Entrevista a Moïse Cifende Kaciko : “Hay una agenda oculta de intereses en el Congo”

17/11/2011 | Entrevistas

cifendeAbogado de derechos humanos, profesor y vicedecano de la Universidad católica de Derecho de Bukavu y profesor invitado en la cátedra de la Unesco en Derechos Humanos y Resolución Pacífica de Conflictos, en Burundi y Ruanda. En Bukavu dirige el Centro de Investigación y Formación en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. También es director de una Asociación de abogados congoleños de promoción y defensa de los Derechos de los Desfavorecidos, APRODEPED, y además dirige el Centro Regional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, CERDHO – Grandes Lagos.

Rafael Sánchez: Usted está en la zona más complicada del Congo. Estamos hablando del este de la República Democrática del Congo, en la región de Kivu. Nos gustaría que nos resumiese cuál es la situación actual de los Grandes Lagos.

Cifende Kaciko: La situación del país es dramática, es muy inquietante porque hay muchos militares que circulan por la zona. Hay muchas matanzas en la zona, violaciones, crímenes de guerra desde el año 94 y todos estos crímenes no están siendo castigados. Hay violaciones sexuales a mujeres, muchísimas, las minas, materias primas explotadas por militares y con el dinero de esos minerales compran las armas y todo eso no está juzgado por la Justicia.

R.S.: Llevamos hablando desde hace décadas de una situación difícil en los Grandes Lagos, de violación de derechos, de la expoliación de los recursos naturales, sin embargo parece que no estamos adelantando nada. ¿Por qué esta situación no cambia?

C.K.: Hay algunos cambios, muy pequeños, pero algunos hay. Con relación a este cambio, por ejemplo, los militares que han violado a mujeres están siendo juzgados, pero solo si son militares de baja graduación, los oficiales no están perseguidos por la Justicia. Además aunque sean juzgados las víctimas no están siendo reparadas, no tienen ninguna compensación material. Con frecuencia estas víctimas no están siendo reparadas porque los militares son pobres y el Estado congoleño no existe, no hace nada por el pueblo. Por eso las mujeres que son víctimas de la violencia sexual ya ni denuncian siquiera porque saben que no merece la pena.
Respecto a la expoliación de los recursos naturales, cuando son los congoleños, el Congo, quien exporta se dice que es un mineral sucio porque está explotado con la sangre, ahora cuando es Ruanda quien lo exporta se dice que es un mineral limpio.

R.S.: Entonces, estamos reconociendo de manera clara que el mineral de la R.D. del Congo está saliendo por Ruanda.

C.K.: Exactamente. Otro cambio, también, es la alegría, la felicitación de la gente del Congo cuando se enteró que el juez Andreu ha decretado la búsqueda y captura de 40 oficiales ruandeses, cercanos al presidente de Ruanda, Kagame, aunque éste queda impune por su actual cargo.

R.S.: Desde aquí algunas veces parecería que las cosas que sucenden en España no tienen repercusión fuera y no llegan a la sociedad congoleña. ¿Se enteran ustedes de que aquí se está trabajando por juzgar a los criminales de guerra?

C.K.: Todo lo que se hace aquí lo saben muy bien a través de la Iglesia, de la sociedad civil, a través de Internet, de las radios, y todo eso nos da valentía para seguir luchando por la defensa de los derechos humanos.

R.S.: ¿Cómo es la vida de un defensor de los derechos humanos en la zona de los Grandes Lagos?

C.K.: Trabajar por los derechos humanos es muy difícil pero hay que tomar una decisión sabiendo
que si uno calla la situación no va a cambiar, y si uno habla pues la situación poco a poco puede
cambiar, pero hay que estar decididos a luchar por los derechos humanos, sobre todo en una zona tan conflictiva como es donde estamos viviendo. Soy consciente de que cuando llegue a la R.D. del Congo voy a tener amenazas, pero ya estoy acostumbrado y voy a seguir trabajando como antes. Ahí se puede contar con la solidaridad de la población y la solidaridad de la comunidad internacional.

