No he querido escribir estas líneas hasta que no ha salido el programa sobre el que les voy a hablar hoy. Hace algunas semanas, recibí un correo electrónico de Luis, un miembro del equipo de Españoles en el Mundo me decían que iban a venir a Uganda y me preguntaban si era posible venir hasta Lira (que está a 340 Km de la capital) y grabar sobre mi vida y mi trabajo. Yo dije que sí porque casi siempre digo que sí a todo (algún día espero cambiar)
Pues al final vinieron, Luis al cargo del guión y Jesús en la cámara… una pareja encantadora que, gracias a las experiencias que habían tenido en diferentes sitios del país, venían ya muy convencidos de que África en general y Uganda en particular es mucho más que pobreza, hambre y miseria. Con ellos nos adentramos en la realidad que me rodea aquí en Lira, les enseñé la radio en la que trabajo y los problemas de este contexto tan particular del Norte de Uganda, donde durante decenas de años se ha vivido o se ha sobrevivido con la amenaza constante de la violencia.
Aparte de enseñarles la emisora donde trabajo y presentarles a parte de mi equipo, me pidieron que si había un monumento o sitio relevante que les pudiera mostrar. Decidí llevarlos a la escuela de Aboke (que va a ser conocida mucho más en los próximos meses cuando Uma Thurman termine la película que está haciendo en Sudáfrica sobre esta historia) que no es un monumento de piedra, sino un monumento espiritual y de coraje después de que en 1996 los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor secuestraran a 139 niñas, de las cuales posteriormente volvieron 109 gracias a las gestiones de una monja temeraria. Creo que les gustó el lugar y el mensaje del mismo.
La verdad es que un programa así, aparte de las ideas que puede aclarar en unos pocos minutos sobre una realidad tan diferente y compleja como es la africana, es un privilegio para nosotros, los que estamos inmersos en el día a día de este continente. Son cientos de veces en las que, en nuestros encuentros con familia y amigos, hemos intentado describir las circunstancias en las que trabajamos, lo impresionante que puede ser este continente y la amabilidad de sus gentes, pero todo queda en puro intento porque solo podemos contar, no podemos transmitir sentimientos. Gracias a la magia de la televisión, hemos tenido la suerte de que estos dos profesionales puedan presentar de manera sucinta lo que somos y hacemos y el contexto en el qu enos movemos. Son, al fin y al cabo, nuestros 5 minutos de gloria que esperamos sirvan por lo menos para una noble causa, para que la gente pueda tener una imagen mucho más completa, diversa y realista de lo que es África. No es poco.
Original en: http://blogs.periodistadigital.com/enclavedeafrica.php
