Exposición y conferencia: “Africanía. el legado africano en Iberoamérica”, por Flavia Garrigós Cabañero

7/10/2013 | Bitácora africana

Tal y como se anunció en la sección de Agenda el pasado jueves tuvo lugar la inauguración de la exposición “Africanía. El legado africano en Iberoamérica” en la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco, con la conferencia del profesor D. Luis Beltrán “Raíces africanas en América”, que contó con la compañía del presidente de la Asociación Africanista Manuel Iradier, Álvaro Iradier, así como de otros miembros de la misma que nos acompañaron en este agradable viaje, en el que tuve el honor de asistir como colaboradora del profesor Beltrán.

Según me contaron cuando llegué a Vitoria, pues no pude iniciar el viaje antes, a D. Luis ya le habían hecho una entrevista por teléfono durante el trayecto en tren en el programa “La Casa de la Palabra” de Radio Euskadi, disponible en Internet.
Rápidamente, percibí la importancia del encuentro ya que, tal como me explicó el propio profesor, su abuelo y el explorador que da nombre a la Asociación, bisabuelo de su presidente, eran amigos.
Puesto que era miércoles por la noche y al día siguiente había bastante que hacer, a mí llegada tuvimos una pequeña conversación en una terraza en la que el profesor Beltrán nos habló de sus experiencias en RD Congo y dialogamos acerca de la situación actual de la Región de Los Grandes Lagos.

Entrada la mañana del jueves, se finalizaron los preparativos para la conferencia de la tarde en la sede de la Asociación, tras lo cual, nos llevaron a la Facultad de Letras para ver cómo había quedado la exposición que narra la herencia africana en América.

Llegada la tarde, dio comienzo la conferencia en la Facultad, con un detalle propio del profesor: se repartió una hoja con saludos en swahili, lingala y kikongo para que todos los asistentes participaran de la familiaridad propia del profesor Beltrán, al que acabé llamando “mwalimu” –“profesor” o “sabio” en swahili- durante el resto del viaje. De la misma forma y como es corriente en él, mientras D. Álvaro hacía las presentaciones, el profesor introducía pequeñas bromas. También se repartieron entre los asistentes algunos de los libros de la biblioteca privada del profesor y un pequeño test sobre la percepción de África, con el que se intentaba hacer hincapié en el desconocimiento que todavía tenemos sobre el continente. En el test pedía que se nombraran algunos países y capitales, etnias, lenguas, líderes, conceptos generales, periódicos y artistas o escritores.
Mientras explicaba el origen de las tres lenguas bantúes con las que había comenzado a saludar, hizo referencia a la necesidad de incorporar las lenguas nativas en las propias universidades africanas. Aunado a las lenguas, resaltó lo pronto que se dio cuenta de la relación de muchas palabras americanas y africanas en su recorrido por los dos continentes. Respecto a las universidades africanas, afirmó que éstas se acogen a estructuras similares a las de las universidades europeas y no ahondan en el estudio de la cultura política de las propias etnias, por lo que existe una realidad dual. Añadía que los europeos, dado el caso, harían referencia a políticos como Mandela, pero nunca al sabio corriente que conoce su cultura, ya que no se ha acogido a la unanimidad del sistema ni a una sola lengua, desde la perspectiva del europeo.
Centrándose en RD Congo, explicó el origen de las cuatro lenguas más importantes -swahili, tshiluba, kikongo y lingala-, resaltando que las europeas todavía estarían en un nivel superior. Se puede nombrar brevemente que, por ejemplo, el swahili es la lengua de la esclavitud, el lingala, de la administración y de la música y el kikongo interesaría mucho para conocer el español, ya que históricamente fueron los bakongo los que llegaron a América. Criticó la negación del estado español a admitir que, por ejemplo, la palabra “macondo” no hace referencia a un árbol colombiano, pues en kikongo significa plátano –con k-.
En ese momento, recordé que cada vez que veo una palabra de origen africano en el diccionario de la Real Academia Española no se especifica, solamente pone “origen africano”, “voz del Congo” o algo parecido.
Tal cual decía el profesor, vayas a donde vayas existe el africanismo y no se puede conocer el español sin conocer alguna lengua africana. Dicho esto, ofreció a los asistentes un libro – Diccionario de Bantuismos en el español de América de Gema Valdés- para que lo comprobaran por sí mismos.

