El Accra Theatre Workshop fusiona la rica historia teatral de Ghana con un enfoque innovador en la narración de historias. La escena creativa de Accra es como un paisaje impresionante, actualmente se expande hacia nuevos intereses, culturas frescas en desarrollo y revitaliza la ciudad. Sin embargo, la mayor parte de este crecimiento autopropulsado sigue siendo nuevo para el resto del mundo. El Accra Theatre Workshop (ATW según sus siglas en inglés), es uno de esos puntos de referencia que están creciendo gradualmente para llenar el espacio disponible de la escena creativa de la ciudad.
El laboratorio teatral, es un taller centrado en la performance que propone entretenimiento alternativo con bases en la rica historia teatral de la nación y reinventa varios rituales artísticos y prácticas de narración que aparecen en el día a día de Ghana para llevarlos al escenario. El proyecto, iniciado por Elisabeth Efua Sutherland y Emelia Pinamang Asiedu, dos mujeres jóvenes con experiencia en el mundo de la danza y el teatro, llega a su cuarto año de vida.
An African Walks into An Echo Chamber, dio a los escritores la oportunidad de ofrecer respuesta a un tema y producir un trabajo experimental que investigase la comunicación en la era de las redes sociales. El muestra los patrones de comunicación africanos a través de varios medios, desde conversación abierta hasta bromas en línea. Antes de la última noche, me senté con Sutherland, codirectora de ATW, para hablar sobre esta actuación.
El proyecto nació de la búsqueda de un espacio experimental similar a los que Sutherland había conocido antes de volver a Ghana, hace ya siete años. «Estaba buscando un espacio más experimental pero no lo encontraba. Así que fui a algunos de los espacios teatrales más establecidos como el National Theatre, y hablé con uno de los directores creativos. Me escuchó durante unos pocos minutos y me dijo que debería empezar mi propio proyecto. Así que eso fue lo que hice», me dijo, mientras cocinaba unas alitas de pollo justo antes de que comenzase el espectáculo. Entre el ruido chisporroteante alitas y el constante gruñido de la concurrida calle cercana, Sutherland recuerda la génesis de su proyecto con Asiedu, su codirectora. «Mi equipo dice que soy una soñadora, y de alguna manera me traen de vuelta a la tierra, nos equilibramos los unos a otros». En el momento en el que hablé con Sutherland, Asiedu no estuvo presente pero el vínculo de su hermandad continúa guiando la práctica.
Desde 2013, han producido otras obras que examinan la política de varios espacios privados y públicos, exponiendo los patrones de comportamiento entre los africanos en estos espacios, algunos de los cuales nunca han sido examinados críticamente, incluidos los centros de votación en 2016 y los contenedores de envío en 2015.
Los montajes de teatro experimentales no son exactamente ajenos a Accra o a la cultura ghanesa, ya que hay una gran historia de narración popular entre los diversos grupos étnicos. La tradición folclórica de Ananse resulta ser una de las más populares, ya que la colección de cuentos de estafadores aún desempeñan diversas funciones en la cultura de Ghana. Efua Sutherland, abuela de Elisabeth y una de las dramaturgas y arquitectas ghaneses más reconocidos del teatro ghanés contemporáneo, utilizó la plantilla tradicional para reinventar la tradición narrativa popular en la década de 1960, con Anansegro, su forma híbrida de teatro tradicional.
Sutherland me cuenta cómo acaba de empezar a notar los paralelismos entre la teoría y la práctica en su trabajo. «Mucha gente trata de relacionar mi trabajo con el de mi abuela», dice, «pero ahora estoy conociendo muchas de las teorías detrás de lo que estaba haciendo en los años 60. Tenemos el Anansesem tradicional y luego tenía lo que estaba haciendo, que era Anansegro. Y la diferencia era que el Anansegro era un poco más estilizado, mientras que Anasesem era más directo y menos experimental. Tomó la forma tradicional, jugó con ella y la subvirtió cambiando de género y de personajes. »
Décadas más tarde, su nieta está logrando desempeñar una hazaña similar con el teatro experimental en Accra, la tierra de Efua Sutherland. Terra Alta, un espacio al aire libre, perfectamente integrado en el ajetreo y el bullicio de Accra, es el estudio y espacio de trabajo de Sutherland, pero también el lugar en el que se celebra el espectáculo. «El ATW también ha estado haciendo cosas similares en la experimentación con la tradición y la forma mediante la alteración de los arreglos, el uso de proyecciones y otras formas sutiles», dice. «De hecho, he escrito una pieza titulada Ananse’s Wife, Akua’s Daughter, que describe la historia del personaje de la esposa en la serie. Intentamos siempre recordarle a la gente que hay una base de tradiciones de interpretación en la forma en que hablamos y en que nos movemos, es una historia encarnada. Entonces, como artista, de ahí es de donde viene tu trabajo, consciente o inconscientemente».