R.S.: Cuando se conculcan los derechos humanos de una manera sistemática, como es en la zona de
los Grandes Lagos, hay muchos perdedores, el máximo perdedor es la sociedad, pero dentro de la sociedad aquellos más débiles son los que más tienen que perder. En este sentido, en África tenemos que hablar de la mujer, de cuestiones de género, y tenemos que hablar de la infancia. En el caso de la mujer, hablamos de violencia sexual masiva, determinada como arma de miedo.

C.K.: La situación es tal que, por ejemplo, para vengarse de mí, van a violar a mi mujer o a las mujeres de mi tribu. Cuando se violan a las mujeres de todo un pueblo todo el pueblo se somete, calla. No merece la pena esforzarse porque no hay cambio ninguno, no merece la pena. Las mujeres están empleadas como espías de los militares, y también para el transporte de armamento de comida, de todo lo que necesita un ejército y con frecuencia se emplea a la mujer. Hay otras víctimas más desfavorecidas que son los niños. Los niños también son empleados para el transporte de material y también porque ellos pueden matar más fácilmente. La ideología de venganza, de odio, pasa más fácilmente en los niños que en la gente mayor.

R.S.: Estamos dibujando un marco absolutamente caótico donde no existe el Estado, donde no hay trabajo, una situación de caos económico donde el hombre no puede verse empleado, la mujer es utilizada y sistemáticamente violada como arma de guerra y donde los niños temen ser raptados, lo cual da un marco de terror.

C.K.: El futuro es optimista, es positivo porque la población está determinada a luchar contra todos estos males que acabamos de citar. A pesar de esta situación la población sigue trabajando, cultivando sus campos, los niños siguen yendo a la escuela y los jóvenes trabajan para vivir, para luchar por la vida. Estamos viendo una situación dramática, es verdad, pero hay un deseo por parte de la población de salir de esta situación. La Iglesia, la sociedad civil, las asociaciones no se cansan de hablar sin miedo para denunciar lo que está pasando y para intentar cambiar la situación. Hay un esfuerzo por la paz, por el desarrollo, que demuestra que la gente quiere un cambio. Para eso hace falta una voluntad política que ahora esperemos que llegue con las nuevas elecciones y también que la comunidad internacional deje su hipocresía, que trabaje por la paz en el Congo y los Grandes Lagos.
La Sociedad civil está trabajando mucho, luchando mucho para denunciar todas las injusticias que hay en la región, y además todo lo que se hace en Europa y en España está teniendo mucho impacto en la población y en los gobiernos de la región.

R.S.: Señor Kaciko nos gustaría que nos comentara cómo ve usted el conflicto de los Grandes Lagos que algunos políticos nos quieren vender como únicamente étnico.

C.K.: En los Grandes Lagos no hay conflictos entre la población, son conflictos económicos y más bien de carácter político que sobre todo los políticos explotan para hacerse con el dominio de los minerales y también del poder, pero no hay conflicto entre la población, es un conflicto económico-político. Las poblaciones viven bien entre ellas (se casan, comen juntos) y aún en momentos de conflicto la población congoleña ha protegido a ciudadanos ruandeses para que no los mataran. Por ejemplo, ahora con relación a la señora Victoire Ingabire, en Ruanda, ahora muchos hutus y tutsis están a favor de ella. Hay muchos tutsis que a escondidas la apoyan.

R.S.: Hablamos de diferentes actores que intervienen en el mantenimiento de este conflicto, que interesa mantenerlo a bajo nivel para que no haya una intervención internacional para que ciertos actores se beneficien de ello. En este sentido podemos hablar de Paul Kagame, de Ruanda. Podemos hablar de Museveni, de Uganda, también culpable de este conflicto. Podemos hablar de Estados Unidos, cuando Clinton decía que África contaba para los intereses de EE.UU. Hablamos de los Kabila (padre e hijo). Y un actor nuevo que se nos presenta que son las Naciones Unidas. Como de las Naciones Unidas sí pude hablar el señor Cifende nos gustaría saber, según su opinión, qué papel están teniendo en todo lo que está sucediendo.

