Fiducia Supplicans: Nadar y guardar la ropa, por Ramón Echeverría

10/01/2024 | Bitácora africana, Crónicas y reportajes

 

Ningún documento vaticano había levantado en África tantas ampollas como el reciente “Fiducia Supplicans” (“La Confianza suplicante”) sobre el significado y la práctica de las bendiciones. Y es que en él se acepta que los sacerdotes puedan bendecir, cuando así lo soliciten, a parejas en “situación irregular”, en particular a homosexuales y divorciados. “Aunque la homosexualidad haya existido en África”, escribía Achilleus-Chud Uchegbu en el “The Sun” nigeriano el 28 de diciembre (“Fiducia Supplicans and Traditional African Culture”), “los africanos todavía la consideran detestable, ya que va en contra de las leyes naturales del creador y su mandato al hombre de ir y multiplicarse”. Por ello, el documento vaticano “está poniendo a los sacerdotes del continente en contra de las leyes de sus países, que prohíben el reconocimiento de las relaciones entre personas del mismo sexo. Y las bendiciones no litúrgicas pueden ser vistas como una aprobación de tales relaciones”.

Para los no iniciados en las a veces enredadas discusiones de teología moral, Fiducia Supplicans se presenta como un ejercicio en nadar y guardar la ropa. Se puede bendecir a las personas, pero no la unión pecaminosa entre ellas. Para evitar toda impresión de que se trata de un sacramento o de un “sacramental”, una reunión privada que evite todo contexto litúrgico sería, según el documento, el lugar más adecuado para esas bendiciones, aunque también pueden tener lugar, siempre en privado, con ocasión, por ejemplo, de una peregrinación popular a un santuario. No es pues de extrañar que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), que redactó el texto de Fiducia Supplicans aprobado por Francisco el 18 de diciembre, se haya sentido obligado a publicar varias notas aclaratorias. En la del 4 de enero, el DDF explica que “es vital que las conferencias episcopales no apoyen una doctrina diferente a la de la declaración firmada por el Papa”; que “la verdadera novedad del documento consiste en la formulación de bendiciones fuera de los contextos litúrgicos”; y que se trata de “bendiciones que duran unos segundos, sin un ritual aprobado y sin un libro de bendiciones”. ¡Bendición bien pobre si tiene que durar tan sólo unos pocos segundos! Con todo, en algunos lugares la recepción de Fiducia Supplicans ha sido muy positiva:El documento representa la revolución pastoral del Papa Francisco para los católicos homosexuales” (NCR 28 diciembre).El cardenal Oswald Gracias de Mumbai afirma que el documento del Vaticano es algo natural para la India” (Crux 29 de diciembre). “Los curas irlandeses dan una ‘calurosa bienvenida’ a Fiducia Supplicans” (VN 2 de enero). Bienvenida, pero no en todas partes: “En Europa del Este, los obispos rechazan la apertura del Vaticano a las bendiciones para parejas del mismo sexo” (NCR 5 de enero).  “La bendición de las parejas homosexuales agita el debate” (La Croix 23 de diciembre). “Sacerdotes toledanos promueven una recogida de firmas para que el Papa Francisco anule la bendición a parejas homosexuales” (Europa Press 4 de enero).  “Fiducia Supplicans, ¿el principio del cisma?” (infoCatólica 2 de enero). “Cardenal Müller: «La reacción negativa mundial de gran parte del episcopado debería dar en qué pensar a los responsables en Roma»” (Infovaticana 5 de enero. nb: Infovaticana es un medio privado que no tiene nada que ver con Vatican News).  

Lo más llamativo es que Fiducia Supplicans esté encontrando tanta oposición en África, allí precisamente donde el futuro del catolicismo parece más asegurado, y en donde de los 54 países del continente, 31 tienen leyes que criminalizan la homosexualidad. A los obispos de Camerún, reunidos el 21 de diciembre para unificar criterios, la distinción en el documento entre bendiciones litúrgicas no permitidas, y no litúrgicas permitidas, les pareció sencillamente hipócrita e incomprensible. Y no se debe permitir, según los obispos cameruneses, ni éstas ni aquellas. En Malaui, el 19 de diciembre, 9 obispos prohibieron cualquier tipo de bendición para parejas del mismo sexo. “Los obispos contradicen al papa Francisco”, tituló el Nation Online al día siguiente. También lo hicieron 12 obispos de Zambia. Otras conferencias episcopales, como las de Burkina, Kenia y Ghana han pedido clarificaciones. Dada la confusión que puede generar la ambigüedad del texto de Fiducia Supplicans, el 20 de diciembre el Cardenal Fridolin Ambongo (RDC), presidente del “Symposium of Episcopal Conferences of Africa and Madagascar” (SECAM) escribió a los obispos de África y Madagascar pidiendo ayuda para acordar una única declaración válida para todo el continente.

La reacción de los obispos africanos se comprende mejor a la luz de las conclusiones a las que ellos mismos llegaron en la Asamblea Sinodal Continental (Adís Abeba 1-6 marzo). A primera vista, su posicionamiento frente a Fiducia Supplicans parece contradecir el espíritu de las “intuiciones” (especie de guía para el futuro) de dicha Asamblea, de las que la número 12 dice: “Abrir la familia significa acoger a quienes se sienten marginados, por ejemplo, a los polígamos, a los divorciados que se han vueltos a casar y a los padres solteros”. Pero también entre las preguntas con las que concluye la Asamblea, la número 3 reconoce: “Existe tensión entre una clara comprensión de la verdad y el principio de misericordia… entre pertenecer a la Iglesia y no vivir como miembro pleno de la Iglesia… ¿Qué se puede hacer?”. Dada la necesidad de sentir fuertemente la propia identidad católica, especialmente ahora que las “iglesias-madre” de Europa están desapareciendo, los obispos africanos parecen optar por una expresión clara de la verdad. ¿En detrimento de la “misericordia” sobre la que tanto insiste el papa Francisco? Sin duda.

Por último, puede que otro factor esté influyendo inconscientemente a los obispos africanos. Se lee en el número 2 de la Concusión de la Asamblea de Adís Abeba: “La voz y los valores africanos deberían tenerse en cuenta en el desarrollo de las doctrinas y enseñanzas de la Iglesia, especialmente cuando se trata de valores como los de la familia”. ¿Han escuchado las voces de África los autores de Fiducia supplicans? Y en cuanto al mismo Papa Francisco, un admirador suyo, el Rabino Shmuly Yanklowitz, autor de más de veinte libros sobre ética y espiritualidad, y que en un artículo en el NCR explica que ya quisiera él poder en su comunidad ir hacia adelante como lo está haciendo Francisco, apunta a un posible problema de nuestro Papa. Para que el rebaño avance, el pastor tiene que ponerse al frente, justo como lo hace Francisco. Pero si el pastor acelera demasiado, corre el riesgo de que las ovejas no puedan seguirlo, se cansen y se paren.

Ramón Echeverría

CIDAF-UCM

 

Autor

  • Investigador del CIDAF-UCM. A José Ramón siempre le han atraído el mestizaje, la alteridad, la periferia, la lejanía… Un poco las tiene en la sangre. Nacido en Pamplona en 1942, su madre era montañesa de Ochagavía. Su padre en cambio, aunque proveniente de Adiós, nació en Chillán, en Chile, donde el abuelo, emigrante, se había casado con una chica hija de irlandés y de india mapuche. A los cuatro años ingresó en el colegio de los Escolapios de Pamplona. Al terminar el bachiller entró en el seminario diocesano donde cursó filosofía, en una época en la que allí florecía el espíritu misionero. De sus compañeros de seminario, dos se fueron misioneros de Burgos, otros dos entraron en la HOCSA para América Latina, uno marchó como capellán de emigrantes a Alemania y cuatro, entre ellos José Ramón, entraron en los Padres Blancos. De los Padres Blancos, según dice Ramón, lo que más le atraía eran su especialización africana y el que trabajasen siempre en equipos internacionales.

    Ha pasado 15 años en África Oriental, enseñando y colaborando con las iglesias locales. De esa época data el trabajo del que más orgulloso se siente, un pequeño texto de 25 páginas en swahili, “Miwani ya kusomea Biblia”, traducido más tarde al francés y al castellano, “Gafas con las que leer la Biblia”.

    Entre 1986 y 1992 dirigió el Centro de Información y documentación Africana (CIDAF), actual Fundación Sur, Haciendo de obligación devoción, aprovechó para viajar por África, dando charlas, cursos de Biblia y ejercicios espirituales, pero sobre todo asimilando el hecho innegable de que África son muchas “Áfricas”… Una vez terminada su estancia en Madrid, vivió en Túnez y en el Magreb hasta julio del 2015. “Como somos pocos”, dice José Ramón, “nos toca llevar varios sombreros”. Dirigió el Institut de Belles Lettres Arabes (IBLA), fue vicario general durante 11 años, y párroco casi todo el tiempo. El mestizaje como esperanza de futuro y la intimidad de una comunidad cristiana minoritaria son las mejores impresiones de esa época.

    Es colaboradorm de “Villa Teresita”, en Pamplona, dando clases de castellano a un grupo de africanas y participa en el programa de formación de "Capuchinos Pamplona".

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