A pesar de la abundante inspiración que la ciudad de Accra, también ofrece situaciones bastante difíciles que impiden alcanzar tus sueños. Para Sutherland y el ATW, los problemas financieros, como los costos de producción, no les impiden ser audaces y contar historias inauditas, ya que todos sus programas son autofinanciados y respaldados por otros espacios creativos en Accra. «ATW no tiene ningún financiamiento externo, todos los shows han sido autofinanciados. Es costoso hacer cosas en Ghana en general», añade. «La mayoría de las veces alquilas el equipo al mismo precio que esa persona pagó por el propio equipo. Tiene sentido seguir alquilando, pero no es rentable. Va a suponer un gran desafío si no nos adaptamos o encontramos otro métodos de pago. Así que acabamos de comprar muchas de nuestras cosas porque estoy cansada de alquilar. En general, se aprovechan de ti. Tenemos mucho apoyo de la Fundación Nubuke, que ha sido nuestro socio desde que empezamos».
También existe el peso adicional de ser una mujer creativa en Accra y los desafíos innecesarios que eso conlleva. «Siempre hay tonterías al respecto, por ser joven y ser mujer. No te toman enserio si no eres hombre y mayor. Así que no es sorprendente», dice Sutherland de una manera muy arrogante, sin inmutarse por las injustas adversidades a las que se enfrentan las mujeres creativas.
«A veces no hay respeto. Para mí, es un problema pero no es algo que me frene. Simplemente lo trato y sigo adelante. Pero me gustaría que eso cambiase». De hecho, Sutherland y el Accra Theatre Work utilizan su espacio y energía para apoyar proyectos que defienden el respeto del derecho de las mujeres en los espacios creativos. Una de esas iniciativas es Drama Queens, dirigida por Nana Akosua Hanson. «Es un colectivo de teatro feminista, que defiende los derechos de las mujeres y la educación sexual en torno al consentimiento en las escuelas. El sexo sigue siendo muy tabú en Ghana y la gente todavía no ve la necesidad de tener esas conversaciones».
La filosofía del Accra Theatre Workshop profundiza en la calidad de la experiencia, expandiéndola a través del discurso y fuera del escenario. Aparte de sus espectáculos, organizan periódicamente una serie de talleres para jóvenes actores, directores y escritores a lo largo del año, entre estos destaca el proyecto Summer Shakespeare. Durante las largas vacaciones del año escolar ghanés, el equipo intenta hacer que los niños pequeños se interesen por el teatro. Este proyecto también surgió de la voluntad cubrir un vacío que Sutherland y Asiedu notaron en su entorno.
«Es un punto apasionante tanto para mí como para Emelia. Cuando crecimos, no había tales programas», dice Sutherland. «Hay una gran falta de respeto por lo que hacemos, porque las personas no entienden el trabajo que implica y no tienen conocimientos acerca de técnica, el contenido o la interpretación. Por lo que, piensan que solo estás corriendo por ahí, divirtiéndote. Hay un profesor procedente de la Universidad de DuPont que vendrá en octubre para debatir sobre cómo hacer que estas cosas [el proyecto Shakespeare de verano] sean más sostenibles «.
Por ahora, el proyecto permanece en Accra, pero Sutherland me dice que están interesadas ??en forjar alianzas estratégicas que les permitan hacer crecer su proyecto a través de giras y otros proyectos remotos que promueven la escena teatral experimental africana.
Independientemente de la ubicación, ya sea física o digital, el trabajo del Accra Theatre Workshop y la filosofía de la experimentación, está repercutiendo en todo el continente y son una prueba viviente de cómo tomar riesgos es algo esencial para el crecimiento de la escena creativa africana.
Hakeem Adam
Fuente: Okay Africa
[Traducción, Juan Vacas]
[Fundación Sur]
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