Malcom Sité es uno de los actores negros que más se está moviendo para hacerse un hueco en la escena teatral española. Hablamos con él días después del estreno en el Teatro Replika de la última obra en la que participa: “Combate de negro y de perros” del dramaturgo francés Bernard-Marie Koltès

Rafael Sánchez: ¿Cómo fue el estreno?

Malcom Sité: Bueno, estupendo, fue genial. Hubo muchísima gente. Estaba todo lleno y la respuesta de la gente fue increíble. Estuvieron aplaudiendo dos minutos, fue una cosa que nos chocó a los actores.

R.S.: Lo cierto es que fueron bastante más de dos minutos.

M.S.: Bastante más, y nos sentimos muy bien por el estreno en sí y por dejar atrás un trabajo de dos meses y pico.

R.S.: ¿Cómo se le queda el cuerpo a un actor después de tanto tiempo preparando el estreno, con el estrés que ello conlleva, y ser agasajado con casi cinco minutos de aplausos?

M.S.: Se le queda a uno el cuerpo relajado y satisfecho. Es la sensación de estar en una nube porque gusto muchísimo, gustó mucho las interpretaciones y la obra. El cuerpo nuestro era como un embarazo muy largo en el que por fin nació el niño.

R.S.: Por la forma en que distribuyeron el escenario, los dos directores, Mikolaj Bielski y Borja Manero, los tres actores restantes de la obra (Lorena Roncero, Manuel Piedra y Raúl Chacón) tenían más difícil ver las reacciones del público. Tú, que jugabas todo el tiempo con las sombras, si podías ver la reacción de éste ¿cómo eran, cómo las sentías?

M.S.: El público está muy pendiente de todo lo que está pasando. Mis compañeros que están en el centro no tiene la ooportunidad de estar tan pendientes como yo que estoy fuera. Tiene que ser un poco inquietante ver a una persona que está detrás de tu espalda… o tener que buscar, lo hacen mucho el juego de buscar dónde está Albury, y luego lo que está pasando dentro lo viven muchísimo. Todo lo que ocurre dentro del centro del escenario entre los tres actores, el público lo vive como si estuviera ahí mismo. Está muy bien.

R.S.: Durante el trancurso de la obra se produce una interacción con el público. ¿Eran esas reacciones las que esperábais, además, eran en los momentos que esperábais?

M.S.: Muchas de ellas sí porque es una obra bastante dura y había acciones y tratos e incluso diálogos bastante duros y esperábamos la reacción del público, por supuesto. Había momentos muy fuertes sobre todo entre los personajes de Carl y Liona y esperábamos la reacción del público como fue, porque eran momentos inquietantes, momentos que dices “algo tengo que hacer” y puedes hacerlo pero sigue siendo una sensación de angustia, de agobio, de impotencia.

R.S.: Eres unos de los fundadores de un movimiento de renovación en el teatro español, sobre todo en cuanto a la defensa del actor negro en España. ¿Cómo es la situación del actor negro en España?

M.S.: Hombre, ser actor en si ya es complicado. Ser actor en este país es bastante complejo y ser actor y negro es bastante más complejo todavía porque los papeles que nos dan son limitados y casi siempre son los mismos, de inmigrante ilegal, ladrón…, entonces se restringen mucho los personajes, se agotan los papeles para los actores negros.

R.S.: Estáis reducidos a hacer de Albury.

M.S.: Sí, se podría decir que sí lo estamos. Para la gente que dirije el mundillo artístico el hecho de tener un actor negro es cuando tienes un personaje negro, no cuando tienes personajes y das un personaje cualquiera a un actor negro, los actores somos actores no somos colores.

R.S.: No sé si hay muchas obras de teatro que pongan “este personaje es blanco”.

