Falsificación y piratería de medicamentos en África

13/04/2015 | Crónicas y reportajes

La falsificación es un fenómeno de sobra conocido y presente a nivel mundial, especialmente en medicina. El Instituto de Investigación anti-falsificación (IRCAM), lo estima en casi 75 mil millones de dólares a nivel mundial (10% del mercado farmacéutico legal), las pérdidas económicas que ello conlleva son enormes. En África, en particular, el mercado de falsos medicamentos se está expandiendo, incluso si aún representa menos del 2% del mercado mundial. Impulsado por el crecimiento demográfico y el aumento del poder adquisitivo, se espera que alcance los 5 mil millones de dólares en 2018 en el continente africano frente a los 2,2 mil millones de dólares en 2011.

Atraídos por los bajos precios en comparación con los medicamentos que se venden en las farmacias y por la accesibilidad de los comerciantes que, a menudo, venden los productos por unidad, los más pobres son los más afectados. El impacto sanitario de estos medicamentos falsificados en la salud es considerable. Ineficaces y, sobretodo, especialmente peligrosos, serían, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los responsables directos de la muerte de al menos un millón de personas en el mundo cada año, de las cuales 200.000 se producen en África. En 1995, por ejemplo, una vacuna falsa, distribuida durante una epidemia de meningitis mató a 2.500 personas en Níger, al igual que un jarabe contra la tos causó decenas de muertos, en 2009, en Nigeria.

Estos ejemplos muestran cómo la salud pública de la población africana se ve seriamente amenazada por el floreciente mercado de los medicamentos falsificados. Este es de hecho un problema muy grave que requiere la aplicación de medidas radicales. Sería necesario, entre otras cosas, que los Estados se decidieran finalmente a establecer una política de gestión de compras y distribución de medicamentos para abaratar los costes y hacer los medicamentos accesibles a todos los pacientes, incluso a los más pobres. Dado que esta es la razón principal para el auge de esta industria paralela.

Mientras tanto, los estados tratando de poner pequeños remedios con operaciones como la de abril de 2013. Apodada «Operación Biyela» (cerco en zulú), fue organizada por la Organización Mundial de Aduanas (OMA), en colaboración con la IRCAM y dio como resultado la incautación de 550 millones de dosis de medicamentos falsificados en 23 países africanos, con un valor de 275 millones de dólares. En términos de volumen, la República Democrática del Congo (RDC) y Togo fueron los países en los que las capturas fueron más numerosas. Entre los productos incautados, la mayoría procedían de países de Asia oriental, América del Sur y Oriente Medio.

Un informe del IRCAM señala que el 75% de la falsificación proviene de China y de India, y la mitad de esta cantidad pasa a través de Dubái para impedir al máximo su localización. En resumen, incluso si es difícil obtener cifras exactas, algunos estiman que más de la mitad de los medicamentos que se venden en algunos países africanos son falsificados. Un problema que África tiene difícil de solucionar, según algunos, por la laxitud de las autoridades y por la corrupción.

afriqueexpansion.com – (Fundación Sur)

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