¿Existen alianzas o influencias entre el ISIS y los grupos yihadistas africanos? – Por Hassan M. Abukar

11/11/2014 | Blog Académico

En agosto de 2014, los jefes del espionaje africano que integran el Comité de Inteligencia y Servicios de Seguridad de África (CISSA), perteneciente a la Unión Africana, se reunieron en Nairobi. Allí, expresaron su profunda preocupación por la creciente amenaza que representa el Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIS, por su sigla en inglés) y la posibilidad de que este grupo extremista pueda influenciar a los propios yihadistas del continente africano. Entre los temas que más preocupan a dichos jefes se encuentran “la construcción de una alianza mundial por parte de grupos terroristas, la existencia de fuentes sofisticadas de financiación y las permeables fronteras africanas”.

El único riesgo de que el ISIS se establezca en África es mediante los grupos yihadistas organizados del continente. De esto se deriva la pregunta: ¿Existen relaciones entre el ISIS y estas organizaciones?

A continuación se describe la postura de los principales grupos terroristas africanos:

Boko Haram

Actualmente, este grupo nigeriano es el más letal de todas las organizaciones terroristas del continente africano. Además de ser conocido por sus bombardeos, secuestros y robos a bancos, durante los últimos dos meses el Boko Haram logró apoderarse de una gran franja de territorio (táctica inspirada, supuestamente, por las acciones del ISIS en Irak y la zona del Levante). Abu Bakr Shekau, el entonces líder del grupo, alardeó de la toma de Gwoza definiéndola como un “estado dentro de los estados islámicos”.

En julio, Shekau declaró públicamente su apoyo al ISIS. Pero, lo interesante de su declaración fue que agradeció, oró y alabó por igual a tres notorios líderes yihadistas: Abu Bakr Al-Baghdadi –del ISIS–, al Dr. Ayman al-Zawahiri –de Al-Qaeda– y al Mullah Omar –talibán–.

Sería importante analizar si los líderes del Boko Haram estiman que esos tres grupos poseen el mismo estatus que su propia organización. De cualquier modo, Boko Haram suele autodefinirse como un grupo yihadista independiente del resto, que elude alianzas e implicaciones con otras organizaciones yihadistas de escala mundial. De hecho, el Departamento de Estado de los Estados Unidos descartó que exista cualquier tipo de afiliación entre Boko Haram y el núcleo central de Al Qaeda. Por otro lado, el apoyo público de Shekau al ISIS podría ser explicado, simplemente, como una demostración más del afán de este errático personaje por la autopromoción.

La prioridad actual del ISIS consiste en fortalecer sus posiciones en el Levante y defenderse de los ataques aéreos dirigidos por los norteamericanos. Para los líderes del ISIS, el único califato de facto que importa es el suyo. Por consiguiente, todos los grupos yihadistas existentes (así como los territorios bajo su control) se encontrarían bajo su jurisdicción. Según una declaración del ISIS: “La legalidad de todos los emiratos, grupos, estados y organizaciones queda anulada frente a la expansión de la autoridad del califato y el arribo de sus tropas a las áreas controladas por aquellos”.

AQMI

El grupo Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), una rama del núcleo central de Al Qaeda, liderada por Abdelmaled Droukdel y que opera en vastas zonas de Argelia y el norte de Malí, rechazó la autoproclamación del ISIS como califato islámico. En julio de 2014, Droukdel enfatizó que el Bay’at (juramento de lealtad) de AQMI a Zawahiri continúa vigente.

Sin embargo, varios grupos escindidos de AQMI se pronunciaron a favor del ISIS. Entre quienes brindaron su apoyo, la figura más reconocida es la del exjuez de la región central controlada por AQMI, Abu-Abdullah Othman al-Asemi. Otro grupo, autodenominado Jund al-Khilafah (Soldados del Califato), se separó de AQMI y juró lealtad al ISIS.

Por el momento, los grupos leales a Al Qaeda reinan en los países del Magreb, particularmente en Argelia y Mali, pero la ecuación podría cambiar si el ISIS se expande por fuera del Levante. Bajo el mando de Droukdel, AQMI funciona como un grupo autosuficiente que, desde 2003, llegó a obtener $50 millones a partir de rescates por secuestros.

