiere ser un socio de Ruanda”. Juppé habría invitado igualmente al presidente ruandés a acudir en visita oficial a Paris; invitación rápidamente aceptada, según Jeune Afrique.
Tras años de relaciones franco-ruandesas en dientes de sierra, Nicolas Sarkozy y Paul Kagame encontrarán al menos un tema de discusión que nos les enfadará: Libia. Paul Kagame ha sido el primer representante de la Unión Africana (UA) en pronunciarse a favor de la intervención de la coalición internacional en el país de Muamar Gadafi. Al menos un punto de acuerdo entre París y Kigali.
Christophe Rigaud
(Afrikarabia 23/04/2011)
Traducción y resumen de Ramón Arozarena.