La acción de M´Baye se centra sobre todo en los derechos de los mauritanos de raza negra, de las mujeres, especialmente en lo referente a la igualdad entre hombres y mujeres, los derechos del niño y el problema de la esclavitud.
Para comprender la situación actual de los mauritanos de raza negra, hay que remontar a 1989, momento del conflicto entre Mauritania y Senegal a causa de una disputa entre campesinos de un lado y otro de la frontera. El conflicto entre los dos países, costó innumerables vidas y desencadenó represalias hacia los mauritanos de raza negra por parte de las fuerzas de seguridad. Según Human Rights Watch, cientos de personas fueron asesinadas o torturadas. Decenas de miles fueron obligadas a exilarse a Senegal o Malí. El gobierno mauritano aprovechó el conflicto para expulsar a ciudadanos negros a Senegal, acusándolos de ser senegaleses.
En enero del 2008 el gobierno de Sidi Ould Cheikh Abdallahi inició un proceso de retorno con la ayuda del HCR (Alto Comisariato para los Refugiados). Unos 25.000 refugiados fueron repatriados después de casi veinte años de exilio y unos 14.000 fueron instalados en Senegal. La operación organizada por el HCR terminó en 2012. Muchos de los que volvieron no han podido reinstalarse en sus pueblos de origen. Según la organización mauritana Forum National des Droits Humains (FONADH) la mayoría de los que han vuelto “viven como refugiados en su propio país”, sin papeles de identidad ni acceso a las antiguas tierras que cultivaban. En el momento de la huida, las tierras, que eran propiedad del Estado, fueron repartidas entre los habitantes, o compradas con el desarrollo de la ley de propiedad del suelo. El problema no está resuelto. Sin tierras es difícil empezar una nueva vida. La pequeña parcela que algunos pueden cultivar no da para vivir y por el momento dependen en gran parte de la ayuda exterior.
Fatimata se puso al servicio del comité de viudas de militares y de civiles víctimas del conflicto y de la sangrienta represión racial que se desencadenó entre 1989 y 1994. Para M´Baye el problema de justicia hacia las víctimas se ha cerrado mal, y pasará factura. Los culpables han impedido que se sepa la toda la verdad y se han asegurado la impunidad. Ella piensa que si no se trabaja para que los culpables sean desenmascarados y que no puedan gozar de impunidad, no se puede hacer justicia para todos ni tratar de modo equitativo a todas las víctimas. (3)
Si las heridas no se cierran bien, un día pueden despertarse los viejos demonios. Si hay impunidad ¿qué impediría que se vuelva a repetir la historia? Antes de que pueda haber perdón y reconciliación existe un deber de memoria de justicia y de reparación.
La situación de los menores y los derechos de la infancia forma parte de las preocupaciones de la abogada. M’Baye trabajó en el primer informe hecho en el país sobre los derechos de la infancia. Además, ofrece apoyo legal a los menores que hayan cometido delitos y es asesora jurídica de la organización «Terre des hommes» en Mauritania.
Un problema de justicia todavía pendiente en Mauritania es el de la esclavitud, a pesar de haber sido abolida por tres veces, la última vez en 1981; en ese momento se estimaba que entre el 10 y el 20 % de la población estaba reducida a esclavitud. La pobreza, el desamparo y la inseguridad hicieron que algunos esclavos prefirieran quedarse con sus amos. Hay “haratines”, o moros negros, que continúan trabajando como esclavos para los moros blancos. No se sabe exactamente su número, pero algunos expertos estiman que la proporción total de esclavos en Mauritania es la más alta del mundo No se puede olvidar que en el seno de las comunidades étnicas negras también ha existido y existe un sistema de producción de tipo esclavista.
En 2007, el gobierno de Mauritania de Sidi Ould Cheikh Abdallahi promulgó una ley que por primera vez penalizaba la práctica de la esclavitud. Sin embargo, la realidad es que los grupos de población esclavistas, en su mayoría de origen árabo-bereber, gozan a día de hoy de total impunidad. Asociaciones como IRA Mauritania (Iniciativa para el Resurgimiento del Movimiento Abolicionista en Mauritania) y SOS-Esclavos denuncian una realidad que perdura a pesar de las leyes que la han prohibido. Varios centenares de miles de personas serían todavía víctimas de prácticas esclavistas especialmente en el este del país.
En este terreno la Señora M´Baye también actúa. Como abogada y asesora de la organización no gubernamental SOS-Esclavos en Nuakchot, su compromiso con esta causa ya le costó ser procesada. En 1998 la televisión francesa presentó un informe que denunciaba las prácticas todavía vigentes de la esclavitud en Mauritania. La respuesta del Gobierno mauritano no se hizo esperar. Varios activistas, entre ellos Fatimata M´Baye, presidenta de de la AMDH, fueron detenidos sin orden de arresto. Un tribunal mauritano los condenó a 13 meses de prisión y una multa, por ser miembros de una asociación no autorizada. La apelación contra esta sentencia no tuvo éxito, pero la presión de una campaña internacional exigiendo la liberación de los prisioneros hizo que el presidente del país les concediera la libertad.
Coherente con sus ideas, Fatimata M´Baye ha alzado su voz contra lo arbitrario y lo injusto, poniendo su vida al servicio de los que no tienen ni voz ni derechos.
(3) Interview exclusive au Calame, lundi 18 mai 2009
4) Mauritanie : les héritiers de l´esclavage, Amel Daddah, Le Monde Diplomatique, novembre 1998