La Farmacia Central Tunecina, propiedad del Estado, enfrenta problemas financieros y no puede pagar a los proveedores de medicamentos, lo que ha provocado una escasez de suministros. Hospitales y clínicas públicas ven un aumento de pacientes que deben pagar de su bolsillo medicamentos esenciales antes cubiertos por el sistema público.
Para abordar la situación, los legisladores y el Ministerio de Sanidad han propuesto la creación de un organismo gubernamental para reducir el monopolio de la Farmacia Central en la distribución de medicamentos, aunque este proceso requeriría de tiempo. A pesar de los desafíos, los legisladores buscan mantener el sistema de subsidios para garantizar el acceso a medicamentos a precios asequibles para enfermedades críticas y crónicas.
Autor: Ghaya Ben Mbarek
Fuente: The National News
[Traducción y edición, Loreto Acosta]
[CIDAF-UCM]
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