El gobierno sudanés se ha mantenido en silencio sobre la revelación hecha por un líder de la oposición islamista, Hassan Al Turabi, sobre unas afirmaciones hechas por el presidente Omar Al Bashir, ante la Comisión Nacional de Investigación, establecida en 2004, para investigar supuestos abusos de derechos en Darfur,
Un video enviado a You Tube muestra a Turabi hablando a la audiencia en Al Hajj Yusuf, una zona al este de Jartum, en una fecha sin especificar este mes, hablando de las acusaciones hechas contra Bashir el año pasado por el Tribunal Penal Internacional, ICC, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, cometidos en Darfur.
El mes pasado, la cámara de apelaciones del ICC ordenó a los jueces de la cámara previa al juicio que reconsideraran los cargos de genocidio contra Bashir.
Al Turabi afirma que en cierta ocasión Bashir contó ante una comisión de políticos una especie de chiste sobre “un hombre Ja’ali [hombre de la tribu Ja’ali] cuando fornica a una mujer Gharbawia [mujer de Darfur] ¿es un honor o una violación?”.
El miembro de la comisión que se lo contó a Turabi, según él, le dijo que se le habían puesto los pelos de punta al escuchar el comentario de Bashir y se había quedado sin habla.
El presidente sudanés en mayo de 2004 emitió un decreto estableciendo una comisión nacional de investigación sobre Darfur, dirigida por Dafa Allah Elhadj Yousuf, que es amigo y aliado desde hace tiempo de Turabi. Se le asignó la tarea de recopilar información sobre las supuestas violaciones de los derechos humanos en la región.
El panel averiguo que se cometieron serias violaciones por todas las partes enfrentadas en el conflicto y recomendó que se juzgase a los autores, pero hasta el momento se conoce muy poco sobre los juicios sudaneses a los sospechosos.
El video de Turabi circuló ampliamente por la red, entre conmoción e incredulidad, por ser un tema racialmente sensible.
Mohamed Taha Mohamed Ahmed, director del periódico Al Wifaq, fue secuestrado de su casa en 2006. Su cuerpo decapitado se encontró en las calles de Jartum un día después.
Las autoridades dicen que los nueve convictos que llevaron a cabo este detestable crimen se habían enfurecido por un artículo aparecido en el periódico de Taham, que utilizó lenguaje “poco halagador” para describir a las mujeres de Darfur y sus alegaciones de ser violadas. Todos esos hombres fueron sentenciados a muerte y colgados.
Un observador político en Jartum ha declarado que el orgullo de Bashir por su herencia Ja’ali podría haber motivado este comentario poco prudente ante la comisión”. “El presidente Bashir dice muchas cosas en público que no corresponden al líder de un país, así que puede ser que en privado sea aún más atrevido, pero Turabi también tiene motivos para mentir. DE todos modos, si la presidencia de Sudán no da un paso adelante para desmentir esto, la cosa podría crecer como una bola de nieve descontrolada”.
En 2008, siete personas fueron asesinadas y 107 resultaron heridas en enfrentamientos entre los miembros de la tribu Hausa y las autoridades sudanesas, en diferentes partes del país, después de que un periódico atribuyese un comunicado a Bashir en el que describía a los hausas como “extranjeros sin presencia en el país” aludiendo a sus orígenes nigerianos.
Bashir se apresuró a reunirse con los líderes hausa y jurarles que lo publicado en esa entrevista no era cierto. En aquella ocasión, algunos oficiales del partido del gobierno acusaron al partido de Turabi de estar detrás de los disturbios.
Turabi era una aliado cercano político y religioso de Bashir desde el golpe de 1989 hasta que se separaron en una amarga lucha por el poder, en 1999.2000. Desde entonces ha estado entrando y saliendo de la cárcel, pero fue puesto en libertad junto con otros prisioneros políticos después del acuerdo de paz entre el norte y el sur se firmase en 2005.
Turabi era uno de los pocos líderes políticos en el país que pide públicamente a Al Bashir que se entregue al ICC. El presidente sudanés está acusado por la fiscalía del ICC de ser el cerebro de una campaña de exterminio de los Fur, los Masaalit y los Zaghawa, grupos étnicos africanos de Darfur.
Sudán no reconoce este tribunal internacional y considera que esto es un complot de occidente para aislarle y fragmentar el país. A pesar de los numerosos informes sobre violaciones utilizadas como arma de guerra, Sudán dice que va contra la cultura sudanesa.
El pasado mes de noviembre, un informe de la ONU dijo que la violencia sexual es “rampante” en Darfur. El informe dice que los investigadores documentaron más de 50 casos de violencia sexual y de género, algunas veces cometida por hombres de uniforme, durante una visita a Darfur desde julio a agosto de 2009, añadiendo que las mujeres de un campo denunciaron hasta 35 casos a la semana, cuando salían a coger leña y recolectar.
Abdel Wahid Al Nur, líder del Movimiento de Liberación de Sudán, dice que las palabras de Bashir “demuestran la ideología islámica del régimen”. “Esta es una mentalidad que nos ve aquí en Darfur como esclavos y piensan que tienen derecho a violar a nuestras mujeres como castigo, como parte de la campaña de genocidio”, comenta Al Nur. “Esto es peor que el apartheid, porque al menos en Suráfrica era una política y una legislación pública, mientras que en Sudán se hace a escondidas”, añade.
(Sudan Tribune, 31-03-10)