Túnez

Túnez se convirtió en una incubadora de yihadistas para la lucha en Irak y el Levante. La cantidad exacta de tunecinos que pelean hoy para el ISIS es incierta, pero Abdel Bari Atwan, exeditor del Al-Quds al-Arabi (con base en Londres) y entendido en grupos yihadistas árabes, estima que serían 5.000, más unos 2.000 argelinos. Según estadísticas compiladas por la BBC (en inglés), de los diez países que enviaron la mayor cantidad de combatientes a dicha zona, tres (Túnez, Marruecos y Libia) se encuentran en el norte de África y entre los tunecinos se contarían 3.000, aproximadamente.
http://www.bbc.com/news/world-middle-east-27838034

Esta última cifra se acerca más a los 2.400 hombres declarados oficialmente por el Ministerio del Interior de Túnez. Según el periódico tunecino Al-Shorouk, la mayoría de los combatientes de su país se adhieren al ISIS, mientras que los argelinos y marroquíes luchan para el frente Al-Nusra (asociado con Al Qaeda). El gobierno de Túnez declaró que 400 yihadistas tunecinos ya regresaron a su país. También es interesante destacar que dicho gobierno prohibió a 9.000 jóvenes tunesinos viajar a Irak y la zona del Levante.

Recientemente, en Túnez se produjeron escaramuzas entre los yihadistas tunecinos que peleaban junto al ISIS y quienes luchaban para el frente Al-Nusra. Un grupo disidente del AQMI, llamado brigada Uqba Ibn Nafi, anunció su apoyo al ISIS. Existe el temor de que los enfrentamientos armados entre estas dos ramas yihadistas deriven en una guerra sanguinaria, tal como ocurrió en Siria (donde los choques entre el ISIS y Al-Nusra escalaron progresivamente). Los servicios de seguridad de Túnez, agobiados ya por intentar evitar que los conflictos de Libia avancen sobre su país, tendrán aún más trabajo que hacer.

Libia

Los combatientes libios se mantienen activos en Siria y pelean bajo la bandera del ISIS gracias al financiamiento masivo que recibieron estos yihadistas por parte de Catar y a las enormes reservas de armas que heredaron por parte de Gadafi. De hecho, si algo distingue a Libia de otras naciones yihadistas de África del Norte es su equipamiento. Según un informe de la ONU publicado en marzo de 2014, Libia se convirtió en una importante fuente de armas para los combatientes en Siria. También existen informes que indican que una milicia libia, llamada Brigada al-Battar, regresó de Siria y se estableció en Bengasi.

Al-Shabaab

En agosto de 2014, Abu al-Ayna al-Khorasani, un líder del ISIS, invitó públicamente al grupo Al-Shabaab a unírsele en lo que él denominó “la lucha global contra los intereses estadounidenses”. Sorprendentemente, los líderes de Al-Shabaab ignoraron la exhortación. Este grupo africano es socio de Al Qaeda y, en un futuro cercano, su afiliación al califato del ISIS resulta muy poco probable. A diferencia del Boko Haram y del ISIS, Al-Shabaab no se autodefine como un califato, sino que utilizan el término “emirato”.

Tras ser seleccionado como el nuevo emir de Al-Shabaab, Ahmed Diriye, también llamado Abu Ubaidah, no demoró en declarar su lealtad a Zawahiri. Más aún, Al-Shabaab mantiene lazos estrechos con AQPA (Al Qaeda en la Península Arábica). Aunque la relación entre estos dos grupos no es operacional, sí involucra consultas, apoyo moral mutuo y el intercambio de información fundamental entre Al-Shabaab y el núcleo central de Al Qaeda.

En ciertos informes se asegura que algunos yihadistas extranjeros abandonaron o intentaron abandonar Somalia para sumarse a las luchas del ISIS. Estos yihadistas se habrían decepcionado de los líderes de Al-Shabaab y se habrían escondido en Somalia por miedo a ser cazados por Ahmed Godane, el emir anterior del grupo. Según algunas fuentes, un pequeño grupo de estos desertores fueron arrestados en Kenia mientras intentaban huir de Somalia; sin embargo, aún se esperan las declaraciones de Nairobi con respecto a este tema.

