– Entrevista realizada por Rafael Cuesta para el informativo Más Voces

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Entrevistador: ¿Cómo está la situación en Bamako, la capital de Malí?

Manuel Gallego*: Ahora hay una cierta tranquilidad, hemos pasado una noche muy mala en la parroquia “Sagrado Corazón” que es, a la vez, la catedral de Bamako. Nos encontramos con que la columna presidencial está arriba y luego, del otro lado, están la Radio y la Televisión que fueron los dos sitios que ayer los golpistas entregaron en seguida. Entonces toda la noche hubo muchos tiros de fusiles, ruido de camiones, coches, en fin… La noche ha sido muy ajetreada y durante la mañana ha habido mucho movimiento en las calles de Bamako, pero ahora desde las tres hay una cierta tranquilidad y se oyen muchos menos los tiros. Pero, claro, nosotros estamos encerrados aquí en nuestras casas, no se puede salir, y todo está suspendido: las tiendas están cerradas al igual que los bancos, es decir, no hay nada abierto. El nuevo Comité Nacional se ha reunido (según han dicho hasta el martes) y se prevé que para ese día se reanuden los trabajos de la gente. Veremos cómo va la cosa.

E.: ¿Quiénes son estos militares que se han amotinado y han anunciado la suspensión de la constitución y la disolución de las instituciones?

M.G.: Parece ser que se trata de un grupo de militares jóvenes, son capitanes aunque yo personalmente no los conozco, pero según dicen en la radio se trata de un grupo de militares jóvenes. Bueno ya sabéis que en la ciudad hay muchos militares, hay muchos cuarteles, esta es una ciudad militar por excelencia. Hay muchos hijos de militares alerta en la lucha contra los tuareg del norte, (en esa lucha ha habido hijos, padres, primos…). Había cierto malestar con la gestión que estaba haciendo el gobierno en la crisis del norte separatista (tuareg); desde primeros de febrero, desde que empezaron las manifestaciones, con las mujeres también, empezó a ir peor la cosa y ayer coincidiendo con la reunión de los ministros la cosa ya explotó, y la situación derivó en el caos y la confusión porque te dicen que el ministro ha sido detenido, que el presidente no saben donde está, supuestamente protegido por sus soldados fieles… Así que no sabemos cómo va a evolucionar la cosa.

E.: Se hacen llamar Comité por la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado, y como usted dice, acusan al Gobierno de incapacidad para gestionar la crisis en el norte con el grupo independentista tuareg que se hace llamar Movimiento Nacional para la Liberación “Azawad”

M.G.: Bueno, esto no es del todo exacto porque no todos los tuareg son independentistas, pero sí que la situación es crítica con una importante población que ha tenido que huir de sus lugares de residencia en las zonas limítrofes. Es una situación muy confusa la del norte pues hay gente que dice que, aparte de este movimiento independentista, hay otros con otro tipo de intereses. Es verdad que el ejército tiene dificultades en controlar esas zonas del norte del país que son desérticas y extensas, estamos hablando de una superficie de unos 700.000 km. cuadrados. Y toda la parte del nordeste ha caído en manos de los tuareg.

E.: Las elecciones estaban programadas para dentro de poco, ¿verdad?

M.G.: Estaban previstas para el día 29, por eso, aunque había un cierto descontento general en la población, en el ejército nadie se esperaba esto. Se creía que se iba a llegar a las elecciones y que el nuevo presidente podría arreglar todo esto y tener satisfechos a los políticos y también al ejército, pero la verdad es que la situación se ha deteriorado, sobre todo en la ciudad de Kati donde está el origen de este golpe de estado.

E.: ¿Era tan baja la popularidad del presidente Amadou Toumani-Touré?

M.G.: Bueno, a causa de la guerra en el norte contra los tuareg la gente estaba muy descontenta. La gente estaba, en un principio, por la paz, el diálogo, las negociaciones, pero claro ha habido muchos militares valientes que han pagado con su vida la guerra en el norte, incluso han sido degollados, y eso la población malí no lo ha aceptado. Se extendieron rumores que achacaban estas muertes trágicas a que los soldados no iban suficientemente preparados, y a eso se ha sumado el que las milicias tuareg contasen con material cada vez más moderno, e iban más especializados al combate. Es gente que conoce muy bien el desierto, y a consecuencia de esto muchos soldados valientes no estaban preparados para hacer frente a la segregación tuareg. Y luego las enormes distancias dificultan el abastecimiento y la logística para el ejército.

E.: Es un país enorme pero donde desgraciadamente los medios de comunicación occidentales no se detienen. ¿Cómo es la vida habitual en Malí?

M.G.: Depende si estamos en la ciudad o en el campo. La gente del campo vive de la agricultura, vive de cultivar el mijo, el maíz, el arroz… y subsisten en su medio de vida. En la ciudad es distinto, hay mucha gente que trabaja a nivel del gobierno, de la administración, en la enseñanza pública y privada, en los servicios… En fin la gente de busca la vida: artesanía, venta de tabaco, oficios, etc. La gente en la ciudad lucha para sobrevivir cada día. Hay muchos barrios en las ciudades faltos de infraestructura también.

E.: Volviendo al conflicto, los militares han dicho que su intención no es permanecer en el poder, pero claro viendo que hay unas elecciones inminentes y que hayan dado este golpe de estado es significativo. Francia, (antigua fuerza colonial) y la Unión Africana han condenado este golpe.
¿Cree que la presión internacional podrá parar este levantamiento?

M.G.: Todo el mundo lo va a condenar en aras del modelo democrático de Mali (desde la revolución de 1991). Es cierto que los militares han dicho eso y que prometen un gobierno de transición hasta devolver el poder a los civiles.

E.: Vamos a esperar acontecimientos pero por lo menos es tranquilizador que los disparos hayan cesado en la capital, Bamako.

M.G.: Estamos expectantes. De momento está suspendido todo (actividad política, instituciones, comercios). Digamos que parece una ciudad muerta a la espera de acontecimientos que resuelvan este estado de cosas.

– Entrevista publicada con la colaboración de Miguel Obregón.

* Manuel Gallego es un padre Blanco que lleva trabajando junto a la sociedad maliense dutante más de 32 años. En la actualidad reside en Bamako.