Teníamos grandes expectativas en septiembre pasado, en Nueva York, donde fuimos testigos de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el quinto de los cuales es lograr la igualdad de género y la autonomía de las mujeres y las niñas.
Sin embargo, 2016 seguirá estando profundamente marcado por una evolución menos favorable, a partir de la multiplicación de los conflictos en todo el mundo, en los que las mujeres son, lamentablemente, a menudo las primeras víctimas. Después de haber perdido a sus maridos, son estigmatizados y se abusa de ellas.
Es nuestro deber no sólo protegerlas, sino también potenciarlas para desbloquear plenamente su potencial. Estas son las apuestas del Día Internacional de las Viudas y su 6ª edición celebrada el pasado mes de junio, después de haber sido aprobado por consenso en la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2010, a raíz de la resolución propuesta por el Gobierno de Gabón, en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Eliminar las barreras
Hoy en día, más que nunca, es esencial que nuestro compromiso con las viudas no decaiga, y que, en cambio, se les ayude a eliminar las barreras que aún impiden a las mujeres desempeñar un papel destacado en el desarrollo económico. No olvidemos que tardó más de 150 años la adopción del Día Internacional de la Mujer, a principios del siglo 19, para la mayoría de las mujeres en el mundo y obtener el derecho al voto, acceso a una educación de calidad y poder realizar el mismo trabajo que los hombres.
Por lo tanto, no es sorprendente que el Día Internacional de las Viudas sólo marque el comienzo de una larga lucha para la protección de estas mujeres, injustamente desposeídas y expulsadas de sus hogares por sus parientes políticos, como es todavía el caso en muchos países, y en particular en África y Asia.
Las cifras hablan por sí solas: de los 258 millones de viudas en todo el mundo, más de 115 millones viven en la pobreza extrema; algunas se enfrentan al ostracismo, la violencia, la privación de sus hogares, las enfermedades o la discriminación legal y social; 81 millones han sido objeto de abuso sexual, mientras que 1,5 millones de sus niños mueren antes de cumplir los cinco años.
En 2011, un informe de expertos, encargado por la Fundación Sylvia Bongo Ondimba para la Familia sobre la situación específica de las viudas en Gabón, confirmó que el 47% de ellas eran víctimas de malos tratos y expoliación, mientras que sólo el 21% podía ejercer sus derechos.
Como primeras damas, como madres y como mujeres, nuestro compromiso tiene un solo objetivo: garantizar que las condiciones de vida de estas viudas no tarden un siglo en mejorar. Ya se ha hecho un progreso considerable, sobre todo en Gabón, donde la protección de las viudas se ha convertido en una prioridad.
Las medidas más simbólicas incluyen la fundación del Observatorio Nacional para la Protección de los Derechos de la Familia (ONPDF) y de un Fondo Nacional de Asistencia Social (FNAS), así como la adopción de una serie de normas y leyes para proteger los derechos de las viudas, por ejemplo, la codificación de los procedimientos de reparto de la herencia entre los herederos legales, o la creación de un sistema de asistencia jurídica.
Objetivos ambiciosos
El Día Internacional de las Viudas no es sólo una oportunidad para Gabón, Ruanda y todos aquellos que deseen unirse a nosotros para reiterar nuestros compromisos con el desarrollo por y a través las mujeres, sino también para establecer objetivos ambiciosos para los próximos años.
Las mujeres están en el centro del desarrollo, y sin su participación activa en nuestras economías, África no se moverá hacia adelante. Para que nuestras acciones sean efectivas, hay que tener en cuenta que la igualdad y el empoderamiento de las mujeres son a la vez un objetivo y una parte de la solución.
Ruanda es también un buen ejemplo. Citado frecuentemente como el modelo de desarrollo socio-económico de África en los últimos años, el país ha establecido una cuota de al menos el 30% de mujeres en los círculos de toma de decisiones a nivel nacional, y tiene el récord mundial con el 64% de mujeres en el parlamento.
Esta decisión, tomada a raíz del genocidio de Ruanda, en el que murieron más de un millón de hombres, mujeres y niños, y dejó a cientos de miles de viudas y huérfanos, fue impulsada por un deseo de no seguir excluyendo a las mujeres del dominio público, argumentando que todos los diferentes miembros de la sociedad merecen ser tratados por igual.
Herencia de bienes
También es en este contexto en el que las leyes fiscales sobre las herencias, ya modificada en 1999, se acaba de someter a una nueva reforma aprobada por el Senado, lo que hará posible regular más estrictamente la distribución equitativa de los bienes matrimoniales entre viudas y otros herederos legales del fallecido. Con demasiada frecuencia, las mujeres, supervivientes del genocidio o enviudadas recientemente, se han visto desposeídas de cualquier bien, como consecuencia de los conflictos familiares después de la muerte de su cónyuge, a pesar de que la igualdad fundamental de los derechos entre los sexos sigue siendo la parte central del contrato social de la Ruanda de hoy.
En este espíritu de equidad, que es esencial en todos los niveles, la potenciación de la mujer es un hecho ineludible. En concreto, para participar en el desarrollo nacional y contribuir a cambiar las actitudes, las niñas y las mujeres jóvenes deben ser capaces de disfrutar de las muchas oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y el desarrollo de la capacidad empresarial.
Educación superior
Este es el propósito de nuestro compromiso social y el enfoque de las acciones de la Fundación Sylvia Bongo Ondimba para la Familia y la Fundación Imbuto, cuyos proyectos en favor de las niñas están diseñados para apoyarlas y animarlas a continuar su educación con el fin de poder solicitar puestos de más alto nivel y contribuir a los esfuerzos de desarrollo e innovación.
Las acciones de la Fundación Imbuto, fundada por la señora Jeannette Kagame, y cuya misión es contribuir al desarrollo de una sociedad próspera, saludable y bien educada, ya ha tenido un impacto en la vida de más de 4.000 niñas que fueron recompensadas por su excelencia académica, junto a aquellas en los últimos años de sus estudios de secundaria que reciben formación en tecnología de la información; mientras que en Gabón, el Libro de Carreras, producido por la Fundación Sylvia Bongo Ondimba para la Familia, sigue ayudando a los estudiantes a encontrar la carrera correcta, dándoles una mejor comprensión de los sectores del mercado de trabajo y de crecimiento.
Recordemos que África es un continente creativo, decididamente orientado hacia el futuro y donde, en la actualidad, se están creando algunas de las mejores innovaciones del mundo. Juntos, vamos a alentar y ayudar a las mujeres jóvenes a invertir en investigación y ciencia y a que se atrevan a innovar.
Esta es la visión que guía nuestro compromiso como mujeres y el principal mensaje que queremos enviar a las sociedades africanas.
Sylvia Bongo Ondimba, Primera Dama de la República de Gabón
Jeannette Kagame, Primera Dama de la República de Ruanda
africareview.com
Fundación Sur