Etiopía. Pobre Azeb Mesfin y su nuevo gran palacio

11/04/2011 | Opinión

A principios de este año, Eduardo Molano, corresponsal en África del periódico español, ABC Internacional, presentó un informe, “Extravagancia ilimitada de Primeras Damas Africanas”, que se enfocaba en algunas de las esposas, notablemente corruptas y codiciosas, de dictadores del continente que le han estado robando a las naciones de extremada pobreza. El informe revelaba, entre otras cosas, que la esposa de Robert Mugabe, Grace Mugabe, posee alrededor de 3,000 pares de zapatos mientras que, la reina depuesta del cargo de avaricia, Leila Trabelsi de Túnez, escapó con 1.5 toneladas de oro.

Lo que fue aún más interesante para la mayoría de los etíopes fue la revelación que ABC Internacional hizo sobre nuestra primera dama de corrupción, Azeb Mesfin, quien ha estado desviando fondos de millones de dólares de los hambrientos de Etiopía. Según Molano, la esposa de Meles Zenawi gastó 1.2 millones de euros simplemente en uno de sus derroches en compras por Europa. Aunque Meles recientemente le ha dicho a la nación que su sueldo era de 6400 birr (267,53€). Fácilmente podemos conjeturar que el ingreso combinado de la pareja no sería suficiente para poder malgastar millones de dólares en joyería, ropa de diseñadores, perfumes, gemas y otros brillantes.

Uno podría esperar que la emperatriz Azeb demandase al periódico español por libelo y difamación. Dado el hecho de que ella, no intencionadamente, había desafiado a cualquiera que tuviese información, incluyendo el gobierno americano, a probar cualquier alegación de robo y corrupción en contra de ella y de su marido, es todavía bastante sorprendente el hecho de que Azeb haya elegido no refutar el informe de un periódico europeo bien informado. Después de tres meses, no hubo comentario, ninguna negativa y ninguna declaración de palacio a pesar de la gravedad de las alegaciones. Azeb y su marido, quienes son lo suficientemente afortunados para ser inmunes a la investigación de su propia comisión de anticorrupción, que ha estado enviando a la cárcel a miles de soldados rasos cada año, silenciosamente han continuado con los negocios como siempre.

En febrero del 2008, se nos dijo que Meles y Azeb contrataron a Francesco Saverio Anticili, el arquitecto italiano y diseñador de interiores del Palacio de Jubileo del emperador Haile Selassie. Anticini declaró al periódico Capital que había pasado meses sólo en preparar la medición del extenso palacio, el cual tiene cerca de 100 habitaciones. Los tiranos pagaron a la compañía de Anticini y a los contratistas decenas de millones de dólares para renovar y amueblar de nuevo el palacio. Según Azeb, el palacio es una herencia histórica de los etíopes, sin embargo, ningún etíope tiene permitido el paso a este fuertemente custodiado bastión de tiranos corruptos y opresores y mucho menos permitir a ninguno poseerlo.

Todas estas cosas se han dicho acerca de la codicia desenfrenada y corrupción de Meles y Azeb. Su fuente de ingresos denominada Fondo de Donación para la Rehabilitación de Tigray (EFFORT), que controla una participación significativa en la economía de Etiopía, ha sido un tema de intenso debate desde su comienzo. Un reciente informe de un periódico local, Ethiopian Reporter, ha confirmado que a Meles y Azeb no les importa en absoluto. La historia, apropiadamente titulada «PM para obtener la residencia lujosa», habla de la puesta en marcha de un plan asombroso para construir un nuevo palacio para la comodidad de nuestro gobernante y su esposa. Al parecer, la pareja, que controla privilegiados, pero ilegales, negocios multimillonarios, poco se preocupan por sus registros de la corrupción, la avaricia, el robo, la extravagancia y la vanidad excesiva en un país que todavía sufren de hambre y la pobreza extrema.

