Los últimos acontecimientos africanos, iniciados desde la inmolación de un joven tunecino en protesta por su situación vital, pasando por la caída de Mubarak hasta la invasión militar de Libia, han propiciado la visibilidad de Guinea Ecuatorial, catalogada hasta ahora como un país de difícil cataloga…ción, habida cuenta de la continuidad de sus dolencias sociales, dolencias sostenidas por sus sucesivas e irracionales dictaduras.
La oportunidad de los cambios citados arriba fue aprovechada por un escritor para reclamar la atención sobre el país declarándose en huelga de hambre, gesto desesperado que fue acogido con indiferencia por la España oficial, indiferencia a la que se suma las presiones para que la misma transcurriera con estorbos.
La sucesión de los acontecimientos permitió que la huelga, el levantamiento de los países norteafricanos y un viaje político-empresarial de políticos españoles a Malabo coincidieran y el mundo tuvo la oportunidad de escuchar de la boca de estos políticos la valoración que hacían del hecho guineano y su interés prioritario por las relaciones comerciales con Guinea, apelando incluso a los antiguos supuestos coloniales para reclamar un trato preferente frente a otras potencias mundiales. Ni la especial situación social y política africana ni la postración guineana parecían merecer la atención de un alto cargo político de España. Sin embargo, no cesan las muestras de interés empresarial o económico de esta España, curiosamente silenciosa, por Guinea Ecuatorial.
Ante este panorama, conviene hacer algunas precisiones:
-La España oficial tuvo mucho que ver en la elección de Macías, que gobernó con mano de hierro ante el silencio oficial de la metrópoli que lo colocó en el poder. Desconcierta saber que el tema guineano fue declarado “materia reservada” en España.
– La España oficial tuvo parte en la subida al poder de Obiang Nguema, y hay elocuentes, y desconcertantes, muestras de las relaciones de España con la dictadura actual.
-Las relaciones economico-empresariales que España quiere establecer con Guinea no se podrían ejecutar en las actuales situaciones de desmembración administrativa y social. O no se podría establecerlas en concurrencia con los supuestos de justicia, equidad y transparencia, por la naturaleza del régimen.
-No es bueno para los españoles y para los guineanos hacer negocios con Guinea cuando la falta de libertad, el nepotismo, la corrupción y la impunidad son norma en todo el país. Y con el transcurso de los días, muchos guineanos, incluso los residentes en España, creerán firmemente en la injusticia que están cometiendo con su pueblo.
Si hay una cosa que une Guinea y España, el compromiso español para ayudar en la solución pacífica de los asuntos políticos y sociales de Guinea es una obligación. Esta obligación ineludible se asienta en los hechos históricos guineanos en los que España ha tomado parte. Y se acentúa por su constante interés en el establecimiento de lazos comerciales con la antigua colonia. Si la España oficial elude el cumplimiento de sus obligaciones para con Guinea, es injusto que quiera agravar su situación estableciendo lazos con una dictadura que le priva de los bienes más preciados.