Entrevista a Ali Aden Awale, Jefe de la Misión de Somalilandia en el Reino Unido, por Elsa González Aimé

22/11/2016 | Bitácora africana

Desde la caída de la dictadura de Siyad Barre en 1991 y el estallido de la guerra civil en Somalia, el territorio al norte del país correspondiente al antiguo Protectorado de la Somalilandia Británica ha reivindicado su reconocimiento como estado independiente. A pesar de fundamentar su demanda en los mismos términos legales que animaron la descolonización del resto del continente, de momento no ha logrado obtener el reconocimiento internacional de su independencia como estado soberano. Existe sin duda un temor, especialmente por parte de otros estados africanos, a que ello alimente más proyectos secesionistas. Sin embargo, Somalilandia funciona de facto como un estado desde que la insurgencia contra el gobierno de Mogadiscio, el Movimiento Nacional Somalí, proclamara en mayo de 1991 la ruptura con Somalia y la creación de la República de Somalilandia. La sociedad de Somalilandia se volcó entonces en un proceso de reconciliación y construcción nacional, y aunque el camino desde entonces no siempre ha sido pacífico, ha supuesto la consolidación de un proyecto político al margen de Somalia.

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La dimensión internacional de este proceso es visible tanto en las raíces históricas de su reivindicación como en la oportunidad que se abrió para la misma con el fin de la Guerra Fría, que ayuda a comprender la propia caída de Siyad Barre y posterior evolución de Somalia. Esa dimensión internacional también es clave porque la independencia de un estado depende de su reconocimiento por terceros países, y porque una quinta parte de los 5 millones de somalilandeses vive fuera del país (principalmente en el Reino Unido, Suecia, Noruega, Dinamarca, los Países Bajos, Alemania, Canadá, Australia, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos, así como en otros países de Europa, Asia y de la región). Por ello los vínculos diplomáticos son fundamentales para Somalilanda, y aunque sus representantes en el extranjero no puedan denominarse oficialmente embajadores, en la práctica es la función que ejercen. Su labor busca ante todo dar a conocer y defender su causa.

El pasado mes de septiembre tuvimos la oportunidad de conocer al Embajador de Somalilandia en Londres. La ocasión surgió con motivo de la presentación en Madrid del documental Huellas en la Arena producido por Ébano Media, en el que en el que la madrileña Hayat Traspas narra la búsqueda de sus raíces paternas desde Madrid hasta Somalilandia. La presencia del Embajador Ali Aden Awale en la presentación del documental refleja la importancia de la dimensión diplomática e internacional de la lucha por el reconocimiento de su independencia. Aprovechamos la oportunidad que nos brindó la presentación del documental para realizar posteriormente esta entrevista con el objetivo de acercarnos a la reivindicación del país por el reconocimiento de su independencia, sus vínculos internacionales y su situación política interna.

La reivindicación de la independencia de Somalilandia tiene raíces históricas, ¿cuáles son?

Somalilandia es un antiguo protectorado británico. Obtuvo la independencia en 1960 y fue reconocido como un estado independiente. Sin embargo, de acuerdo con el deseo en aquél momento de los somalíes de vivir en un único estado, Somalilandia se unió voluntariamente a la antigua colonia somalí de Italia para formar la República Somalí.

La unión resultó ser un desastre para Somalilandia, dado que nuestro pueblo fue marginado en el nuevo estado. En 1969, Siyad Barre depuso al Gobierno de Somalia con un golpe y comenzó una política de represión calculada contra el pueblo de Somalilandia. Cuando el Movimiento Nacional Somalí (principalmente de Somalilandia) puso en pie su resistencia armada al régimen opresivo de Barre en la década de 1980, las fuerzas armadas de Somalia bombardearon Somalilandia, destruyendo completamente su capital, Hargeisa, así como otras grandes ciudades, matando unas 50.000 personas y desplazando otras 500.000.

En 1991, tras la caída del régimen de Barre y el colapso total de la República Somalí, Somalilandia decidió volver a constituirse en un estado independiente. Desde entonces, ha establecido y mantenido la paz y la estabilidad, y ha organizado elecciones parlamentarias y presidenciales democráticas. Por tanto, Somalilanda contrasta con Somalia, que sigue siendo un estado fallido sin un gobierno efectivo, y marcado por una serie de crisis humanitarias desastrosas. Sus habitantes se encuentran unidos en su deseo de vivir en un estado independiente, y se oponen fuertemente a la reunificación con Somalia.

La independencia de Somalilandia está asimismo marcada por el contexto regional. ¿Podría explicar el impacto de la situación regional en el proyecto político del país?

