Escuelas de cacao en medio del bosque de Liberia, por Bartolomé Burgos

10/03/2021 | Bitácora africana

cacao_cultivo.jpgLiberia sufrió el abandono de sus plantaciones de cacao a causa de la guerra civil y de las enfermedades. Ahora trata de reflotar un sector vital para su economía, y para ello se enseña a cultivar sobre el terreno.

¿En qué consiste la nueva manera de enseñar?

Algunos cultivadores y técnicos del cacao se dieron cuenta de que los cultivadores bisoños se lanzaban a plantar nuevos cultivos de cacao; pero las plantaciones establecidas por sus padres no estaban cultivadas con los mejores estándares, ni de manera correcta. Algunos instructores comenzaron a establecer escuelas abiertas en las mismas plantaciones para adiestrar a los nuevos cultivadores.

¿Qué importancia tienen estas escuelas abiertas?

Los instructores enseñan, en espacios despejados de alguna antigua plantación, con una pizarra de tiza. Forman a grupos de entre 20 y 30 alumnos, cada 9 meses, los nuevos métodos de cultivo y el cuidado de las plantaciones, abandonadas durante la guerra, que apenas si producen a pesar de estar situadas en terrenos muy propicios. En total hay unas 76 escuelas de puertas abiertas repartidas en las zonas del país que son propicias al cultivo del cacao.

¿Qué se proponen estas escuelas?

Pretenden adiestrar para 2022 al 20 %, de los 30 000 cultivadores de cacao que hay en Liberia. Normalmente las escuelas dan dos clases diaria, unas cuatro horas en total, y enseñan a los alumnos a alinear los cacaoteros, tratar plagas y mejorar la calidad y la cantidad del producto. También los instruyen en cómo sacar partido de la tierra con otros cultivos alternativos. Cuando se trata de nuevas plantaciones, los cultivos alternativos permiten obtener alimento y beneficios mientras los jóvenes cacaoteros crecen, antes de que produzcan fruto, durante los primeros años.

¿Se da competición en el sector del cacao?

Por supuesto, los grandes productores son los vecinos de Liberia, Costa de Marfil y Ghana, que acapara el 60 % de la producción y de la exportación. Es por eso que Liberia busca aumentar la calidad y cantidad de su producto, y gracias a estas mejoras los agricultores consiguen hasta triplicar los beneficios. Revitalizar el sector del cacao no es solo para aumentar el Producto Interior Bruto del país, sino también para la supervivencia y progreso de aldeas que suman miles de habitantes.

¿Reciben estos programas ayudas internacionales?

Hay en el país unos diez Centros para el Desarrollo del Cacao, que son los que han estimulado el aumento de beneficio de los agricultores. Por ahora, estos centros reciben ayudas de Solidaridad West Africa, una ONG financiada por la Unión Europea. Pero los agricultores son conscientes de que, cuando las ayudas cesen, ellos seguirán en sus tierras cultivando sus plantaciones. Por ello la gran importancia que dan a la enseñanza. Esperan que los alumnos que terminan los cursos hablen de sus ventajas a amigos y familiares, aumentando así el número de beneficiarios. O incluso que algunos de ellos establezca su propia escuela sobre el cultivo del cacao.

Bartolomé Burgos

Autor

  • Burgos, Bartolomé

    Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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