Con estas palabras resume la situación actual del país, la sra. Dª Haya André Turé, viuda del padre de la Independencia y primer presidente de Guinea, Ahmed Séku Turé, en una entrevista concedida el 11 de febrero pasado al periódico “Wal Fadjri”, declaraciones recogidas por el periodista, Abdul Aziz Añe. Damos a continuación la traducción de la misma.
En el momento en que todos los esfuerzos se concentran en encontrar los medios de salir de la crisis, Mme. Turé opina que lo esencial no es acelerar la elección presidencial en la ausencia de estructuras de gobierno, lo más urgente es vencer las divisiones y rivalidades étnicas y crear un espíritu nacional.
W.F- Después de la muerte de su marido ¿cuáles han sido sus actividades principales?
Haya:– Puedo responderle que yo no he hecho nada extraordinario. Yo soy una ciudadana de a pie. Desde el fallecimiento de mi esposo, me ocupo de obras sociales y del restablecimiento de la verdad histórica sobre el personaje que fue Ahmed Seku Turé. Porque después de su muerte, yo atravesé un período de pruebas difíciles. Una semana después de su entierro, fui encarcelada junto con toda su familia, o sea mis hijos, los hermanos y hermanas de mi marido, mis hermanos y los miembros de su gobierno, sin ninguna formalidad, ni proceso. Yo estuve en la prisión cuatro años y salí gracias a la intervención del rey Hasan II de Marruecos, el 1 de enero de 1988. En el mes de marzo, el rey me invitó a ir a Marruecos, con mi hijo, para tratamientos médicos.
Después de Marruecos, el presidente de Costa de Marfil, Félix Huphoet Boigny, me invitó a trasladarme a su país y le concedió una beca de estudios a mi hijo. Me quedé en Abiyán hasta su muerte. Esa fue la causa de trasladarme al Senegal, casa de mi hija, Mariam Turé, esposa de Amadú Moctar Beye.
En 2000, regresé a Guinea para celebrar el centenario de la muerte del Almamy Samory Turé, que fue un antepasado de mi marido. Terminadas las ceremonias, se reunió mi familia y decidió que yo debía quedarme en Guinea, ya que soy la primogénita. Yo no me oponía a su decisión, pero me preguntaba donde iba a residir, pues todos nuestros bienes fueron incautados. Mis hermanos me dijeron que estaban dispuestos a alquilarme una casa, con tal de que yo me quedara con ellos. De modo que me quedé con ellos, viviendo varios años en casa de mi hermana, hasta que las autoridades guineanas consintieron en restituirnos una de nuestras propiedades: la Villa Célly de Koléa, donde el presidente Kwame Nkrumah vivó durante los seis años que duró su exilio en Guinea. Este chalet era propiedad de Séku Turé, antes de la Independencia. Allí alojaba a sus huéspedes importantes. Cuando yo tomé posesión, la casa estaba muy estropeada, casi destruida.
Quiero añadir que cuando mi marido vivía, yo no hacía política, siempre me dediqué a obras sociales y continúo haciendo lo mismo en la medida de mis posibilidades.
W.F.- ¿Porqué desean que desaparezcan las obras de Séku Turé?
Haya: – Después de su muerte, pretendieron ensuciar su nombre, destruir sus obras y hacer desaparecer sus ideas. Todo con la bendición del imperialismo francés. Un grupo de exaltados llegó a incendiar la tipografía “Patricio Lumumba”, para que desaparecieran sus obras, pero no se puede quemar la historia. Hubo gran encarnizamiento para destruir su memoria y eso se comprende. Era una guerra que se justificaba, según ellos, porque Séku Turé fue el primero que resquebrajó el imperio francés y eso Francia no se lo perdonará jamás. Sin embargo, nosotros guineanos, nosotros africanos debemos admirar la lucha que este hombre emprendió por su país y por todo el continente. Él nunca pensaba en su provecho personal, ya que su combate de panafricanista fue a favor de África entera.
Después del golpe militar, los franceses vinieron como consejeros del presidente Conté. Se aprovecharon de la ignorancia de aquellos hombres para guiarlos. Fue el turno de revancha contra Sekú Turé para los franceses. Es por eso que quisieron residir en la casa de quién los expulsó del país. Conte instaló a los consejeros en nuestra Villa Célly de Kolea. La residencia estaba equipada de forma que el presidente podía recibir automáticamente sus órdenes. Fue después del fallecimiento de mi madre, cuando Conte me llamó para invitarme a venir. Entonces presionó a los franceses para que salieran de nuestra casa y me la devolvió, como dije antes, en un estado de conservación lamentable.