C.K.: La MONUC (Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo) no está haciendo el trabajo que tiene que hacer, el de proteger a los civiles Al lado mismo están violando a las mujeres y ellos no intervienen y lo mismo en los bombardeos a civiles y ellos los dejan hacer. No hacen nada para proteger a la población. Las Naciones Unidas tiene dos aspectos: el aspecto militar y el aspecto civil. En el aspecto militar la población no entiende cómo no es posible desarmar a los rebeldes, sean de Rwanda o de Uganda, porque tienen los medios para hacerlo y sin embargo los rebeldes siguen armados, siguen atacando a la población, y por tanto, esto no se entiende, tiene que haber algo detrás, una complicidad. Aún las operaciones conjuntas militares de congoleños y Naciones Unidas no llegan a desmilitarizar a los rebeldes. Lo que se teme es que haya una agenda escondida, que quiere la división del Congo una parte para Rwanda y otra parte para Uganda y detrás de todo eso están los Estados Unidos. No sé porque no hay una voluntad política por parte de las Naciones Unidas para desarmar a los rebeldes. Si no hay esa voluntad política las Naciones no van a dar los poderes necesarios a los militares para desarmar a los rebeldes.
En el aspecto civil la MONUC está haciendo un buen trabajo: protección a las sociedad civil, protección de los derechos humanos y también ha hecho mucho para la convocatoria de elecciones. La R.D. del Congo es enorme y los medios de que dispone Naciones Unidas y la MONUC son muy limitados. Hace falta una voluntad política para desarmar a los ejércitos que están allí, pero esa voluntad no existe ni en Uganda, ni en Ruanda, ni en la R.D. del Congo. La comunidad internacional tiene que seguir haciendo presión para que las cosas cambien, porque la voluntad política trabaje para conseguir la paz en esa zona de los Grandes Lagos.

R.S.: ¿Se puede afirmar que se está manteniendo un conflicto de baja graduación con el fin de que diversos actores puedan explotar los recursos naturales?

C.K.: La población ve eso y habla de eso. Que estos conflictos militares son conflictos provocados para la explotación de los recursos naturales como son el petróleo, los minerales, el gas de la región. Hay dos razones que nos empujan a decir a que hay una agenda oculta de la comunidad internacional. Lo primero por qué no llegan a desarmar a los rebeldes, y lo segundo por qué la explotación de todas las minas, de todas las riquezas minerales. Esto quiere decir que ahí la comunidad internacional tiene intereses y por eso no le interesa la paz en los Grandes Lagos.

R.S.: Diversos entrevistados hablando de la situación de la R.D. del Congo la analizaban como si fuera una nación dividida en dos Estados, por una parte la capital y los alrededores, dominados por el gobierno, y por otra parte una extensa área del país donde no existe el Estado.

C.K.: Con las elecciones se ha descentralizado el país para favorecer la administración de las diferentes zonas del país. La descentralización está aprobada, está en los textos pero aún no está aplicada. La capital, Kinshasa, no quiere la descentralización. La Constitución marca que el 40% de los ingresos de la provincia quedan en ella y el resto va para el Estado pero en realidad el Estado coge todo para él. Estamos trabajando para que la descentralización sea efectiva. El país tiene que estar administrado a través de un sistema federal. Sin un sistema federal la R.D. del Congo será ingobernable.

R.S.: Ha hablado antes de la posibilidad de la escisión de una parte de la R.D. del Congo, quizás con aquellos sueños de crear un “colchón de seguridad” tutsi hacia la zona de Ruanda y Burundi, también incluso hacia la zona de Uganda. Esta alternativa choca contra la voluntad de la sociedad congoleña. ¿Piensa que ese es también el sentimiento del gobierno de la R.D. del Congo?

C.K.: La población es la unidad del país, eso no se discute, pero no sabemos la opinión del presidente. Sin un sistema federal la R.D. del Congo sería imposible de gobernar.

Entrevista publicada con la colaboración de Miguel Obregón.

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