Lo leí primero en la página web del senegalés “Ola”, que lo había tomado de la newsletter marroquí “Les Inspirations Eco”, popular entre la burguesía y los votantes del RNI (“Rassemblement National des Indépendants): “Maroc: pour se marier, il faut désormais un « diplôme » de mariage” (Marruecos: para casarse, hará falta en adelante un “diploma” de matrimonio”). Me llamó la atención porque durante mis años en Túnez había acompañado a parejas que se preparaban para el matrimonio, a menudo matrimonios mixtos entre musulmanes y cristianas, y las sesiones de formación, extensas en tiempo y en contenidos, eran parte importante de esa preparación. “En Marruecos no se bromea con los matrimonios” explicaba Ola el 9 de noviembre. “Una formación prenupcial formará parte de los requisitos necesarios para firmar el contrato de matrimonio. El proyecto, financiado por Naciones Unidas, ha sido el objeto de un acuerdo entre el Orden Nacional de Adouls (notarios matrimoniales) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA)”. Por ahora se trata de un proyecto, cuya tarea inicial consistirá en la formación de los primeros 340 notarios matrimoniales, provenientes de todas las regiones del país, que se encargarán a su vez de formar a los jóvenes, siguiendo un programa piloto ya experimentado en Oujda, ciudad en el noreste del país.
Todas las instituciones y medios del país han hablado del proyecto, aunque con perspectivas y matices diversos. La Asociación Marroquí de Planificación Familiar (AMPF), se atribuyó el 17 de octubre la organización de la ceremonia, “bajo el Alto Patrocinio de Su Majestad el Rey Mohammed VI”, en la que la AMPF firmó sendos acuerdos con la Orden Nacional de Adouls y el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Según AMPF se trataría de organizar un «Programa de habilitación de los jóvenes para el matrimonio, destinado a reducir los riesgos para la salud sexual y reproductiva que pueden afectar la salud y conducir al divorcio y la ruptura familiar”. En la explicación del proyecto dada en Le Matin el 18 de octubre, se mencionaba que “el Representante del UNFPA en Marruecos, Luis Mora, destacó el papel esencial desempeñado por los Adouls, señalando que esta iniciativa refleja la ambición de involucrar a adolescentes, jóvenes y hombres en la defensa de los derechos de las mujeres”. Algo parecido declaró Jean Touchette, encargado de Cooperación en la embajada de Canadá, que felicitó a los firmantes de los acuerdos, y recordó el partenariado actual entre Ottawa y la UNFPA para promocionar y hacer que la mujer sea autónoma. Era diferente el énfasis en las declaraciones del ministro de Justicia Abdellatif Ouahbi: “Las sesiones que les preparan a la vida matrimonial, a la educación sexual, a la salud reproductiva y a la planificación familiar, contribuirán a la estabilidad de la sociedad y a reducir la alta incidencia de divorcios entre los recién casados”. Según el ministro, en 2021 se celebraron 269.978 matrimonios y se reconocieron oficialmente 26.257 divorcios. También espera el ministerio de Justicia que esa formación contribuya a disminuir el número de matrimonios de jóvenes menores de edad. Fueron 26.298 en 2017. Descendieron hasta 12.600 en 2020. Pero los 19.369 de 2021, representaron el 7,2 % de los matrimonios celebrados ese mismo año. “bladi.net” es la comunidad virtual más importante de Marruecos. Siguiendo sus contenidos en estos últimos cuatro años, se percibe cómo van creciendo en el país la condena de la violencia contra los menores y el rechazo de los matrimonios de los mismos. El 19 de septiembre de 2019: “Se espera para hoy el Informe sobre el Matrimonio de Menores”, refiriéndose al informe que había estado preparando el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE). El 15 de diciembre de ese mismo año, bladi.net comunicó la condena a cinco años de cárcel y 100.000 dirhams de multa de una proxeneta de Tánger que había convertido su casa en un prostíbulo de menores. Nueve veces salieron a relucir esos temas en 2020: “Arrestados en Laâyoun los autores del secuestro y violación de una chica de 15 años” (4 de marzo); “El matrimonio de menores sigue muy presente en Marruecos” (8 de maro); “Inquietante informe de Naciones Unidas sobre el matrimonio de menores en Marruecos” (7 de julio); “Militante de los derechos de la infancia viola a una menor» (13 de julio): “Militante asociativo condenado a 15 años de cárcel por haber violado a una menor” (17 de septiembre); «Inquietante informe sobre las agresiones sexuales a niños marroquíes” (20 septiembre); “Matrimonio de menores, otra forma de pedofilia” (17 octubre); “Detención de un cuarentón por violaciones múltiples de una niña de 9 años” (18 noviembre); “Las asociaciones en guerra contra el matrimonio de menores” (27 noviembre). Y en esa misma línea, las noticias compartidas en los dos últimos años “Director de escuela detenido en Sidi Kacem por violar a una niña” (4 de enero de 2021). “Las escandalosas cifras de los matrimonios de menores” (25 de enero). “Cada vez más matrimonios precoces en el mundo rural” (12 de marzo). “En Marruecos siguen siendo numerosos los matrimonios de menores» (14 abril). “Jurisconsulto detenido en Guercif por secuestro y tentativa de violación de una menor” (4 de mayo).
Es pues muy posible que el ministro de Justicia tenga razón al predecir que una de las consecuencias de la formación de los jóvenes para el matrimonio será la disminución de los matrimonios de menores y de la violencia contra estos. Pero ya han surgido preguntas sobre los posibles contenidos de esa formación y la idoneidad de los adouls para impartirla. Es bueno, escriben en bladi.net, que los jóvenes reciban formación sobre sus deberes y derechos matrimoniales. Pero ¿acaso no son los notarios matrimoniales demasiado conservadores e influidos por la religión en sus interpretaciones jurídicas? En “LesEco.ma” del pasado 8 de noviembre, Kenza Aziouzi entrevistaba a Bouchaib Fadlaoui, presidente de la Instancia Nacional de Adouls. Según éste, “La formación consiste en intercambiar con los novios, y darles consejos que les serán útiles, especialmente sobre salud sexual o violencia doméstica”. “También será necesario explicar el artículo 49 del Código de la Familia, relativo a la división de los bienes entre los cónyuges”. “También se anotará en el certificado de matrimonio que los Adouls han informado a ambos cónyuges sobre sus derechos y obligaciones”. Y, al mismo tiempo que Fadlaoui insiste que “este procedimiento no es obligatorio”, indica que “la duración del intercambio no debe exceder los 30 minutos”. No es pues de extrañar que ya surjan las críticas. “Mucho ruido y pocas nueces”, dice el refrán.
Ramón Echeverría
[CIDAF-UCM]