La siguiente entrevista se realizó en la mesa redonda de expertos el 23 de enero de 2017, para Chatham House:
¿Cómo ves la trayectoria histórica de las relaciones de comercio e inversión entre Sudáfrica y el Reino Unido tras el Brexit?
Nuestro comercio con el Reino Unido en los últimos tres años se ha ampliado y hay un pequeño excedente en nuestro favor. Por supuesto, hay oportunidades para seguir adelante, pero creo que nuestra prioridad es la de asegurarnos de que no haya interrupciones. Creo que lo principal en nuestras conversaciones hasta ahora ha sido la firma del Acuerdo de Asociación Económica (EPA) con la Unión Europea. Esta debe ser la base sobre la cual continuaremos nuestras relaciones con el Reino Unido, al menos en un futuro inmediato. Dentro del EPA tenemos una serie de cuotas que se aplican a toda la UE, por lo que tenemos que decidir cómo va a funcionar en un acuerdo de socios que sólo incluya a Reino Unido.
Los críticos dicen que Sudáfrica ve a sus vecinos simplemente como «mercado para las exportaciones». A medida que los déficits comerciales de esos vecinos con Sudáfrica aumentan, ¿cuál es su respuesta a estas críticas y qué está haciendo Sudáfrica para fortalecer el comercio bilateral con sus vecinos?
No estamos tratando de utilizar a nuestros vecinos como mercados indiferenciados para nuestros productos. África meridional, todo el continente de hecho, es un mercado importante para los productos de Sudáfrica, pero hemos estado apoyando la industrialización del continente africano y somos los principales defensores del programa de integración regional. Queremos que el desarrollo tenga una base regional, especialmente en la SADC (Comunidad de Desarrollo del África Meridional), pero sin olvidar otras partes del continente. Nos vamos reposicionando a medida que comienzan a desarrollarse sectores de manufacturación más importantes en otros países. Siempre hemos tenido un déficit comercial con nuestros vecinos, pero en algunos lugares dicho déficit se ha ido reduciendo a lo largo de los años.
¿Cómo se prepara Sudáfrica para reaccionar ante los cambios de la economía mundial? ¿Que está haciendo para diversificar sus relaciones comerciales?
Estamos aprendiendo de lo que le está sucediendo a las grandes economías emergentes. China ha reconocido que, a pesar del impulso logrado en su industrialización desde el acceso al mercado estadounidense, tiene que pensar en su propio consumo interno. Pero tiene una gran población y un gran mercado interior. El esfuerzo que debe hacer el continente africano se basa en parte en comprender que necesitamos un gran mercado regional en el continente que apoye la diversificación, no sólo en Sudáfrica, sino también en otros países. Es clave para apoyar la industrialización.
Estamos buscando promover los productos de valor agregado. Esto significa también productos agrícolas de mayor calidad. La integración regional en el continente africano es muy importante para nosotros, tal vez nuestra prioridad. Pero también tratamos de consolidar y fortalecer las relaciones con los mercados del mundo desarrollado, de abrir nuevos mercados. Algunos de los que se abren para nosotros están en el Golfo, por ejemplo, y en Rusia. China es nuestro mayor socio comercial individual, la India el sexto. Pero en ambos casos estamos intentando cambiar nuestras exportaciones principales: de productos primarios a productos de valor agregado.
La economía mundial está viendo cambios radicales en los métodos de producción: ¿qué significa esto para Sudáfrica?
Necesitamos entender lo que está sucediendo en términos de cambio tecnológico, lo que se está llamando la cuarta revolución industrial: el avance de la robótica y la impresión 3D, las nuevas tecnologías y la digitalización. Creo que ahora mismo podemos ver que comienzan a dar forma a los procesos de producción en la industria y en la manufactura. Cuando tenemos un aumento en la producción de manufactura, no sólo en Sudáfrica sino en todo el mundo, vemos que no tenemos un crecimiento paralelo en el empleo, porque estas teconologías son menos laboriosas, requieren menos manos de obra que antes.
La gente está hablando de un cambio rompedor. Se trata de un gran cambio revolucionario en la producción, no sólo en la fabricación, ya que muchos sectores de servicios van a ser radicalmente distintos. En Sudáfrica tenemos la capacidad de ser capaces de gestionar dichos procesos. Nuestros trabajadores pueden asimilarlos, pero han tenido consecuencias sociales para los trabajadores, sobre todo en el mundo desarrollado.
Los jóvenes de nuestro país que aspiran a conseguir un trabajo decente están descubriendo que hay nuevos requisitos, nuevas cualificaciones que se necesitan para entrar en la producción. Así que creo que debemos pensar con audacia sobre los modelos sociales que van junto a esto, no sólo a escala nacional, sino a escala mundial. Si vamos a un mundo donde gran parte del trabajo humano puede ser reemplazado por procesos de inteligencia artificial o robóticos, eso tiene potencial de crecimiento para elevar el nivel de vida y el bienestar humano. Pero si esto sucede en el clásico modelo del ganador se lo lleva todo y para el último las sobras, podemos ir hacia una polarización e inestabilidad crecientes. Necesitamos un pensamiento mucho más audaz para anticiparnos y ver qué medidas sociales se necesitan para ir junto a esto.
El Congreso Nacional Africano (ANC) celebrará a finales de 2017 una Conferencia Nacional para elegir al líder del partido para las elecciones nacionales en 2019. Muchos observadores, incluyendo las empresas, ven esto como un gran riesgo político. ¿Qué garantías hay de que habrá una coherencia política en los ministerios clave, en el gobierno en general, en ese contexto de profunda división en el partido gobernante?
El presidente actual no puede volver a ser elegido para ser presidente del país después de 2019, existe un límite constitucional de dos mandatos. Así que habrá un nuevo presidente en 2019. Y como la postura del ANC es la de que su presidente es el candidato a presidente de gobierno, habrá un nuevo presidente en la ANC para finales de año. Creo que tenemos instituciones en el país que son fuertes y estables, tenemos muy claras las obligaciones que nos esperan y no creo que esto vaya a conducir a cambios imprevisibles en política, ni para la gente que lo vea desde fuera. La mayor incertidumble está a escala mundial, no en la esfera doméstica sudafricana.
Fuente: Chatham House
[Traducción y edición, Mario Villalba]
[Fundación Sur]
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