El despilfarrante proyecto es enorme y encabezado por nada menos que por la ‘Leila Trabelsi de Etiopía’, Azeb Mesfin. Algunos días después de que el régimen Meles hiciera saltar otra alarma en la comunidad internacional para enviar ayuda alimentaria de emergencia a 3 millones de personas, se informaba de que Azeb había estado supervisando la construcción de un nuevo palacio dentro del extenso recinto del gran palacio con un coste de cerca de 82 millones de birrs, según Addis Fortune. El nuevo palacio tendrá pistas de tenis, piscinas, casas de huéspedes y cientos de habitaciones. No parece preocupar a la pareja de corruptos que sólo en los últimos cinco años, unos 10 millones de compañeros etíopes han dependido de la ayuda alimentaria cada año. Cerca de siete millones de personas, incluyendo uno de cada tres hogares en Tigray, en cuyo nombre los tiranos roban a la nación, sobreviven con los planes de alimentos por trabajo para sostener su miseria.

Después de que las noticias del proyecto del palacio secreto se filtrasen, el palacio tuvo que dar una razón absurda de por qué la famélica Etiopía necesitaba un nuevo palacio para alojar a una pareja que roba y abusa de la nación. Hace una semana, Reporter contaba el siguiente relato cómico que el periódico publicaba en dos breves párrafos. Según el Reporter, desde palacio se manifestó que la «nueva residencia» [palacio] que se está construyendo en las instalaciones del gran palacio no estaba destinado sólo para ser la residencia del primer ministro Meles Zenawi. El primer ministro dio su aprobación para la puesta en marcha del proyecto después de que él se diese cuenta de que su «sucesor» no sería capaz de construir el palacio, ya que podría interpretarse como un abuso de poder. En otras palabras, Meles Zenawi, puso su propia «reputación» en entredicho para salvar a sus sucesores de posibles acusaciones de extravagancia, corrupción y abuso de poder. ¡Qué gracioso! Es muy cierto que el que vive en el agua no tiene miedo de las fuertes lluvias.

Bueno, hay crisis de todo en Etiopía. La comida es escasa y la vivienda es un dolor de cabeza perenne. La respuesta es lo que ellos llaman «plan de crecimiento y transformación», que parece incluir la construcción de un palacio nuevo de lujo para Azeb y Meles. Esta es la mejor transformación que cualquier familia real ‘creativa’ de corruptos pueda pensar para una nación hambrienta.

Uno puede recordar la entrevista más cómica de Azeb Mesfin en la que afirmaba que ella y su marido eran los más pobres entre los gobernantes. La simple pregunta que se le hizo la hacía parecer como un ratón atrapado en una trampa y a duras penas explicaba cómo su marido ni siquiera conocía los colores de los billetes etíopes y de cómo los dos luchaban por enviar a sus hijos a la escuela.

En uno de sus viajes a Suecia, según Azeb, algunos suecos les presentaban a ella y a su esposo como los más pobres de entre los gobernantes. No olvidemos que incluso un niño podría suponer que toda esta invención es una mentira. Pero incluso llegó a decir que ella es tan generosa que hay once chicos de la calle que dependen de su bondad. «Cada vez que consigo algo de dinero, les doy lo que tenga en mi mano. Ellos son como mis propios hijos», dijo la reina de la corrupción parpadeando. Imagínese lo mucho que quiere a sus «niños sin hogar.» En otras palabras, que sostiene su miseria manteniendo a sus niños de la calle en el frío. ¿Qué tipo de generosidad es esa? Puede que estos niños se hayan graduado ya en la universidad. Gracias a Dios es una mentira. ¡Sabemos que nunca le importa!

«Si necesitásemos dinero no se lo robaríamos a la gente de Etiopía», dijo. Según la señora Azeb, si quisiera dinero, habría obligado a Meles a dejar el poder porque tiene un «cerebro» que se puede vender en cualquier mercado laboral. Este habría sido el mejor favor que podía hacerle a Etiopía aunque nadie compraría la mente enferma de un peligroso asesino. Pero está claro que la pobre dama, que parece ser inevitablemente ingenua y vanidosa, está apartada de la realidad y del mundo en el que vive. Este hecho también explica por qué presionó agresivamente para la construcción de un nuevo palacio en un país donde la mayoría de los etíopes no pueden permitirse una comida decente y no tienen acceso al agua potable. Las principales enfermedades que matan a millones de etíopes, como los insectos son transmitidas por el agua. Para la mayoría, el agua del grifo es un lujo.

Hace unos años a Meles Zenawi se le preguntó por qué el gobierno no renovaba el estadio de Addis Abeba antes de que se derrumbase sobre la gente. Evitó la pregunta diciendo que la prioridad de su gobierno no estaba en gastar dinero en los estadios. Dijo que el asegurar la alimentación y la realización del desarrollo rural eran sus prioridades.

