Francia no quiere que el ejército de Malí entre en Kidal, bajo control del MNLA de los tuareg

16/05/2013 | Opinión

Debido a la ausencia de una autoridad fuerte en Bamako, Francia ha comenzado a desvelar sus verdaderas intenciones sobre la situación de Kidal. Para Francia, la capital de la región de Adrar de las Íforas, debe ser una excepción en Malí. Para los observadores, hubiera sido preferible aceptar las negociaciones con los yihadistas que quieren instaurar la Sharía en Kidal, que el plan de Hollande de ofrecer la octava región de Malí, al MNLA. A partir de ahora, está claro que el ejército maliense no irá a Kidal con la conformidad de Francia y el MNLA. Para François Hollande, la administración debe desplegarse para organizar “sus” elecciones sin el ejército. Frente a esta afrenta neocolonialista, interpelamos a la UNTM (Unión Nacional de Trabajadores de Malí) y la CSTM (Confederación Sindical de Trabajadores de Malí) ¿Van a dejar que sus agentes arriesguen sus vidas por Francia?

Así como al pueblo de Malí, los diputados y el gobierno, la ecuación de Kidal supera a partir de hoy también al presidente Dioncounda Traoré. Si bien es cierto que el pueblo maliense había recibido con los brazos abiertos unánimemente la intervención de Francia, hoy hay que constatar que no quiere más que el final del estado de emergencia para exigir la salida de las tropas francesas. Más que pesada, la intervención francesa ha tomado un cariz neocolonialista que comienza a exasperar a sus más fervientes defensores. ¿Con qué derecho pretende Francia dividir nuestro país en beneficio de una minoría que no representa al pueblo tuareg? Tal es la cuestión que se plantean los demócratas de todo el continente.

Mientras que François Hollande pone sutilmente su plan en marcha, nuestros políticos fuera de contacto con el pueblo, presentan la oportunidad de enriquecerse a partir de julio. La sociedad civil, cuyos tenores han sido incluidos en las estructuras, ya no piensan en Malí. Como hipnotizado, el pueblo maliense asiste a la partición de su territorio por parte de las autoridades de la transición y de Francia. En cuanto al ejército, lucha por retomar sus responsabilidades frente a los bandidos del MNLA que no cesan de desafiarlos en Kidal. ¿Es Malí una provincia de Francia? ¡Ahora, todo lleva a creer que sí! Sobre todo entre bastidores, François Hollande está presionando a Dioncounda, para que la administración se despliegue en Kidal sin el ejército. ¿Por qué? Esa es la cuestión. Si nuestras autoridades aceptan esta opción, la prueba de alta traición no será objeto de ninguna duda. Él regresará a la Asamblea Nacional para llevar al Tribunal Superior de Justicia al gobierno y al presidente interino de la república, por traición a la patria. En su defecto, el pueblo debe encargarse de la protección de la integridad de nuestro territorio.

Además, son las agrupaciones sindicales las que deben asumir sus responsabilidades. Enviar a un trabajador en tales condiciones, es enviarlo al matadero. Malí, no es Francia, nosotros jamás seremos Francia. ¡Que Hollande se ocupe primero de Francia! En efecto el pueblo de Malí es un pueblo encajonado, pero es hora de que las autoridades de la transición y de Francia sepan que su despertar puede ser brutal. Ya está bien. Es hora de aplazar la organización de las elecciones en espera de clarificar la situación en Kidal.

Lamine Diallo

(Malijet, 16-05-13)

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