Fallece Emilio Galindo, fundador de Darek Nyumba

4/09/2014 | Opinión

Este sacerdote de los Padres Blancos vino al mundo en Cúllar-Vega (Granada) el año 1927. Creció en los años revueltos de la dictadura del general Primo de Rivera, vio la caída de la monarquía, cuando el rey Alfonso XIII huía de España, embarcándose en Cartagena, rumbo a la acogedora Italia. Pasó los años de su Escuela Primaria entre los avatares de la Guerra Civil de 1936–1939. Ingresa en el seminario menor de Granada en el curso 1941–1942, donde siguió el ciclo de Humanidades y luego se traslada a Córdoba para estudiar la Filosofía con los jesuitas, durante tres años (1945-1948).

En este tiempo conoció a los Padres Blancos, que acababan de fundar casa en España. Pues los PP. Carlos Merry, belga, y Nico Borts, holandés, visitaban los seminarios diocesanos, dando a conocer las misiones de África a los numerosos seminaristas de aquellos tiempos.

Comenzó el noviciado en Maison Carrée (Argel) en septiembre de 1948. Al año siguiente se traslada a Thibar (Túnez), donde los Misioneros de África tenían un Teologado internacional. La víspera de su ordenación de subdiácono, 27 de junio de 1952, pronunció su Juramento Perpetuo Misionero. Aquel verano vino de vacaciones a España y al regresar se quedó en Cartago, donde se preparaban los diáconos al sacerdocio, que recibió en la Catedral Primada de Cartago, el domingo de Pascua, el 5 de abril de 1953.

Otros compañeros españoles de la misma ordenación fueron enviados a diversos países africanos, pero al bueno del ‘pequeño’ Emilio le tocó ‘bailar con la más fea’. Los superiores lo destinaron a Roma, para doctorarse en Filosofía en la universidad Gregoriana. Consiguió el título de doctor, con una tesis sobre Averroes en 1956. Los dos cursos siguientes los pasa Emilio iniciándose al árabe en Túnez y estudiando Islamología en el Instituto, que los Padres Blancos dirigían en la misma capital. EL IBLA – Instituto de Bellas Letras Árabes – fue el ‘ancestro’ del PISAI de Roma (Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islamología). En 1958, es nombrado director del IBLA.

Emilio tenía la pluma fácil y durante su estancia en Túnez, con la colaboración del entonces muy joven padre Paco Donayre, otro granadino, escribe en español su obra más conocida: JUVENTUD REBELDE, que ha sido traducida a varias lenguas, entre las que recuerdo las versiones al árabe, francés, inglés, italiano y swahili.

Las vocaciones a Misioneros de África iban aumentando en España y en el curso 1960-61, los Padres Blancos inauguran en Logroño un seminario de Filosofía. Emilio Galindo viene con su doctorado reluciente a dar brillo al claustro de profesores y formadores. En 1963, fue nombrado rector de dicho Seminario, servicio que ejerció hasta 1966, año en que el Seminario se trasladó a Madrid, viviendo los seminaristas en pequeñas comunidades en pisos, siguiendo los criterios de la época del pos-concilio Vaticano II.

Entonces, el P. Emilio Galindo, andaluz de pura cepa, es enviado a Sevilla, para fundar una nueva comunidad de Padres Blancos, cuya tarea era la animación misionera en toda Andalucía. Desde el nº 34 de la calle de Montevideo, los Misioneros de África irradian hasta ahora el conocimiento y amor por el continente africano y sus pueblos.

En 1969, se trasladó a Madrid, donde va a iniciar la obra de su vida: La fundación del Centro Darek-Nyumba, («tu casa» en árabe y swahili), una Asociación Benéfico-Cultural, sin fines lucrativos y comprometida de modo especial con los problemas del Mundo musulmán y el diálogo Islamo-Cristiano. El aspecto más importante de dicho centro era su labor docente, enseñando el español a los alumnos venidos principalmente de los países árabes, para frecuentar las universidades españolas e iniciando al estudio del árabe a los españoles destinados a trabajar en dichos países, tanto empleados de ciertas compañías españolas o multinacionales y algunos diplomáticos, tanto españoles como africanos. Ha sido director de dicho centro hasta el año 2012, en que por edad y salud deficiente, apagó la antorcha.

Darek-Nyumba ha desaparecido con su fundador

Durante los años en que ‘pontificó’ en Darek-Nyumba, funda igualmente y dirige publicaciones tales como “Encuentro Islamo-Cristiano” (1972-), “Pliegos de Encuentro” (1975-), “Otras Aguas Vivas” (1995-), y “Crislam” (1983-). Fue profesor invitado del Pontificio Instituto de Estudios Árabes y de Islamología de Roma desde el año 1989 y ha sido Profesor invitado de la Universidad Pontificia de Comillas (1993-2004). El Padre Emilio Galindo fue también el inspirador y realizador, junto con la Asociación Islamo-Cristiana de los dos Congresos Internacionales de Córdoba, de resonancia mundial, el primero de los cuales tuvo lugar el 14 de septiembre de 1974.

Es autor de varias obras, entre sus principales libros se cuentan los siguientes: La antropología de Avicena a la luz de su cosmogonía emanantista (1956). La Experiencia de Dios en el Islam (1985), La Experiencia del Fuego. Itinerario de los Sufíes hacia Dios por los textos (1994, reeditado en 2002). Enciclopedia del Islam (2004) (director y editor). En la colección “Otras Aguas Vivas” de textos sufíes: Salmos sufíes (1995), Sólo a Ti voy buscándote (1998), Al-Sustari, peregrino y juglar del Amor (2001) y Rabi’a al-Adawiyya, paloma de Luz y Lumbre (2002).

¡El cristiano más sufí y el sufí más cristiano¡ Inb Arabí, el murciano universal, tu maestro preferido, te habrá acogido en el Paraíso del Padre de todos los buscadores de Dios…

Emilio: ¡Descansa en la PAZ del Señor Jesús, hombre de Dios y creyente universal!

Tu compañero y amigo Antonio Molina

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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