El pasado día 27 de enero, Etiopía rechazó la posibilidad de volver a enviar sus tropas a Somalia, después de que la línea más dura de los islamistas tomase el control de Baidoa, la ciudad sede del parlamento de Somalia (aunque no se reúne allí por motivos de seguridad), poco después de que los soldados etíopes abandonasen Somalia por completo.
El ministro de Exteriores de Etiopía ha acusado a Al Shabab de utilizar el pretexto de la presencia de las tropas etíopes para montar una campaña de violencia en el país, que ya ha dejado 16.000 muertos.
“Ahora que las tropas etíopes están completamente fuera de Somalia, tienen una agenda diferente, y está llevando a Somalia al borde de la fragmentación. No debería permitírseles hacer que Somalia caiga en semejante desastre”, aseguró el ministro etíope.
Al mismo tiempo que reiteraba que Etiopía no tiene intención de volver a Somalia, después de no haber podido lograr la estabilidad a un país que lleva sin gobierno efectivo desde 1991.
“no creo que los soldados etíopes estén preparados para volver a pisar Somalia, eso está descartado. Pero haremos todo lo que esté en nuestra mano para apoyar a la AMISOM, la misión de la Unión Africana en Somalia, y las instituciones somalíes para combatir la anarquía y los actos terroristas dentro del país”, declaró.
Antes, el máximo diplomático de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping habló confiado sobre la suma de batallones de Uganda y Nigeria, a la fuerza de 3.500 soldados de la AMISOM, que trabaja conjuntamente con 10.000 miembros del personal de seguridad de Somalia. Pero la fuerza conjunta apenas controla una pequeña parte de la capital, Mogadiscio.
Ping no hizo mucho caso a la noticia de la caída de Baidoa, asegurando que era algo esperado y describió las condiciones de seguridad como “menos graves” de los que se cree.
(Shabelle, Somalia, 28-01-09)