La razón por la que Somalilandia funciona como estado es porque ha construido su propia paz interna de arriba abajo, y tiene instituciones inclusivas y democráticas basadas en el sufragio universal. Somalilandia ha hecho progresos considerables en sus 25 años como estado independiente.

Somalilandia colabora activamente en la lucha contra el terrorismo, la piratería y el extremismo en el Cuerno de África. Gastamos gran parte del presupuesto del gobierno en seguridad y colaboramos con otros países de la región y de la comunidad internacional para combatir el terrorismo.

Afortunadamente, la piratería en la costa de Somalia ha decrecido en los últimos años. Somalilandia ha jugado un papel crucial en los esfuerzos internacionales para combatir esta plaga. Ha participado en el Grupo de Contacto Internacional sobre la Piratería en la Costa de Somalia, así como en el Proceso de Kampala. Nuestra capital, Hargeisa, alberga una oficina de la EUCAP Nestor, que trabaja en la mejora de las capacidades marítimas de la región.

A pesar de no haber obtenido el reconocimiento internacional, Somalilandia ha desplegado misiones diplomáticas, ¿en qué países? ¿Cómo es la red y la estrategia diplomática de Somalilandia? Centrándonos más precisamente en la región, ¿podría hablarnos de la relación de Somalilandia con sus vecinos del Cuerno de África?

La República de Somalilandia tiene misiones diplomáticas y representantes en más de 15 países, sobre todo en África y Europa, así como en Estados Unidos, Australia y Canadá. Tenemos misiones diplomáticas plenamente operativas en el Reino Unido, Etiopía, Yibuti, Kenia, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. También tenemos representantes en Bélgica, Suecia, Noruega, Francia, Canadá, Australia, Yemen, China y Sudán del Sur. Los funcionarios de Somalilandia en estos países encabezan la búsqueda de justicia que nuestro pueblo se merece, liderando nuestra amplia diáspora en sus países de acogida y conectándoles con su tierra. Nuestros representantes son asimismo un lazo con los países de acogida para ampliar el conocimiento de estos países sobre el exitoso desarrollo político y económico que se está dando en Somalilandia.

También trabajamos estrechamente con los países vecinos en ámbitos como la seguridad así como el comercio y el desarrollo. Nuestro socio clave en la región es Etiopía, con una población de más de 80 millones de habitantes, que necesita acceder a nuestros 850 kilómetros de costas para sus importaciones y exportaciones.

Somalilandia ha desarrollado asimismo relaciones con instituciones internacionales, ¿cuáles son las principales contrapartes institucionales en los ámbitos político y económico?

Aunque tenemos buenas relaciones con muchas instituciones dispuestas a trabajar con nosotros, y organizaciones como Naciones Unidas y la Unión Europea están trabajando ampliamente para ayudar a Somalilandia en cuestiones económicas, son un poco negativas cuando se trata de ayudar en el ámbito político. No hacen lo suficiente para ayudar en nuestras conversaciones con Somalia, que persiguen encontrar una solución duradera al rechazo de Somalia a aceptar la realidad de la situación, es decir, la de dos estados vecinos como en 1960. La Unión Africana es consciente de los hechos en el terreno, pero no tiene el valor de abordarlo sin una señal de los principales poderes.

La experiencia de Somalilandia parece apuntar la posibilidad de lograr la paz en Somalia. ¿Cuáles son las peculiaridades de la experiencia de Somalilandia que la diferencian de Somalia y cuáles podrían ser los aprendizajes o elementos que podrían contribuir a resolver el conflicto en Somalia? ¿Hay conversaciones abiertas con Somalia?

Somalia y Somalilandia tienen sus diferencias culturales. Sin embargo, tenemos mucho en común y podemos ayudar a lograr una solución duradera en Somalia, pero sólo una vez seamos reconocidos. Si lo intentamos ahora, se nos verá como parte de ese estado fallido. Nosotros en Somalilandia tenemos la experiencia de las conferencias que tuvimos a principios de la década de 1990 de las que nació el país.

Las conversaciones con Somalia se encuentran en un punto muerto dado que el mandato del actual gobierno ha terminado y están en proceso de formar un nuevo gobierno. Esperamos que las conversaciones se reanuden una vez lo tengan y que se sentarán a la mesa más comprometidos a discutir de la cuestión central, es decir, la cancelación de la unión y la solución de dos estados. Creo que el reconocimiento de Somalilandia como un vecino hermano ayudará ulteriormente a los somalíes a resolver sus diferencias, cuando se den cuenta de que el juego de la espera ha terminado para Somalilandia, y que la ilusión de cualquier vacío interno dejado por Somalilandia se desvanezca por su reconocimiento.

