El manual de la OTAN se pensó para frenar la superioridad acorazada del Pacto de Varsovia al otro lado del muro y taponar la salida al atlántico de aquel esperpento llamado URSS. En contraste, el de la CIA, se parió para “solucionar” amenazas si no menores, sí más desdibujadas o poco definidas. Y es precisamente esa segunda concepción la que se ha tornado en la principal preocupación de occidente. Los chicos de Langley no iban desencaminados. El integrismo, en sus muchas acepciones y franquicias, se ha revelado cual problema de difícil solución bajo los métodos convencionales. La experiencia francesa y su teoría del preposicionamiento estratégico en el Sahel y sus inmediaciones parece haber dado resultado a la hora de estabilizar Mali; pero los brotes, en un territorio inabarcable en lo humano, no tardan en reaparecer y con ello la inseguridad. En la triple frontera Chad-Nigeria-Níger, regulares, tribus a sueldo y mercenarios, de los muchos que a comisión recorren el Sahel, todos en nómina del gobierno de Chad-Níger, que a su vez es pagado por quien ya todos sabemos, parecen empezar a haber ganado la partida al movimiento integrista Boko Haram. Y es que el desvalijamiento del arsenal libio llega hasta el sótano del Sahara. Soluciones cartesianas contra un enemigo relativamente competente al que con preparación militar se le acaba venciendo ¿Pero cómo derrotar lo ideológico? El integrismo es permeable con la concepción de crimen organizado. Simbiosis.
Los talibanes eran y son catalizadores del opio y algo similar sucede en el profundo sur libio con el tráfico personas, armas y drogas. Recientemente, ha saltado a las redes sociales un portal registrado en Egipto denominado Elafabook y @5elafabook, su gemelo de Twitter. La dirección web ha sido eliminada. Si se teclea aparece el mensaje 503Error ¿Una broma o podría tratarse de la versión islamista de Facebook? De cualquier manera, Internet es una vía por la que el islamismo se da a conocer; ya sea en forma de decapitaciones, captando seguidores o si se les presenta la oportunidad, con el ciberataque. Los portales de perfil yihadista proliferan a mayor velocidad de lo que Facebook y Twitter los pueden cerrar y, la estimación que unos cien mil seguidores durmientes – cifras del MI6 – podrían tornarse en activos, son una evidencia de lo complejo que es atajar la cuestión. Tecleen Kilafahbook…y vean.
CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL.