Excombatientes de las Forces Nouvelles de Costa de Marfil: “Ya no estamos dispuesto a retomar la guerra”

15/04/2009 | Crónicas y reportajes

Jóvenes excombatientes de las Forces Nouvelles de Bouaké proclaman a los cuatro vientos que sus acciones se enmarcan en el proceso de paz que se está llevando a cabo en Costa de Marfil. Juran que no estarían dispuestos a retomar las armas por nada del mundo.

“Ya no estamos dispuesto a retomar la guerra. En esta vida hace falta saber lo que se quiere y parar en el momento adecuado. Actualmente, el único problema que tenemos es la reinserción social. Que los políticos se metan en la cabeza que no retomaremos las armas por nada del mundo. Estamos cansados de la guerra que además, no nos aportó nada. Ustedes ven nuestras condiciones de vida. Es duro”.

Esto nos lo ha confesado un grupo de jóvenes excombatientes que pertenecieron a las Forces Nouvelles y con los cuales pasamos unas cuantas horas los días 19 y 20 de marzo de 2009 en Bouaké.

Estos jóvenes, doce en total, que han querido permanecer en el anonimato, no ocultaron la decepción que sentían. La inopia en la que viven ahora es debido a algo, un acuerdo que, de ahora en adelante, les obliga a detener las extorsiones, su único medio de subsistencia. No obstante, hoy en día su única esperanza está en el respeto al acuerdo político de Ouagadougou. “Estamos convencidos de que nuestra salvación reside en la aplicación estricta del acuerdo político de Ouagadougou, firmado el 4 de marzo de 2007, así como en los demás acuerdos complementarios” aseguró K.A, que añade: “Nuestros jefes ganaron esta guerra, mientras que nosotros estábamos en todos los frentes, arriesgando nuestras vidas”, además K.A. nos dijo que tomó las armas muy a su pesar. “Soy militante del Frente Popular de Costa de Marfil, si tomé las armas fue para salvar mi vida” confesó. Antes de proseguir afirma que “algunos de mis amigos del barrio sabían mi pertenencia a este grupo político. Al comienzo de la guerra, salí de casa para evitar el destino que habían conocido mis compañeros y, mientras estaba fuera, mi hermana pequeña me llamó para decirme que los rebeldes me buscaban y entonces fui a unirme a ellos ya que no podía irme ni a Yamoussoukro ni a Abidjan. De esta forma me convertí en un rebelde a mi pesar. A día de hoy, tanto mi amigos como yo no pensamos en otra cosa que no sea nuestro porvenir”.

Hoy en día, K.A. se arrepiente de haber tomado las armas como lo hicieron otros jóvenes del grupo con los que comemos, en un ambiente muy amistoso, en un monte situado cerca de la prefactura de policía.

Estos jóvenes excombatientes de las Forces Nouvelles quieren volver a la República y es por eso por lo que, según ellos, no se esconden a la hora de pedir dinero a todas las personas que entran en autobús a la capital del Centro “No extorsionamos. Si lo hiciéramos, nos esconderíamos. El dinero que nos dan los pasajeros nos sirve para asegurarnos el día a día”, explica Sina D. Para convencernos de que los ex rebeldes no extorsionan, K.A. añade “En Abidjan dicen que aquí extorsionamos a la gente y eso nos perjudica, porque ustedes saben que si se habla de extorsión, son la policía y los gendarmes los que están en las carreteras y caminos. No controlan a nadie. A las personas que no llevan consigo el carnet de identidad los hacen pagar 1.000 FCFA o 2.000 FCFA (1,52 euros o 3,05 euros). Y sin embargo, el estado les paga. Nosotros no escondemos lo que obtenemos de los pasajeros, ellos sí”.

Con aire serio y en un tono apenas amenazante, nos insta a comprender su situación “Eviten decir que extorsionamos, ¿con qué quiere que vivamos?”, pregunta.

Entonces, ¿cuánto pueden ganar diariamente? “Eso varía según el número de personas que entran en nuestra zona. Después, hay personas que dan 50 FCFA (0,076 euros), otros 100 FCFA (0,15 euros). Los más amables nos dan 200 FCFA (0,3 euros). En realidad, es eso lo que obtenemos. Ahora, si alguien nos da 500 FCFA (0,75 euros), nos ponemos contentos y le damos las gracias. En todo caso, por el número de personas que somos no ganamos mucho pero nos apañamos, esperando que el estado tenga los medios para tomarnos en cuenta”, responde Sina D.

En cuanto al tema de saber si los excombatientes de las Forces Nouvelles están siendo sinceros en su renuncia a una hipotética retoma de las armas, nuestros interlocutores nos tranquilizan. “¿Ven todavía circulando armas? Es verdad que aquí con ustedes tenemos una pero nosotros expresamos la voluntad de todas las personas de las zonas CNO. Nadie nos podrá convencer para que retomemos las armas”, dice Koné S. Entonces, ¿a qué se debe la violencia que se ha observado en Bouaké y Séguéla? “Saben que no es fácil dominar el comportamiento de todo el mundo. Los duros agentes de las fuerzas del orden han cometido también actos parecidos en zona gubernamental, pero eso no quiere decir que queramos volver a la guerra, mantenemos que nadie, ni nuestros jefes, pueden convencernos para que retomemos las armas. Ellos tuvieron su parte. Esperamos a que el estado nos dé los medios para integrarnos en la sociedad. Eso es todo” se tranquiliza Sina D.

Publicado en Notre Voie, de Costa de Marfil, el 26 de marzo de 2009.

Traducido por Raquel Barrajón, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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