Esclavos en el Siglo XXI, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

10/06/2010 | Bitácora africana

tuareg

Hace unos días leí un artículo sobre la esclavitud en Sudán, publicado en Frontera D http://www.fronterad.es/?q=node/1303
Puede que a muchos les resultara sorprendente que todavía siga existiendo una lacra como esa, pero no a mí.

En África he empezado a conocer muchas cosas que en nuestra tranquilidad de primer mundo nos parecían erradicadas o producto de un mal sueño: la ablación, sacrificios rituales, violencia generalizada contra las mujeres (no me refiero a casos de salir en los periódicos, como en España, sino del día a día), violaciones… y las consecuencias de conflictos armados: asesinatos, violaciones otra vez, desplazamiento de poblaciones enteras, saqueos, hambrunas… y por supuesto, la esclavitud.

De cuestiones como la ablación, los malos tratos a mujeres, las violaciones nuestras de cada día o los sacrificios rituales me gustaría hablar más despacio, reuniendo un poco más de documentación, las fotos sobre estas cuestiones serán difíciles de conseguir para ilustrar estos artículos, pero a falta de ‘chicha’ veré de poneros bonitas fotos de paisajes (si encuentro alguno), porque bastante duro es oír lo que se puede escuchar por aquí con demasiada naturalidad. Y eso que estamos en el ‘país de los hombres íntegros’ y uno de los más tranquilos del continente.

En Burkina Faso existía la esclavitud legal o coutumière hasta hace poco más de 20 años en que Thomas Sankara, el anterior Presidente, la declaró fuera de la ley.

África son 50 países pero miles de etnias.
Algunas de ellas, nómadas, por más trazados que pinten en un mapa, siguen circulando como han hecho durante cientos o miles de años. Etnias y tribus ganaderas que no saben encontrar pintadas en el suelo las fronteras que con tanta facilidad imaginaron unos burócratas europeos hace decenios y que se resisten a dejar de hacer los caminos que sus ancestros anduvieron desde que su memoria les alcanza.
La ganadería en estas condiciones extremas necesita de esa libertad de tránsito para poder llevar a sus rebaños a encontrar el agua o los pastos que les permitan sobrevivir y, con sus ganados, sus familias.

No me conozco los nombres de todas las etnias, pero las más importantes entre las que hay aquí, sobre todo en el norte, en la zona del Sahel, están los Peulhs, Tuaregs y Bellas (casi todos las personas que aparecen retratadas en la ‘Galería’ de Javier Navas son de estas etnias)

Todas ellas son nómadas y ganaderas, es su característica común, y viven en el Sahel o el Sáhara, sin distinguir si se trata de Malí, Burkina, Níger, Argelia, Libia o qué otro país.
Pero tienen sus especificidades, por ejemplo, los Tuaregs se han dedicado tradicionalmente a las caravanas comerciales. Tanto en el sentido de organizarlas como en el sentido de atacarlas para robarlas. Tradiciones familiares.

Los Peulhs suelen llevar un bastón de madera acabado en bola para atacar o defenderse, mientras que los Tuaregs llevan espada al cinto. De los Bellas no sé. Todo esto lo he podido ver personalmente en los mercados del norte de Burkina. Los Bellas tienen, o tenían, una peculiaridad: eran esclavos de los Tuaregs.

Toda una etnia esclava de otra, desde siempre. No esclavos capturados en una guerra o una razzia, no, esclavos de nacimiento.
Esto ha sido así durante cientos de años, pero ha cambiado.
El primero que puso las condiciones para ello fue Sankara, pero se le escapaba el control efectivo sobre la situación, con la infinidad de problemas que atacaron su gobierno hasta su asesinato. Controlar bastas zonas de territorio semidesértico puede ser muy difícil en determinados momentos de un nuevo régimen acosado desde dentro y desde fuera.

¿Cómo ha cambiado la situación?

Los procesos de independencia diseñados en despachos europeos llevaron a los Tuaregs a enfrentamientos sucesivos contra los gobiernos de Malí, sobre todo. Levantamientos en 1963, 1973 y más intensamente la guerra de 1990-1996 (¿a alguien le suena?) entre los gobiernos de Malí y Níger y los Tuaregs, con miles de muertos, llevó a modificar la situación de éstos y de los Bellas, sus esclavos.
Pasados unos primeros momentos en que los Tuaregs parecía que podían enfrentar las bien pertrechadas fuerzas gubernamentales, se produjo su derrota y atisbos de exterminio lo que llevó a los Tuaregs a diseminarse aún más buscando refugio en los desiertos de Argelia, Níger o Burkina Faso. Diáspora que llevó a muchos jóvenes a los campamentos de entrenamiento militar de Libia, interesada en alimentar esa situación.

Así que los Tuaregs huyeron y dejaron tras de sí casi todas sus pertenencias, incluyendo a sus esclavos.

No hay mal que por bien no venga.

Original en http://www.fronterad.com/?q=node/1364

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

Más artículos de Pérez Ruiz de Valbuena, Félix