W.F.- ¿Qué papel desempeñan los clubes Ahmed Sekú Turé que usted anda organizando? ¿Es para rehabilitar la memoria de su esposo?
Haya: – El término REHABILITACIÓN no es el apropiado, pues mi esposo nunca fue condenado. El primer club fue creado en 1993 en el Malí para dar a conocerse su personalidad a los jóvenes de la generación que no lo conoció. Sus combates fueron conocidos por el mundo entero, en particular en África. Después de Malí, se fundó el club de Togo, luego en el Níger y próximamente en Senegal. Deseamos que se difundan por todo el continente, para que los jóvenes puedan conocer la auténtica historia de África y no una historia manipulada por sus enemigos. Usted no ignora que el PDG (Partido Democrático de Guinea) fundado por Sekú Turé, pasó por muchas dificultades después de la muerte de su líder. Muchos miembros no tuvieron la valentía de continuar, pero un cierto número permanecieron fieles en el combate. Por tanto, el PDG no ha muerto, aunque ciertamente ha disminuido mucho, pero yo me propongo como tarea estar al lado de algunos camaradas para que continúe vivo.
Sekú Turé era un hombre muy sencillo, que vivía esencialmente para su pueblo. Nunca buscó beneficiarse él mismo o a su familia. Se olvidaba de si mismo, para favorecer al Estado. Era una persona sincera, sencilla, que creía en lo que emprendía y que tenía fe en las posibilidades de África.
W.F.- ¿Podría hablarnos del hombre Seku Turé?
Haya: – (sonrisas) Yo no soy la más indicada para hablar de mi esposo. Pero puedo asegurarle que el hombre junto al que yo he vivido durante tantos años, era un hombre sencillo, que vivía pensando en el bien del pueblo. Como ya le he dicho, no se aprovechó de su situación en beneficio propio ni de los suyos. Yo se lo repetía con frecuencia a sus amigos, “cuando una se casa con Seku Turé se esposa con sus ideas, con su ideal”. Dicho de otro modo: Una no puede dejar de comprender que él hacía abstracción de su persona, para priorizar el Estado. Era un hombre sincero, llano, que creía firmemente en lo que hacía y que amaba mucho a África. Amaba muchísimo al pueblo de Guinea y a todo el continente. Ha dado todo por su pueblo y nunca pretendió vivir mejor que la gente de a pie. Impuso a su familia una vida modesta, en particular a sus hijos. Recuerdo que cuando nuestros hijos, Aminata y Mohamed, terminaron la Universidad, aún muy jóvenes, yo le había pedido que les concediera una beca para ampliar estudios en universidades extranjeras. Seku Turé me respondió que “ni hablar”. Nunca quiso discutir sobre esa posibilidad, afirmando que sus hijos serían formados exclusivamente en Guinea.
Ninguno de nuestros hijos poseía un coche personal. Yo no he conocido privilegios personales. Mi marido me daba lo necesario para los gastos del día, como es costumbre de los hombres casados en Guinea. El Estado corría con los gastos de los huéspedes oficiales, existía un servicio especial para ello. Mi esposo nos ayudó mucho a acostumbrarnos a ese género de vida modesta y yo me di cuenta, cuando estuve en la cárcel.
No podría terminar de hablar de Seku Turé sin mencionar su panafricanismo: En todas sus negociaciones realizadas siempre se comportó como auténtico panafricanista. Basta evocar el sindicato panafricanista que él dirigió antes de la época de las independencias con otros compañeros de la sub región. Hay que tener presente que mi hombre militó mucho en Senegal. Yo puedo afirmar que su vida política comenzó por el sindicalismo, integrándose en la CGT (Confederación General de Trabajadores).
W. F.- Mme. Haya, usted frecuentó a los padres fundadores de nuestros astados modernos ¿Cómo concebían ellos el renacimiento africano?
Haya:– Guinea acogía en aquella época a todos los movimientos africanos. Se había convertido en la base de todos los movimientos de liberación, que procuraban unificar cultural y políticamente a todos los pueblos africanos. Nosotros acogimos a muchos líderes africanos, recuerdo a Amilcar Cabral, Félix Mumié del Camerún, asesinado por los servicios secretos franceses en Suiza, Bacará Yibo del Níger, Kuame Nkrumah de Ghana y muchos otros. Tuvimos la honra de recibir la visita del presidente Mandela, antes de su encarcelamiento, durante una gira que realizó por diversos países africanos. Puedo decirle que todos esos hombres creían en el panafricanismo y que su lucha estaba orientada para la construcción de un nuevo mundo africano en paz, estable, con desarrollo duradero y, en una palabra, donde los pueblos gozaran de una vida mejor. Ya ve que nuestro plan no ha cambiado. Eran gentes con fe. Creían en lo que decían y luchaban para realizarlo. Sus acciones eran dignas de verdaderos panafricanistas. Es el caso de Gamal Abdel Nasser, que recibió en Egipto a la familia de Lumumba después de su asesinato. Los hijos de Lumumba crecieron junto con los hijos de Nasser en su casa. Es el caso de Modibo Keita de Malí que creó la federación.
