Etiopía se enfrenta a un brote de virus de Marburgo, confirmando tres muertes y poniendo en alerta a la región. Las autoridades han aislado a 129 personas en contacto con casos confirmados. El brote, detectado cerca de la frontera con Sudán del Sur, ha llevado a una respuesta nacional coordinada, incluyendo centros de emergencia y equipos de respuesta rápida.
El virus de Marburgo, similar al Ébola, causa fiebre alta, dolores y hemorragias, con una tasa de mortalidad que puede llegar al 88 %. La OMS y los CDC de África están apoyando los esfuerzos de contención. Se están implementando campañas de concienciación y se insta a las personas con síntomas a buscar atención médica. Este brote se suma a una serie de emergencias de fiebre hemorrágica en África Oriental, con casos previos en Tanzania y Ruanda.
Datos clave facilitados por la OMS
Los murciélagos frugívoros (Rousettus aegypti), de la familia Pteropodidae, se consideran huéspedes naturales del virus de Marburgo. Este virus se transmite a las personas a través de los murciélagos frugívoros y se propaga entre humanos por vía de persona a persona.
No existe un tratamiento antiviral específico ni una vacuna para esta enfermedad que tiene una tasa de letalidad que ha oscilado entre el 24 % y el 88 %.
La fiebre hemorrágica de Marburgo se detectó por primera vez en 1967 tras brotes simultáneos en Marburgo (ciudad que le da nombre) y Fráncfort (Alemania), y en Belgrado (Serbia). Los virus de Marburgo y del Ébola pertenecen a la familia Filoviridae (filovirus). Aunque causadas por virus diferentes, ambas enfermedades presentan similitudes clínicas. Son poco frecuentes y tienen la capacidad de provocar brotes devastadores con altas tasas de mortalidad.
Aún no existe un tratamiento específico ni una vacuna para la fiebre hemorrágica de Meconio (FHM). Se están probando varias vacunas candidatas, pero podrían pasar varios años antes de que alguna esté disponible. Nuevas terapias farmacológicas han mostrado resultados prometedores en estudios de laboratorio y actualmente se encuentran en evaluación. Los casos graves requieren cuidados intensivos, ya que los pacientes suelen necesitar líquidos intravenosos o rehidratación oral con soluciones electrolíticas.
[CIDAF-UCM]


