El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones a tres empresas sudanesas por, presuntamente, prestar apoyo financiero a la guerra en curso en el país. Las entidades sancionadas son Alkhaleej Bank y Al-Fakher Advanced Works, ambas controladas por los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR) y Zadna International, quien, vinculada al ejército sudanés, también se enfrentará a las sanciones. A finales de enero el Consejo Europeo había adoptado sanciones contra 6 entidades implicadas en la guerra de Sudán por “apoyar actividades que socavan la estabilidad y la transición política de Sudán”.
El Departamento del Tesoro estadounidense justificó estas medidas alegando que estas empresas “han contribuido a desestabilizar Sudán mediante actividades como el blanqueo de dinero y la recaudación de fondos a través de las exportaciones de oro”.
Estas sanciones forman parte de una estrategia más amplia mediante la cual la comunidad internacional pretende superar el bloqueo vigente en ambas partes al establecimiento de un marco de diálogo y hacer frente a los más de nueve meses de conflicto en Sudán, que, según informes de la ONU, ha causado más de 12.000 muertos y ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares.
Tanto el ejército sudanés como la RSF han sido acusados de cometer crímenes de guerra por diversos gobiernos mundiales, entre ellos el estadounidense, así como por múltiples asociaciones en defensa de los Derechos Humanos. Desde el comienzo de las hostilidades los esfuerzos internacionales han tenido como objetivo intentar paliar la grave crisis humanitaria en la que se encuentra sumida el país africano; con estas medidas de presión se espera debilitar a ambos bandos y mitigar el derramamiento de sangre.
Fuente: Sudan Tribune – Imagen de Cuerpo: Wikimedia Commons
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]
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