Esos hombres querían evitar que el continente Africano llegara a ser lo que es hoy, un puzzle con pedazos de estados, sin unidad. El imperialismo occidental comprendió, que era la mejor manera de dominarnos. “Divide y vencerás”. Estaba escrito en la primera Constitución de Guinea, que nuestro país estaba dispuesto a renunciar a una parte o a la totalidad de su independencia a favor de una comunidad o de una federación. Si los padres fundadores de la O.U.A. (Organización de la Unidad Africana) pensaron en una reunión de países, era para dotar de fuerza a África. Sus obras deberían continuarse.
W. F. – Los líderes actuales, que se dicen panafricanistas ¿están en el buen camino?
Haya: – Cada uno tiene sus ideas. Pero pienso que un responsable político panafricanista debe saber olvidarse de sí mismo en beneficio de los demás. Si sólo piensa en su persona y su familia y amigos le será difícil triunfar. Esto lo hicieron los primeros responsables. Todos conocemos como actuó Nyerere de Tanzania.
W.F. – ¿Cómo explica los problemas que experimenta su país desde la independencia?
Haya:– Cuando se corta la cabeza a una serpiente, el resto del cuerpo parece una cuerda. Eso es lo que pasó en Guinea. Todos los hombres y mujeres que podían continuar la lucha fueron asesinados. Para reinar, los nuevos líderes dividieron al pueblo, exagerando los problemas étnicos. La culpa es de los dirigentes guineanos, que fueron formados en el espíritu de la revolución de Guinea. Yo me pregunto cómo pudieron caer en esa situación. Nosotros no conocimos problemas étnicos. Pero los que han actuado así, lo hicieron de acuerdo con los dirigentes del país, para debilitar a Guinea. Todos los males actuales del país vienen de aquellos que difundieron que los Malinkés gobernaron en la persona de Seku Turé, que los Sussus mandaron por medio de Lansana Conté y que ahora, les toca a los Fulani o “peules” gobernar. Esto es absurdo. Un hombre político vale por sus cualidades personales y no por su pertenencia a tal o cual etnia. Porque lo importante no es que nos gobierne un Sussu, un Malinké o un Fulani, lo esencial es que gobierne el mejor ciudadano de Guinea.
Con la finalidad de crear las divisiones étnicas, llegaron a decir que Seyfulaye Diallo (la segunda personalidad del Estado en la 1ª República y presidente de la Asamblea Territorial, que escribió el primer discurso dirigido al general De Gaulle), era el criado de la etnia Mandingue. Esto me ha dolido, porque Seyfulaye era todo un señor, que luchó muchísimo por el país. Nunca oirás a los que hoy se llaman líderes hablar de ese personaje. ¡Es una vergüenza! Se sirvieron de Conté, como de un criado, para explotar y robar al país. Si alguna vez se hicieran auditorías independientes como es debido, se les caería la cara de vergüenza. Es una lástima que Dadis Cámara no haya podido realizar lo que se le pedía. Dadis ha cometido muchos errores. Demasiados. En primer lugar cayó como un cabello en la sopa. Enseguida ha sido muy excesivo. Y como es un inculto, no conoce nada.
W.F.- ¿Perteneció usted a aquellos que al principio apoyaron a la Junta Militar dirigida por el capitán Musa Daddis Cámara?
Haya: – Yo me limité a ser observadora, como espectadora no tomé partido. Yo seguía la evolución de la situación por medio de la TV, como todos los guineanos. Al principio pensábamos que la Junta podría cambiar la situación, pero pronto se desviaron y se quitaron las máscaras.
W.F.-Según usted ¿Cuál ha sido el error más grave de Daddis?
Haya: – Daddis ha cometido muchos errores !Demasiados¡ Ha sido un hombre excesivo, no se ha esforzado por comprender a los demás. Creo que le falta cultura. No conoce nada fuera de lo aprendido en los cuarteles. Es una lástima, porque si hubiera seguido su hoja de ruta podría haber salido engrandecido, ya que el pueblo al comienzo puso en él sus esperanzas, pero enseguida aparecieron las desviaciones. Según lo que yo he oído de sus labios, su llegada al poder había sido ya preparada de antemano por Conté, su venida no fue espontánea. Me parece que su cometido secreto era proteger a la familia de Conté, después de la muerte del presidente.
