Entrevista realizada por Rafael Sánchez, subdirector general de África Fundación Sur, para el programa de radio «Africanía».

Rafael Sánchez: Agustín Velloso es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación y Profesor universitario de Historia de la Educación y Educación Comparada, además de autor de numerosas investigaciones publicadas sobre Guinea Ecuatorial. En tu última crónica publicada en el Portal del Conocimiento sobre África te referías a “Teodorín”, hijo del actual presidente, como un playboy que vive a costa del sudor de los guineanos.

Agustín Velloso: Claro, es que alguien tenía que explicar cómo este hombre, que apenas tiene capacidad, que salta a la vista que no, ni conocimientos, ni forma de justificarlo, cómo es posible que tenga 35 millones de dólares para comprarse una residencia en Malibú, una especie de palacio moderno al estilo americano, otros tantos para comprar un avión a reacción, otros cuatro o cinco millones para comprar coches como un Bentley, Bugati, Rolls-Royce, en fin cosas inimaginables para él como para el común de los mortales. Cómo puede alquiler un barco que pertenece a uno de los hombres más ricos del mundo como es Paul Allen por el valor de 17.000 dólares, durante quince días o una semana, con un sueldo de ministro de Agricultura y Bosques, que creo tiene una remuneración de 6.000 dólares mensuales, que no es poco, pero tampoco llega para comprarse una mansión en Malibú. Y aparte de eso, coches en París, apartamentos, fiestas, etc.

R.S.: También, hace poco le embargaron una colección de coches de lujo que tenía en París.

A.V.: Exactamente. Tiene varias, también en Sudáfrica junto con otros bienes que tiene por allí. También está siendo investigado por la Oficina de Aduanas e Impuestos de EE.UU. Y lo que referías de un juez francés que le había incautado una serie de automóviles en París.
Pero lo que quiero resaltar con esta sucesión de persecuciones legales, por así decir, más que la cifra exacta, lo importante es saber que es dinero ilegítimo porque no se puede justificar de ninguna manera que un ministro que pasa el 90% de su tiempo fuera del país dilapide de una manera desaforada, por así decir, tanto dinero en un país que no puede entender cómo es posible gastar esa millonada.
Te cuento una anécdota; por lo visto estuvo en un país africano, no recuerdo cuál, y se llevó un maletín con dos millones de dólares -me imagino para gastos de bolsillo- y lógicamente se lo sustrajeron los de la dirección del hotel.

R.S.: Ahí es donde se fue a hospedar su padre. Al mismo hotel en Swazilandia donde le habían robado a su hijo dos millones de dólares.

A.V.: Eso es Swazilandia. Aquí el asunto importante, es una sucesión de hechos, su padre también fue investigado, a raíz del banco Rigg´s sobre bienes mal adquiridos, blanqueo de dinero, pero bueno ahí salió chamuscado y nada más. Ahora parece ser que la gente insiste y hay más investigaciones abiertas. Pero yo me pregunto ¿por qué ahora se investiga tanto? Esto no es una cosa de ahora sino que hace años ya se sabía, a mediados de los noventa cuando el petróleo estaba en auge-. Y sin embargo han pasado más de15 años y ahora existe más presión y yo me pregunto si se está planteando un recambio al estilo de las “primaveras árabes” de los líderes africanos que no funcionan no solo los africanos del norte sino también los del sur.

R.S.: ¿Qué tipo de recambio?

A.V.: Los que le persiguen también están amagando porque un cambio desde fuera no se puede producir porque la Unión Europea no manda observadores a certificar cómo las elecciones han sido un fraude, porque sacar el 99% de los votos no cabe en cabeza humana. Por tanto cabe pensar en un recambio exterior de Obiang, lo que hasta cierto punto es razonable, pero ¡ojo! ¿Qué estamos buscando con todo esto? Entonces estas persecuciones coinciden en el tiempo con uno de los últimos viajes que ha hecho el líder de la oposición a EE.UU.

R.S.: Cuando hablabas de recambio exterior, ¿se cristalizaría en un recambio interno en una figura política de Guinea Ecuatorial?

A.V.: Sí, por varias razones, aparte de por infraestructura e intendencia, claro, es mucho más fácil cambiar a un presidente por otro con facilidad que no a tiro limpio -que también se pude hacer-, se ha hecho en Libia, lo estamos viendo en Siria y lo vamos a ver en Irán (si no se pone remedio) y en más sitios pero, en fin, ahí lo hemos visto ya.

