La trompetista Florence Lugemwa ha construido una exitosa carrera en la música, y tiene como objetivo motivar a su banda de alumnos de la escuela de un barrio bajo de la capital, a hacer como ella ha hecho.
¿Quién es esta mujer Florence Lugemwa?
Desde que el productor portugués Jonathan Saldanha la vio en un escenario en 2019, en el barrio de Bunga donde ahora vive, Florence ha tocado la trompeta con la banda aclamada por la crítica Kampala Unit. Florence ha pasado de tocar música electrónica en lugares modestos de Kampala, capital de Uganda, para tocar en lugares de todo el mundo, incluido el Centro Pompidou en París, la Triennale de Milano y el festival Unsound en Polonia.
¿Cómo se convirtió Florence en una famosa trompetista?
“Nací bailando con mi padre de pincha discos en fiestas celebradas en nuestra casa, mientras mi madre vendía cervezas y repartía comida”, dice Florence, que tiene ahora 26 años. “La música está en mi sangre”, agrega, marcando el ritmo de un trombón que toca un adolescente. Cuando tenía 10 años, Lugemwa se unió a la banda de música de su escuela, y aprendió a tocar el tambor lateral, antes de graduarse en la trompeta. Tocaron en bodas, cumpleaños y eventos comunitarios. La muerte de su padre en esta época dificultó la actuación en los funerales, pero encontró consuelo en las melodías gospel. Una beca escolar le permitió seguir en la escuela y continuar con su aprendizaje musical.
¿Cuál es su objetivo al fundar una banda en la escuela de un barrio pobre?
La vida de los niños en los barrios marginales de Kampala es difícil y Florence está tratando de ampliar sus horizontes. No hay un proceso de audición para formar parte de su grupo; los niños solo necesitan comprometerse. “Les pregunto, ¿estáis dispuestos a practicar, a estar allí cuando os necesitemos y a ser obedientes?” nos dice. “Uno crece aquí teniendo que hacer sacrificios. Siendo brillante es cómo puedes sobrevivir”. La banda está compuesta por unos 20 alumnos de la escuela de Ggaba, que atiende principalmente a niños pobres, del barrio pobre de Katogo en Kampala. Cuando la banda comienza a tocar en el patio de recreo, aparecen otros niños que bailan y saltan alrededor de los músicos. Lugemwa toma la iniciativa con su trompeta y luego permite que la banda encuentre su camino. Tentativamente, tocan con sentimiento la canción gospel, Jesus Loves Me, (Jesús me ama) y Florence se mueve entre los jóvenes músicos, animándolos.
Bartolomé Burgos
[CIDAF-UCM]