Como reacción al ataque del Día de la Bastilla en Niza, a principios de este mes, varios alcaldes en toda Francia promulgaron la «prohibición del burkini». En un intento de promover la laicidad (identidad secular), más de 30 alcaldes en Francia prohibieron los trajes de baño con los que con frecuencia van las mujeres musulmanas a la playa, alienando aún más a la comunidad musulmana en el país.
Cannes, una popular ciudad en Francia, prohibió el traje de baño citando ‘riesgos de seguridad «, mientras que otras ciudades como Niza y Cogolin dieron razones vagas como la «higiene» y “mantener el orden público”. «Los prominentes políticos franceses prominentes en apoyo de la prohibición incluyen a Marine Le Pen, líder de la extrema derecha del frente Nacional, que dio la bienvenida a la prohibición, diciendo que ayudará en la lucha por el “Alma de Francia”. «Además, el primer ministro Manuel Valls apoyó la política contra los “burkinis”, llamando a esa parte de la ropa “la esclavitud de las mujeres».
La reacción violenta desde entonces ha sido increíble ya que países de todo el mundo y varias organizaciones internacionales han reaccionado a la prohibición del “burkini”, asegurando que puede promover el terrorismo en lugar del efecto deseado que estos alcaldes buscan. En lugar de ayudar a sanar al país y promover la paz positiva después del aumento del número de ataques terroristas, la prohibición del “burkini” es más probable que avive las tensiones. ¿Es el “burkini” realmente un símbolo del terrorismo o simplemente un traje con una capucha?
Michael Leiter, ex director del centro Nacional contra el Terrorismo de los EE.UU., declaró que la prohibición francesa sobre los trajes de baño de cuerpo completo causará una división en el país, por lo que será más vulnerable a los ataques terroristas. «Creo que sin duda puede realmente causar un cisma, y el cisma es exactamente lo que el ISIS tratará de aprovechar», aseguró Leiter, lo que confirma que Francia podría haber dado un paso significativo en la dirección equivocada con esta nueva política.
La semana pasada, The Sun, una publicación tabloide muy popular en Gran Bretaña, publicó un artículo en el que las mujeres musulmanas vestidas con prendas de vestir que cubren el cuerpo entero juegan alegremente en la playa en la ciudad costera de Brighton. El titular decía: «musulmanas británicas disfrutan de un día en la playa con vestimenta islámica … mientras que estas mismas mujeres en Francia serían detenidas por hacer lo mismo».
En un reciente giro de los acontecimientos, el más alto tribunal administrativo de Francia falló en contra de la prohibición, suspendiéndolo y advirtiendo que la prohibición “alimentaba la intolerancia religiosa y la estigmatización”. En esencia, los jueces dictaminaron que “la emoción y la preocupaciones que surgieron de los ataques terroristas», sobre todo del ataque en Niza, donde un conductor de un camión mató a 86 personas,» no son suficientes para justificar una prohibición legal de este tipo».
Las Naciones Unidas han expresado su apoyo a la última decisión de la corte. «Estos decretos no mejoran la situación de seguridad, sino más bien alimentan la intolerancia religiosa y la estigmatización de los musulmanes en Francia, especialmente de las mujeres», declaró Rupert Colville, portavoz de la oficina de derechos de la ONU, a la prensa.
La debacle actual en Francia es una reminiscencia de una discriminación similar en Nigeria, llevada a cabo durante el Día Mundial del Hijab el año pasado. A medida que las mujeres musulmanas en Nigeria se unieron al resto del mundo para celebrar el Día Mundial del Hijab (MSD) en 2015, una organización de mujeres pana-musulmanes en el país, llamó la atención sobre la discriminación, la intimidación y el acoso que las mujeres musulmanas sufren todos los los días, ya que llevan el Hijab.
La cuestión aún no se ha resuelto por completo ya que las mujeres en el país y en todo el continente siguen siendo intimidadas y discriminadas basándose en el hecho de su vestimenta tradicional musulmana. Esto tiene que ser abordado con el fin de hacer frente a la islamofobia y evitar que las personas se sientan privadas de sus derechos por parte de los gobiernos y los estados ya que esto las hace más vulnerables al reclutamiento por organizaciones terroristas como ISIS o Boko Haram.
Asari Ndem (venturesafrica.com)
Fundación Sur