El establecimiento de la frontera con Puntlandia es una cuestión espinosa en las relaciones con Somalia, dado que Puntlandia no reconoce la demarcación histórica; aparte de esta cuestión, existen asimismo demandas locales para una mayor autonomía de las regiones de Sool y Sanaag. ¿Cuál es la posición del Gobierno de Somalilandia en relación con la frontera con Puntlandia?

Nuestra frontera con Somalia es acorde con las reglas de la Unión Africana en la medida en que es una frontera heredada de los poderes coloniales. No hay duda al respecto. La reivindicación de Puntlandia es un juego peligroso basado en las filiaciones tribales que puede hacer peligrar la paz en toda la región. Las tribus somalíes que habitan partes de Etiopía, Kenia y Yibuti y que reclaman territorio de otro país simplemente porque las personas ahí tienen relaciones tribales es absurda y peligrosa.

En lo que respecta a las demandas de la población de Sool y Sanaag de Somalilandia, nuestro gobierno está dispuesto a escuchar y recibir cualquier petición legítima de todo sector de nuestra sociedad en el país. De hecho, está prevista una conferencia entre el gobierno y los líderes comunitarios de esas áreas en la que todos los aspectos serán tratados y discutidos.

Las próximas elecciones generales en Somalilandia se programaron originalmente para 2015, pero han sido retrasadas al 28 de marzo de 2017, y limitadas a la elección presidencial, posponiendo las elecciones parlamentarias. Esto, junto con las tensiones de 2012 durante las elecciones locales, ha generado cierta preocupación, local e internacional, acerca del proceso de construcción del estado en Somalilandia y especialmente de su proceso de democratización. ¿Cuáles son las perspectivas para las próximas elecciones en relación con la consolidación democrática? ¿Cuáles son las principales cuestiones a las que se enfrenta el actual proceso de construcción del estado?

Las elecciones son procesos importantes y complicados, especialmente en un país como Somalilandia sin reconocimiento político, recursos financieros limitados y un bloqueo económico internacional. Aun con todos estos factores en nuestra contra, seguimos comprometidos a los procesos electorales y elegiremos nuestro 5º presidente el 28 de marzo de 2016, un suceso poco frecuente en nuestra región. Creo que los que nos critican deberían de mirar 25 años atrás y descubrir de dónde venimos hasta convertirnos en una de las mejores democracias africanas.

Sí, somos conscientes de que algunos países amigos y uno de los políticos locales han levantado algunas preocupaciones acerca de la separación de las elecciones parlamentarias y presidenciales, pero el Presidente Ahmed Mohamed Silanyo conoce la importancia de celebrar unas elecciones exitosas más que cualquier poder exterior, y demostró gran liderazgo al decidir la separación de las elecciones presidenciales y parlamentarias tras consultar a todas las partes implicadas, que recomendaron y prometieron respaldar la decisión del presidente. Creo que el presidente ha tomado la decisión correcta en este importante asunto.

Las elecciones parlamentarias han sido pospuestas porque el portavoz de nuestro parlamento y sus compañeros diputados no han logrado hacer la ley necesaria para celebrar las elecciones. El propio portavoz es el líder de uno de los partidos de la oposición, y es plenamente consciente de que hasta que esta ley no exista, no habrá elecciones parlamentarias en el país

Me gustaría asimismo recordar a la comunidad internacional que hemos mantenido 25 años de paz y estabilidad al tomar nuestras propias decisiones de forma meditada en asuntos importantes como este y que no nos gusta vernos forzados a tomar decisiones que puedan poner en jaque el progreso continuo que estamos haciendo. Somalilandia está comprometida a celebrar elecciones presidenciales el 28 de marzo de 2017 y necesita la ayuda para lograrlo, no presiones que pudieran hacer descarrilar todo el proceso democrático.

Original en : Africaye

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Autor

  • González Aimé , Elsa

    Nacida en 1.980 . Con raíces familiares francesas y españolas, tiendo hacia las identidades cruzadas. Historiadora de formación, tras tanto énfasis durante la carrera en Europa y la idea de Occidente, decidí mirar más allá y asomarme a la historia y a las relaciones internacionales del África negra. Con el tiempo me he ido especializando en Etiopía y en su entorno, conjugándolo con la historia y la teoría internacional. Aprendo e investigo en el Grupo de Estudios Africanos y en el Grupo para el Estudio de las Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. @egaime

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