El obispo anglicano de la diócesis de Mukono, James Williams Ssebaggala, ha comunicado que las niñas que estén embarazadas o en periodo de lactancia en Uganda no serán bien recibidas en las escuelas de su iglesia. En su comunicado, Ssebaggala instaba a las familias de estas niñas a trasladarlas a otras instituciones académicas. Además, entre otras medidas, la diócesis ha prohibido dar el pecho tanto dentro como en las inmediaciones de sus centros.

Tras el anuncio del Gobierno de Kampala sobre la reapertura de las aulas y la readmisión de las niñas que, durante la pandemia y el confinamiento se hubieran quedado embarazadas, la diócesis de Mukono se pronunció flagrantemente en contra. Sin llegar a decir que abiertamente incumpliría la medida, sí se posicionó como uno de sus mayores críticos. En esta línea, el Obispo Williamos Ssebaggala señaló que esta decisión “no es práctica”. Según su óptica religiosa, no debe permitirse a estas niñas volver a clase puesto que no sientan un buen ejemplo para el resto de sus compañeras.

A lo largo de la pandemia numerosos medios y organizaciones de la sociedad civil han denunciado un aumento notable de la violencia de género y los abusos sexuales a niñas en Uganda. Muchas de ellas, además, se vieron abandonadas por sus familias. La vuelta a clase ya se planteaba como una posibilidad lejana al no contar con nadie que cuidara de sus bebés. Sin embargo, la negativa social y el rechazo de algunas iglesias a su situación no hace sino perpetuar el estigma y la discriminación de las víctimas, culpabilizándolas y haciendo recaer en ellas las consecuencias de una situación que no han elegido.

El profesorado de los colegios de la diócesis de Mukono ha recibido indicaciones para no dejar pasar a las aulas a estas niñas. Sin embargo, el gobierno de Kampala queda a la espera de sus acciones, puesto que gran parte de los salarios de la plantilla docente de los colegios religiosos está financiada con fondos nacionales. Gracias a esta relación, es posible que el gobierno tenga una carta más que jugar en la lucha por la integración social y el futuro educativo de las niñas que han sido madres.

Fuente: Monitor - Fred Muzaale y Jessica Sabano

[Traducción y edición, Araceli Guerrero García]

[CIDAF-UCM]

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