Para una vez que encuentro a Uganda mencionada en los grandes titulares de España, pensé:” a ver que buenas noticias nos cuentan de Uganda”.
El diario: “El Mundo”, del 11.6.12, publica, para mi gran sorpresa, el siguiente titular: “Aguanta, somos la cuarta potencia de Europa. España no es Uganda” (presentado como SMS de Rajoy a Guindos).
Después de 33 años viviendo en Uganda y conociendo varias lenguas suyas como el Runyoro-Rutoro y el Karimojong, es normal que siga enamorado de Uganda, de sus pueblos, de sus culturas y de tantísimas familias y personas que conozco y quiero.
Desde mi regreso a España, hace casi un año, he constatado con pena el pobre conocimiento de África que existe en nuestra sociedad. He percibido, no solamente poco interés cultural, sino que existen bastantes prejuicios y estereotipos sobre los países y pueblos de África. Este SMS es una prueba más de ello.
Existen claras diferencias es verdad: España cuenta con 504.600 km2 de superficie mientras que Uganda tiene: 242.000 km2. España ha llegado a los 47 millones de habitantes, mientras que Uganda tiene 34 millones.
Uganda no será la 12ª economía mundial, como es España, pero tampoco es la sexta exportadora mundial de armas ligeras como lo es el Reino de España.
Además del maravilloso potencial humano, Uganda, la Perla de África, contiene unos recursos naturales y minerales extraordinarios. Esta es la razón, por la que el 14% de sus tierras están ya siendo ocupadas por inversores extranjeros. En Uganda se han descubierto importantes depósitos de petróleo y se va a construir la primera refinería del país en la región de Masindi, oeste de Uganda.
Pero existen también notables semejanzas entre los dos países.
Las dos naciones reciben millones de turistas al año, cuentan con gran diversidad de pueblos y culturas en su interior y saben acoger a sus visitantes.
Por el lado oscuro de la moneda, sólo mencionaré algunos ejemplos.
A mi regreso a España, me sorprendió que el grado de corrupción y de impunidad fuera tan enorme e incluso mayor en España que en Uganda. La Constitución, la ley y la justicia no es la misma para todos, aunque lo afirme el mismo Jefe de Estado, igual que en Uganda. La cantidad de funcionarios públicos y los privilegios de los políticos, banqueros y parlamentarios, aun después de jubilarse, es escandalosa, lo mismo que en Uganda.
En fin, aunque somos bien diferentes, cuanto nos parecemos, Sr. Presidente.