Como de costumbre, Meles no debe ser tomado en serio cada vez que cuenta sus contradictorias mentiras. Unos meses después de que ridiculizase la idea de renovación del estadio Addis Abeba, a la nación se le decía que el gobierno lanzaba un proyecto para construir un nuevo estadio en Mekele con un desembolso de 220 millones de birr. En mayo de 2008, el hombre que estaba supervisando el proyecto, el ingeniero Assefa Taddelle, dijo al reportero Girmay Gebru de VOA, que el proyecto del estadio Mekele era bueno para el desarrollo económico de Etiopía. «Es una inversión en la economía nacional de Etiopía y será un icono de Mekelle, el centro administrativo del Estado de Tigray,» dijo Assefa.

Etiopía está necesitada. La mayoría de su pueblo sigue sufriendo los desastres naturales y los provocados por la mano del hombre. Millones de campesinos pierden sus tierras, Meles y Azeb venden más de 3 millones de hectáreas de tierras a industrias agrarias extranjeras.

A pesar de las exageraciones del desarrollo económico de dos dígitos, sólo el 22 por ciento de 80 millones de etíopes tienen acceso al agua potable, según UNICEF. También se informó el año pasado de que, tan sólo en Addis Ababa, 3 millones de etíopes no tienen acceso a retretes adecuados. La gran mayoría de las personas en las zonas rurales de Etiopía no han visto nunca un baño y mucho menos han tenido uno.

Cerca del 85 por ciento de los etíopes viven en chozas mal construidas y con techos de paja que no son adecuados para el uso humano. La mayoría de las escuelas en Etiopía tienen bibliotecas y libros. Sobre el 78 por ciento de la población etíope vive en la oscuridad, puesto que no tienen acceso a la electricidad. Más de 10 millones de personas reciben ayuda alimentaria al año. La respuesta de Meles Zenawi y Azeb Mesfin para estas y otras tragedias es la construcción de un palacio nuevo, a expensas de los pobres que ni siquiera pueden darse el lujo de comer o de tener acceso a una sanidad básica y agua potable. Si esto no es corrupción y robo a mano armada, ¿cómo lo llamarán Meles y Azeb?

Meles y Azeb no parecen entender que los etíopes no necesitan líderes que vivan lejos de la realidad en lujosos palacios y torres. Necesitamos gente que no sirva a sus propios intereses y a los de sus cómplices capitalistas. Necesitamos líderes más cercanos a la gente que los tiranos vanidosos que despilfarran la riqueza de los pobres en palacios que nadie valora. Los líderes deben ser próximos a los que con valentía rechazan los excesos, los crímenes y la corrupción de tiranos, incluyendo a los que viven en un gran palacio. Se estima que el costo para las pobres gentes de Etiopía es más de 50 millones de birr al año para satisfacer las necesidades básicas de la familia real y financiar sus lujosos estilos de vida incluyendo los ilimitados viajes en avión. Ellos han vivido en un gran palacio, uno de los palacios más lujosos de África, durante casi veinte años. Sin embargo, como dice el refrán, la pobreza necesita mucho, pero la codicia necesita todo.

¿Quién está en línea de sucesión para ser el próximo Primer Ministro de Etiopía? Todas las evidencias apuntan que la única mujer «competente» que se ha colocado como segundo al mando en la escala de poder es la vanidosa reina de la corrupción, Azeb Mesfin. Esa parece ser la única razón por la que se encarga de casi todo, incluyendo ser la jefa de proyecto del nuevo palacio de corrupción. ¿Qué pueden hacer 82 millones de birr en Etiopía? ¡Sólo construir un palacio para dos personas y sus hijos! ¡El drama Meles-Azeb es ignominioso e intolerable! Su opresión, la crueldad, la corrupción, la explotación, la codicia y la avaricia debe terminar lo antes posible. Los etíopes han de unirse en esta batalla épica contra el cruel rey y la reina de la corrupción, así como sus cómplices. Tenemos que reclamar nuestro destino común y la Libertad como Etíopes. Etiopía se merece un futuro mejor para todo su pueblo.

Por Gellaw Abebe

(Publicado en Addis Voice, Etiopía, 29-03-11)

Traducido por Daniel Escorial Marqués.

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