Etiopía ha quemado seis toneladas de marfil de elefante incautado, a la vez que ha prometido una política de “tolerancia cero” contra los cazadores furtivos y traficantes.
El incendio incluía enormes colmillos, tallas trabajadas, collares y pulseras, y se produjo dos semanas después de que su vecino Kenia realizara un gesto similar para demostrar el compromiso de proteger a los elefantes de África.
«El mensaje que estamos enviando es que tenemos tolerancia cero con la caza furtiva y el tráfico ilegal”, declaró el director de la Autoridad para la Conservación de la Vida Salvaje de Etiopía. “Estamos intentando salvar a los elefantes de la extinción”.
Las autoridades han informado de que el marfil quemado era material acumulado durante los últimos 20 años, procedente de elefantes sacrificados en Etiopía o incautados en el aeropuerto de Addis Abeba, y su valor en el mercado de negro se acercaba a los 15 millones de dólares.
La población de elefantes de Etiopía ha disminuido durante este período, y la estimación más reciente señala la existencia de 1.800 elefantes.
Ian Crag, de “Stop Ivory”, ha indicado que el objetivo de estas quemas es el de hacer que el marfil sea visto como algo sin valor, que provoque la creciente importancia de los elefantes vivos y que no se contemple la exportación del marfil para ninguna economía nacional. “Esto no es una obra de arte”, ha afirmado.
Addis Ababa Online – Fundación Sur
Traducción de Iris Pugnaire Sáez