W.F.- Con ocasión del 4º Simposio Internacional de los Clubes “Ahmed Sekú Turé”, celebrado en Lomé el 1 y 2 de octubre 2009, usted declaró: “La noción de etnia no debe constituir el leivmotif de los hombres políticos en lo concerniente a la gestión del poder. Es por eso que deseamos que surja un hombre congregador y unificador capaz de enderezar la situación.” El general Sekuba Konaté ¿podría ser ese líder?
Haya:– Sinceramente no conozco a ese hombre. Aunque conocí a sus padres. Sekuba es bastante joven. De momento ha tomado posiciones que devuelven la esperanza a Guinea, ahora debe demostrar que posee suficiente fuerza de voluntad para realizarlas. Su forma de actuar me convence. En primer lugar, al contrario que Dadis, él ha concedido más poderes al Primer Ministro. Enseguida quiere ocuparse de la reorganización del ejército, lo que es una tarea noble, pero nada fácil. En efecto, desde que Conté asumió el poder, el reclutamiento de la tropa se hacía de cualquier manera. Hubo un momento en que se pedía a las familias que dieran al ejército los hijos problemáticos, era una buena ocasión para librarse de los hijos más díscolos. El ejército guineano, casi sin formación, ha perdido el sentido de la ética y de la disciplina. Por otra parte, Sekuba Konaté ha declarado que “un soldado que no está formado, se convierte en un asesino en potencia”, es una realidad. Si no consigue enderezar al ejército, es imposible que las cosas cambien.
W.F.- ¿Qué le inspira el escenario de salida de a crisis con Jean Marie Doré como Primer Ministro?
Haya:– Me parece que es un error querer organizar rápidamente elecciones presidenciales para salir de la crisis. La prioridad no es la elección presidencial. No podemos realizar dentro de seis meses esa elección, sin reconstruir primero las estructuras sociales del país. En Guinea no hay estado, todo fue destruido: la policía, el ejército, la salud pública, la educación, etc. No tenemos Constitución y mucho menos Parlamento. Por tanto quien saliera elegido ¿se apoyaría en qué base? ¿Con qué personal competente organizaría los ministerios? Por eso opino que hay que comenzar por lo esencial. Convocar a todas las fuerzas vivas del país y elaborar una Constitución democrática y moderna. Enseguida comenzar por unas elecciones locales en los municipios. Partir del caos actual y pretender escoger un presidente me parece descabellado.
Hoy Guinea no tiene partidos políticos con ideologías propias. Guinea está fragmentada por sus etnias. Falta el sentimiento nacional que fusiona a los pueblos. Hay que sentirse guineano, antes que sentirse malinké, fulani o sussu. Esta es mi opinión como ciudadana, pues yo me retiré de la vida política después de la muerte de mi marido. Yo no deseo ningún poder.
De todos modos, deseo que el Primer Ministro consiga poner orden y que dé la mano a todas las fuerzas vivas del país, aceptando la diversidad de sensibilidades. Para mí, entre las fuerzas vivas hay que destacar a los sindicatos y en ellos dar la voz a los jóvenes, que deben ser asociados activos en este proceso. Sus líderes deben saber estructurar y exponer a todos programas nacionales, que movilicen al conjunto de la población, sin apoyarse ni limitarse a los problemas étnicos.
W.F.- El pueblo de Guinea ¿llegará un día a evolucionar de tal modo que aparque las consideraciones étnicas en provecho del interés general de la nación?
Haya: – Lo deseo de todo corazón y pienso que es posible. A pesar de todo lo que el pueblo de Guinea ha soportado, en particular en estos últimos meses. Tuvimos el recelo de que se iba a producir lo peor: Una guerra civil. Gracias a Dios, el pueblo guineano ha recibido una educación cívica desde la independencia y esa formación aún está presente en los espíritus y se manifiesta en ciertas reacciones populares. Lo que me produce esperanzas son las asociaciones de promoción nacidas de la formación miliciana del campamento Nkrumah. Estas asociaciones integradas por universitarios del país y del exterior no tienen en cuenta ni la etnia, ni la religión, por eso son un indicio de que hay simientes de espíritu democrático en nuestro pueblo, que tenemos que dejar crecer y desarrollarse.
Mientras existan las rivalidades étnicas entre nosotros no progresaremos. Pues no se aprecia el valor de las personas como individuos, sino como miembros de un colectivo étnico.
Entrevista realizada por Abdoul Aziz Agne & Abdourahmane Bâ.
Publicada en el periódico de Senegal, Wal Fadjri, el 11 de febrero de 2010.
Traducción de Antonio Molina Molina.
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