Tras esta introducción en referencia a las lenguas, se centró en la explicación sobre el distanciamiento entre África y América en tres etapas. La primera haría referencia a la trata –palabra cuyo significado también explicó- de esclavos llevados a América, con la que se instauraría un tipo de comercio triangular.
La segunda etapa habría empezado en el siglo XIX, cuando la trata de esclavos se consideró ilegal, comenzando así la explotación de África en su propio territorio.
La tercera etapa sería desde la independencia, momento desde el cual teóricamente se abren las vías para las relaciones entre los continentes sin la interferencia de Europa, lo cual no resultó, como expuso, por ejemplo, con los trayectos aéreos o los visados. Se estaría volviendo a un triangulo similar al de la primera etapa, aunque no tuviera las mismas características.
Tal y como él afirma cada país del sur –africano- tiene su norte, todavía. Siendo así y habiendo pasado ya las otras etapas, el pensamiento general respecto a África debería evolucionar, pues nos basamos en repetir una y otra vez los mismos datos. Como él mismo dice “no debemos quedarnos en la palabra <>”, ya que “no todos los negros fueron esclavos ni todo esclavo fue negro.” Lo que el profesor quiere resaltar es que debemos estudiar la aportación africana a las culturas del resto de continentes y no sólo en la lengua, sino también en la música, el baile, la gastronomía, etc. De esta forma, nombró determinados instrumentos musicales de origen africano, así como escritores afrohispanoamericanos que denotan esta herencia. Como afirma, “no se puede conocer América sin conocer África.” Con ello, critica el hecho de que en algunos aspectos se niegue el origen y se traten ciertos temas tanto de América como de África de manera peyorativa e, irónicamente, Sudamérica tuviera más negros libres que EEUU o las Antillas Inglesas en su momento, por ejemplo. Añadió un dato más con cierto toque cómico, ya que supuestamente EEUU quiere irradiar progreso respecto a la discriminación racial, pero B. Obama en el Caribe es un blanco. También, por ejemplo, nombró el término “Blue Lady” utilizado en Jamaica, curioso ya que se denomina así a las mujeres a las que se les notan las venas azules de las manos, entendiéndose así que no son muy negras.

Por último en lo que respecta a la conferencia, hizo algunas peticiones para que el pensamiento colectivo evolucione con el deseo de que estos temas se debatan en la Cumbre Afro Madrid del año que viene. Pide que nos preguntemos las razones por las cuales los africanos vienen, esto es, que no nos quedemos con la visión de las pateras o del top-manta únicamente. También, que seamos más exigentes con la información, porque muchos dicen ser expertos y, por ejemplo, aquí en España afirman que llamar “negro” a un africano en América está mal visto y no es cierto.

Al finalizar su intervención comenzó la ronda de preguntas. Un amigo del profesor Beltrán, que nos acompañó durante el viaje, sumó a la crítica del profesor la falta de investigación por parte de España en cualquier cultura que no fuera europea, cuando por nuestro territorio han sido muchas las que han pasado.

La conferencia terminó y volveríamos a Madrid al día siguiente, pero todavía nos quedaba parte de la noche y la mañana siguiente para conversar acerca de estos temas con los miembros de la Asociación.
Me gustaría resaltar una conversación en concreto que tuvimos, en la que Lucho Royero, uno de los miembros de la Asociación de origen colombiano, nos explicó la experiencia que ha tenido en referencia a la definición del color en su recorrido entre Colombia, España y Guinea Ecuatorial. Según dijo, en Colombia y en España es negro, pero en Guinea Ecuatorial le llaman blanco. También, cuando llegó a España se dio cuenta de los distintos tipos de discriminación dependiendo del país y puso el ejemplo de que en Colombia se especifique el color de piel en el DNI o que en España no se sepa diferenciar a personas de diferentes países de América.

En el viaje de regreso a Madrid, estuve pensando largo rato acerca de la importancia del conocimiento, sin poder explicarme la cantidad de temas que no se han tocado o que han acabado estancados y deseando que poco a poco se introduzcan de nuevo y progresen, ya que desde el buen conocimiento se llevan a cabo buenas acciones.

Autor

  • Garrigós Cabañero, Flavia

    "Nacida en Almansa, el 22 de agosto de 1990, Flavia Garrigós es Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos por la Universidad Autónoma de Madrid. Secretaria de la Asociación Española de Africanistas (AEA), ha sido colaboradora de la Cátedra UNESCO de Estudios Afroiberoamericanos y ha realizado numerosos cursos y seminarios sobre África y su diáspora."

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