M.S.: Yo tampoco lo sé supongo que tampoco habrá tantos… lo que pasa que la gente que dirige, la gente que tiene los espectáculos y que lleva esto tiene un concepto muy reducido de lo que es el mundo interpretativo, el mundo de los personajes. Yo creo que los personajes no tienen colores a no ser que sean históricos. Hay personajes históricos que sí que están hechos, que tienen que ser de una forma o no serían creíbles, sin embargo los personajes que están creados así, con nombres y sin ningún tipo de origen, estaría bien pensar que puede ser el vecino de cualquiera un tío negro no pasaría nada, (risas).

R.S.: Lorena Roncero, Malcom Site, Manuel Tiara, Raúl Chacón. ¿Cómo se vive siendo actor? Todo el mundo habla de los actores famosos, pasa como los futbolistas que siempre se habla de los que estás viendo todo el día en la televisión y se piensa en los ingresos tan altos que tienen, pero nunca pensamos en la mayoría de los que se están abriendo un futuro. Todos vosotros os estáis haciendo un camino. Difícil la vida del actor decías.

M.S.: Sin duda es complicado es muy complicado, de hecho se malvive casi. A no ser que tengas la suerte de dar un pelotazo o estar en un montaje de una película o una serie que tenga éxito difícilmente vives de esto, más bien malvivimos de ello. La mayoría tenemos que buscar otros trabajos para seguir haciendo un sueldo, digamos entre otro trabajo y el teatro o el cine lo que nos corresponda. Hasta que no tienes una cara, un nombre conocido, es una vida muy perra es muy difícil.

R.S.: Es difícil encontrar un trabajo que te permita ir a los castings, acudir a todos los ensayos, que te permita tener tiempo para estudiar todas las obras.

M.S.: Es muy complejo, te reduce a la hostelería, a trabajos que dices “en caso que lo pierda tampoco pierdo mucho”; es un trabajo que te permite modular un poco tu horario. Otra cosa no nos queda, es lo que hay.

R.S.: Cuanto tiempo se piensa mantener la obra “Combate negro de perros” en el Teatro Réplica.

M.S.: De momento volvemos en diciembre para estar más tiempo, a ver si se puede retomar el éxito del gran estreno que se hizo.

R.S.: ¿Qué tal marcha la Asociación de Actores Negros de España?

M.S.: Espero que pronto vaya para adelante y que no se me escondan todos los amigos… y que hagamos algo por nosotros mismos porque si no lo hacemos nosotros no lo hará nadie, es así de fácil.

R.S.: Pero este tipo de asociaciones de actores no es algo nuevo fuera de las fronteras de España.

M.S.: No, no lo es. Eso existe ya en Francia, en Londres, existe en muchos sitios de Europa ya. No es una cosa tan difícil de entender, es algo que tenemos que hacer porque si no no vamos a tener ninguna fuerza, no ya para exigir sino para que se nos considere actores y artistas no colores de pieles o… necesito un tío que haga de vagabundo y cojo un negro o un tío que venda cd´s y cojo un negro. Claro que estoy a favor de que esos personajes se hagan en el cine, pero también estoy a favor de que los actores negros hagan de médicos, polícías, profesores y cuide al vecino de este país que ya son muchos los inmigrantes que hay.

R.S.: Porque además la piel negra forma parte de la realidad española y el no reconocerla en nuestras series y películas niega esa realidad que todos vemos en la calle.

M.S.: Por supuesto, es así, yo soy de origen guineano y España con Guinea lleva años teniendo relaciones y siendo españoles guineanos o guineanos españoles, o sea no es nada raro no es tan extraño. Lo que pasa, es verdad, es que hay un grupo dentro del mundillo del cine, espectáculo y demás que le cuesta entender que haya gente negra haciendo personajes comunes.

R.S.: Es necesario seguir trabajando para que vayamos viendo la realidad en nuestros teatros, en nuestro cine, en nuestra televisión.

M.S.: Sí , tenemos que seguir luchando por eso. Con el pensamiento único se nos reduce mucho más el trabajo ya que los actores negros solo pueden hacer de inmigrantes ilegales, ladrones o en el caso de las actrices negras, de prostitutas. Es necesario cambiar. Cierto que esos personajes son necesarios, pero hay mas personajes.

(Fuente: Africanía)