Africanía, 12-03-12
Contamos esta semana en “Africanía” con la presencia de Thomas Kaboré, Obispo de la Iglesia católica de Kaya, Burkina Faso. Kaya es la octava ciudad del país, con cerca de cuarenta mil habitantes, y está situada a cien kilómetros al noreste de la capital, Uagadugú.
Con Thomas Kaboré, y gracias a la intervención de Manuel Osa, hablamos sobre la situación actual de Burkina Faso y el papel de la Iglesia católica desde un punto de vista sociopolítico. La Iglesia, pese a ser minoritaria, disfruta de un peso específico en las decisiones de la administración mucho mayor de lo que por los números le podría corresponder. Kaboré también se refiere al papel de la sociedad civil en la actuación de la Iglesia.
– Rafael Sánchez: Sitúenos en el contexto geográfico y antropológico de Burkina Faso, la patria de los hombres íntegros.
Monseñor Kaboré: Burkina Faso es un pequeño país del África del Oeste, sin salida al mar, rodeado de otros países: Mali, Níger, Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benin. Es un país de 15 millones de habitantes, en su mayoría (51% de la población) es de etnia mossi. Luego existen alrededor de unas sesenta tribus de las que una de las más representativas es la tribu de los pelle.
– R.S.: De hecho es uno de los países con mayor número de lenguas diferentes.
M.K.: Hay muchas lenguas pero sí es verdad que existe una unidad en cuanto a los mossi, que hablan la misma lengua, y luego en la zona oeste hay un dialecto que es el diula que es muy próximo al bambara de Mali.
– R.S.: Dentro del contexto de Burkina Faso, ¿cómo definiría la región de Kaya?
M.K.: La región de Kaya, que está entre el Sahel y la sabana, entre el desierto y la sabana, es una zona seca pero tampoco excesivamente. Está justo en medio de estas áreas.
– R.S.: Desde un punto de vista de creencias, ¿cómo se compone Burkina Faso y en concreto la región de Kaya?
M.K.: Burkina Faso es un país mayoritariamente musulmán, aunque los animistas tienen un porcentaje elevado de seguimiento, como cultura. Los cristianos tienen mucha influencia en el día a día en sus escuelas y colegios y en la universidad incluso. Son comunidades muy dinámicas y tienen bastante influencia en la sociedad.
– R.S.: Cuentan que un obispo de Burkina al ser preguntado por el porcentaje de las creencias del país contestó que “el 30% es musulmán, el 13% es católico y el 100% de religión tradicional”.
M.K.: El animismo forma parte de nuestra cultura y aunque una persona sea cristiana, no por ello deja de abandonar su cultura de creencias tradicionales. Es verdad que la evangelización tiene que profundizar más en la cultura. Este no es sólo un caso de Burkina sino de toda Europa, es decir de gente que se dice cristiana y ,sin embargo, en su cultura hay muchos elementos que no son evangélicos.
– R.S.: Antes ha hablado de la fuerza de la Iglesia católica en Burkina Faso. ¿Cómo ha logrado la iglesia ser tan influyente en un país con un minoría católica?
M.K.: La educación ha tenido mucho que ver en esto, en el desarrollo de escuelas, colegios y seminarios dominados por la iglesia cristiana. Esto ha hecho que muchas personalidades como el antiguo presidente y otros cargos importantes del país hayan estudiado, bien en seminarios, o en escuelas cristianas del país.
– R.S.: ¿Cuál es el compromiso, la posición de la Iglesia católica con la justicia social, en el compromiso activo de la acción?
M.K.: La Iglesia, aparte de sus preocupaciones pastorales y de catequesis, no olvida el desarrollo que es muy importante y que ya Pablo VI definía como “otro nuevo término para la evangelización”. Y en esto Cáritas está haciendo una importante labor en lo que son ayudas a la agricultura, la construcción de pozos, cooperativas, canalizaciones de aguas. En fin todo lo que es social, cultura, formación, interesa a la iglesia.
– R.S.: ¿Cómo es la relación entre la Iglesia católica y el Gobierno?
M.K.: Ha evolucionado mucho, en diferentes regímenes, ya sean dictatoriales o más o menos autoritarios, la Iglesia ha tenido una relación difícil con el gobierno de turno, y sin embargo, ahora, las relaciones son mejores, con una importante libertad de prensa, internet… La posición de la Iglesia, en este sentido, es seguir la enseñanza de la doctrina social de la Iglesia, es decir, mantener los principios de solidaridad, desarrollo, libertad, justicia, y esto, a veces, en contraposición a las leyes o temas dictados desde el Gobierno, lo que lleva, a veces, a una confrontación entre Iglesia católica y Gobierno.
– R.S.: ¿Qué contribución permite la Iglesia católica a las mujeres seglares?
M.K.: El responsable nacional del laicado católico en Burkina Faso es una mujer, ejemplo claro de la importancia que tienen las mujeres en la Iglesia católica de Burkina. El grupo de mujeres católicas es muy influyente en la iglesia católica de Burkina como reflejo de la sociedad en la que las mujeres son los miembros pobres de las familias, tienen menos derechos a nivel de la cultura, la educación (las niñas van menos a la escuela y las mujeres tienen menos puestos de responsabilidad en la sociedad). Esto no quiere decir que no se trabaje para corregir la situación, y, en este sentido, la iglesia católica está trabajando en ello, para que las mujeres tengan una igualdad en la formación y puedan acceder a puestos importantes. La cultura también juega un papel importante, no solamente es la iglesia católica, la cultura puede, a veces, si no es evangelizada, dejar al margen a la mujer y eso puede llegar a ser muy peligroso.
* Entrevista realizada dentro del los espacios del programa de radio «Africanía»
[Traducción, Manu Osa – colaboración de Miguel Obregón]
[Fundación Sur]
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