9/11/2011
Entrevista María Laura Conte (Oasis)
“Por mi parte, solo puedo confirmar lo que los observadores internacionales ya han constatado: las elecciones se han desarrollado en buenas condiciones, de manera correcta, libre y transparente. Comparto el entusiasmo de una gran parte del pueblo tunecino –y de los medios de comunicación que han cubierto el acontecimiento – ha manifestado por la participación elevada en esta cita electoral y que continua expresándolo en esta fase constituyente”.
De esta manera Mgr. Lahham resume su juicio a propósitode las elecciones del 23 de octubre, las primeras elecciones árabes desde la caída del régimen de Ben Ali en las que 90% del electorado han acudido a las urnas y que han sido ganadas por el partido islamista de En Nahda.
María Laura Conte: Pero podríamos pensar que los desmanes que han estallado hace unos días con ocasión de los resultados electorales – cuando las listas del partido PPJD de Hachmi Haamadi han sido excluidas – hayan cubierto con una sombra este entusiasmo…
Obiospo de Túnez: No,las manifestaciones en defensa de Haamadi se han apagado inmediatamente, el toque de queda ha durado solamente un día, la situación ha vuelto a la normal rápidamente. Haamadi es un empresario rico que vive en Londres y de allí, gracias a su televisión, ha gestionado una campaña electoral con tonos precisos, sin jamás haber puesto los piés en Túnez, una campaña cargada de promesas electorales, sobre todo centrada sobre los bienes materiales, los salarios y dinero para los parados. Los más pobres le han seguido.
La exclusión de sus listas es debida a varios factores, sin olvidar la falta de respeto a ciertas reglas de la campaña electoral y su proximidad así como la de ciertos compañeros suyos del antiguo régimen. En Túnez si estás en la sombra de Ben Ali, hoy estás excomulgado.
M.L.C.: Ahora bien, ¿qué espera Ud en tanto que obispo de Túnez?
OdT: Soy optimista, las cosas han ido por buen camino y ahora nos toca respetar la voluntad expresada por el pueblo : dejar gobernar a los que han ganado y controlar si siguen bien el programa. Ya no es el momento de emitir objeciones, sino de permitir a los vencedores de trabajar durante el año que viene hasta la próxima cita electoral. Después, veremos cómo el pueblo evaluará sus acciones. Es demasiado fácil estar en la oposición.
M.L.C.: ¿Qué es lo que ha propiciado esta victoria de En Nahda?
OdT: Los 90 escaños obtenidos en el Parlamento han sido una sorpresa ante todo para los vencedores mismos. Han ganado porque han empleado un lenguaje moderado, han sabido jugar sobre el Islam de manera inteligente. De todas formas, era el partido más estructurado , con toda una historia tra ellos. Incluso una historia de persecución de la parte del régimen anterior, cosa que actualmente es un honor, una ventaja sobre sus concurrentes.
Muchos, y me incluyo a mí mismo, temíamos que los representantes de este partido utilizaban un doble lenguaje, que fueran ambiguos, que montraran una posición moderada, cuando en realidad buscaran otra cosa. Pero ahora ya no es el momento de recriminar a estos niveles. Nos piden que les demos una oportunidad: han obtenido la aprobación de los electores esta debe ser respectada. Han garantizado que a la primera manifestación, se van! Ahora bien, nos toca guardar los ojos bien abiertos para verificar si su comportamiento es correcto, pero también nos toca dejarles actuar.
M.L.C.: ¿Cómo ve Ud el arco de los demás representantes políticos?
OdT: Existe una gran fragmentación entre los que se han metido en la campaña electoral y que les ha debilitado mucho. Cada uno corría para sí mismo, con varias listas personales, y hay una treintena de partidos que han sacado dos o tres escaños como mucho. Por lo tanto unos 60 escaños, cómo diría… “pulverizados”. Si hubieran sido capaces de formar una coalición, hubieran ganado a En Nahda.
M.L.C.: ¿Quién financia este partido que tiene tanto éxito?
OdT: Todos los partidos islámicos, en cualquier parte del mundo, tienen fondos económicos en los que pueden contar. Reciben de sus propios afiliados o de los países del Golfo. De este lado, no tienen ningún problema.
M.L.C.: Y el ejército, ¿qué papel ha jugado y cómo se posiciona hoy en Túnez?
OdT: El ejército es neutro. Desde el inicio de la revolución hasta hoy, ha estado cercano al pueblo y ha garantizado la seguridad.
M.L.C.: ¿Podría ser, para Ud, Turquia el modelo referente válido para la nueva Túnez como pretenden numerosos representantes de En Nahda?
OdT: Son muchos los que afirman este paralelismo entre Túnez y Turquia. Pero me parece que es una manera instrumental de intentar demostrar a Europa que es posible conjugar Islam y democracia, cosa que es difícil de percibir en Occidente, pero que se ha producido en Turquia. Pero a mi parecer, no es posible trasplantar un modelo de un país a otro: el sistema turco no puede ser copiado y vuelto a proponer tal cual aquí en Túnez. Nuestra democracia debe ser una democracia tunecina.
M.L.C.: ¿Qué papel han jugado los medios de comunicación modernos en esta competición electoral?
OdT: Evidentemente los newmedia como Facebook et Twitter han sido muy utilizados por los jóvenes para animar los debates, ciertamente porque no son fáciles de controlar. Pero los media tradicionales han explotado al mismo tiempo: después de la revolución, dos televisiones públicas han nacido, y ahora otras dos están a punto de nacer. Todos los programas tienen previstos tribunas electorales, mesas redondas cuyo tiempo de programación está minutado para permitir a todos los políticos expresar sus programas respectivos. Si antes los tunecinos se conectaban a la RAI o France 2, durante el período electoral todos han descubierto las teles tunecinas, pero que siempre eran imparciales, hay que decirlo.
M.L.C.: ¿Cuáles serían las prioridades que debería afrontar hoy su país?
OdT: Yo veo dos: el trabajo y la seguridad. Hay que dar trabajo a los jóvenes y volver a lanzar la economía; las empresas extranjeras deben volver para investir, el turismo poner en marcha de nuevo, hay que restablecer las relaciones con Libia. La segunda urgencia es la seguridad: que se pueda trabajar con seguridad, la policía no debe humillar al pueblo, sino que debe ser garante de la situación del país.
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