Existen, también, casos documentados de algunos pocos jóvenes somalíes, tanto hombres como mujeres, que se habrían unido al ISIS en Norteamérica y Europa. El fenómeno de mujeres somalíes occidentales uniéndose al ISIS es nuevo. Aún durante el pico de reclutamiento de somalíes por parte de Al-Shabaab en Occidente (hace ya varios años), ninguna mujer se había involucrado con este grupo. Sin embargo, hoy el ISIS intenta que estas mujeres occidentales contraigan matrimonio con sus combatientes. Por otro lado, Al-Shabaab prefiere que sus simpatizantes femeninas occidentales se encarguen de recaudar fondos para el grupo.

Aparentemente y por el momento, el ISIS cuenta con cierto apoyo por parte de grupos menores escindidos de otros grupos yihadistas africanos mayores, principalmente en el norte de África. Si la suerte del grupo extremista cambia y logran expandirse, las repercusiones para el África pueden ser graves. Varios factores favorecen más al ISIS que al núcleo central de Al Qaeda:
El ISIS no es un grupo yihadista común. Cuenta con grandes riquezas a su disposición. Un oficial de inteligencia estadounidense declaró para The Guardian que este grupo radical duplicó sus recursos después de tomar la ciudad de Mosul. Su capital pasó de $875 millones a $2.000 millones, convirtiéndose así en el grupo yihadista más rico del mundo. El ISIS controla, por ejemplo, 6 de los 10 campos petroleros de Siria, además de otros en Irak. Por lo tanto, esta organización posee la capacidad para financiar a los demás grupos yihadistas del África.

En cuanto a su rivalidad con el núcleo central de Al Qaeda, el ISIS está ganando la partida. Las habilidades de este grupo para liderar un ejército permanente, organizar propagandas y presentarse en las redes sociales, así como su crueldad al momento de enfrentar a quienes considera “enemigos del Islam”, le están ayudando a ganar adeptos. Paradójicamente, en comparación con el ISIS, el núcleo central de Al Qaeda parecería ser más blando. Más aún, Al Qaeda no cuenta con recursos financieros ni controla grandes territorios. Y lo que es peor, según la opinión de los yihadistas globales, desde el año 2001 el grupo de Zawahiri no llevó a cabo ningún acto terrorista espectacular.

En África, algunos de los líderes asociados con Al Qaeda, como Mokhtar Belmokhtar, Abdelmaek Doukdel y el libio Mohamed al-Zahawi, del Ansar ash-Sharia, son veteranos de la yihad que pelearon junto a Osama bin Laden. Son leales a Al Qaeda y a su colega Zawahiri. Sin embargo, estos líderes dirigen a generaciones más jóvenes con un menor apego a Zawahiri, a quien consideran menos carismático e inspirador que Bin Laden. Los jóvenes yihadistas norafricanos se muestran mucho más ansiosos por entrar en acción que por mirar videos de su nuevo líder escondiéndose en los confines tribales de Paquistán.

Por el momento, el ISIS se mantiene ocupado en el Levante, pero juró ambiciosamente expandir su califato al resto del mundo y, de hecho, valoran la adición de más combatientes africanos para lograr tal fin. El portavoz del Ministerio del Interior de Túnez, Mohamed al-Aroui, lamentó que “la única manera de tratar [con los yihadistas] es a con el palo”. Desafortunadamente, en su reunión del mes de agosto, los jefes del espionaje africano no discutieron la opción de luchar contra los yihadistas a través de las redes sociales, reducir la corrupción de los gobiernos (una de las principales herramientas de reclutamiento utilizada por estos grupos extremistas) ni analizar los orígenes de la alienación de la juventud africana.

Hassan M. Abukar

African Arguments

[Traducción, Magdalena Saux]

Autor

  • Hassan M. Abukar es un analista político somalí. Estudió Política comparada en la Universidad de California, en San Diego. En la actualidad reside en Elk Grove, EE.UU. Escribe, entre otros medios de comunicación, para Sahan Journal (http://sahanjournal.com/), portal web informativo que cubre el Cueno de África, así como África Oriental y la diaspora somalí.

    Sus datos de contacto son: abukar60@yahoo.com / @xmabukar

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