El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado que está revisando su relación con Tanzania tras la brutal represión ejercida sobre los manifestantes a raíz de las controversiales elecciones de octubre de este año, que dejaron cientos de muertos y otros tantos detenidos, aunque el gobierno niega estas cifras. De hecho, Samia Suluhu, la presidenta de Tanzania, ha confirmado que están llevando a cabo una investigación desde el Estado al respecto, solicitando a la comunidad internacional que les dejen terminarlo con tranquilidad. A lo que actores internacionales han respondido que apoyan la investigación, pero hacen hincapié en la necesidad de que se desarrolle de manera transparente, independiente y que involucre a los distintos sectores de la sociedad.
Por su parte, EEUU ha declarado que su preocupación se debe a la puesta en riesgo de la vida de “ciudadanos estadounidenses, a los turistas y a los intereses de EE. UU. en Tanzania”, afirmando que sus acciones han amenazado la estabilidad de la relación bilateral entre ambos países, consolidada durante las últimas décadas. De hecho, desde que Suluhu llegó al poder en 2021, se ha esforzado en estrechar lazos con EE. UU., por lo que esta situación sería un paso atrás en sus esfuerzos diplomáticos.
Además, EE. UU. ha declarado su preocupación ante la represión a la libertad religiosa y de opinión, obstáculos para las inversiones de EE. UU. y violencia contra civiles. Una investigación de la CNN descubrió que la policía había disparado a manifestantes indefensos; consiguiendo material informativo que demostraba la brutalidad cometida incluso contra los manifestantes más jóvenes. Por otro lado, la empresa Meta ha confirmado que se censuró las redes sociales a dos activistas de Tanzania que informaban de la violencia que se estaba dando.
Expertos de derechos humanos de la ONU han informado de entierros de los manifestantes asesinados en fosas comunes no identificadas, exigiendo que se identifiquen los cuerpos, se informe a las familias y se les devuelvan los restos con la mayor dignidad posible. A este respecto, otras embajadas como las de Reino Unido, Canadá o Francia, junto con otros trece países occidentales, han perdido en un comunicado conjunto que se entreguen los cuerpos de las personas asesinadas a sus respectivas familias.
Samia respondió que investigaría la violencia pero niega la veracidad de estos informes. Además, afirma que las elecciones fueron justas. Sin embargo estos enfrentamientos supusieron la mayor crisis políticas que el país ha vivido en décadas.
Fuente: Daily Nation – Daily Post
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