R.S.: En Guinea Ecuatorial se ha preparado a “Teodorín” para suceder a su padre.

A.V.: Es que ha sido designado vicepresidente, presidente in pectore para cuando Obiang falte.

R.S.: Así que si todo fuera bien, “Teodorín” sucedería a su padre.

A.V.: Así es, por eso digo que es una “Monarquía republicana” como era Egipto y otros países como Gabón, Camerún que sin ser monarquías los hijos suceden a los padres. Desde luego no pienso que haya más corrupción en África que en Europa, la diferencia es que aquí llegamos a fin de mes y en África no, la corrupción te mata directamente. Aquí fastidia pero allí la corrupción es más dañina.

R.S.: ¿Qué oposición hay en Guinea Ecuatorial?

A.V.: Fíjate, la oposición interior la más digna que tenía dos disputados ahora tiene uno (Convergencia Por la Democracia Social) en un parlamento que tiene cien asientos, es decir, es algo que no tiene sentido y que es difícil explicar. Dentro de ese partido ha habido alguna deserción con tan mala fortuna para el partido que el desertor ha pasado de ser un cargo importante dentro del partido opositor a ser ministro de Obiang.

En cuanto a la oposición exterior son pocos y mal avenidos. Entonces lo último que hemos visto han sido desavenencias en el Partido del Progreso con Severo Moto enfrentado con otros políticos. Luego está Faustino en otro partido… Pero esto entraría en otro debate. De momento no veo un recambio.

Yo quisiera centrarme en el papel de Plácido. ¿Por qué digo esto? Porque estas persecuciones de los líderes actuales, de los Obiang, se corresponden en el tiempo con la invitación del Departamento de Estado norteamericano a Plácido Micó para conversaciones siempre difusas sobre democracia.

R.S.: No es la primera vez cómo decías…

A.V.: No es la primera vez. En 2012 ha realizado uno en el mes de enero, en 2005 hubo otro, también en 2003, en 2002 y en 2000 también. Más de una década viajando a Estados Unidos para informar de los problemas de Guinea Ecuatorial Y según informa la página de la CPDS, el motivo de estos viajes es informar a la embajada de EE.UU., a ONG´s y a todo el que quiera interesarse de los problemas de Guinea ecuatorial. Pero, es que vamos a ver ¿Es que Estados Unidos no tiene una embajada allí? ¿Es que no ha leído el presidente o su responsable para África Occidental el informe que el propio Departamento de Estado ha redactado sobre los derechos humanos allí? Si el propio Departamento de Estado de los EE.UU. publica anualmente un informe de 15 o 20 páginas sobre el estado de los derechos humanos en Guinea.

R.S.: Es que suelen ser extrañamente críticos. Es decir, son muy tolerantes en otros sentidos.

A.V.: Vamos a ver, desgraciadamente están cambiando son “tan pájaros” estos que están cambiando porque hubo un informe en 2007 o 2008 que decía “el pueblo guineano no puede cambiar a su presidente a través de medios democráticos y no violentos”. Y ahora en 2011 han cambiado porque son unos pájaros, unos sinvergüenzas, han empezado a variar y dicen que es un Gobierno Presidencialista, quiere decir que es una dictadura encubierta, pero claro ya lo va matizando. Hay que guardar esos informes críticos porque dicen lo que pasaban: las torturas, la opresión, asesinatos extrajudiciales… Y esto lo sabía Plácido perfectamente y también los americanos y por si no lo supieran ahí están los informes sobre derechos humanos de Amnistía Internacional desde mucho antes que Plácido entrara en política. Están los informes de los relatores de derechos humanos de la ONU antes de que les expulsaran también legalmente. Esto quiere decir que han cambiado el sistema de Naciones Unidas y ya no hay relator, ahora hay un consejo y el consejo no va por ahí.

En fin, todos estos trucos que utilizan unos y otros para apoyarse mutuamente y seguir extrayendo el petróleo sin ninguna cortapisa y sin ningún problema.

R.S.: Lo más sorprendente de tu artículo es la intuición que tienes de que las cosas están cambiando.

A.V.: Claro, por eso yo decía que quizás estoy yendo demasiado lejos y por supuesto lo que quiero una vez más es equivocarme, y además no tengo ningún deseo ni ningún interés en que las cosas vayan mal en Guinea Ecuatorial, todo lo contrario, pero juntando estos viajes y estos procesos da la impresión de que están buscando un recambio. Entonces, claro un recambio a tiro limpio no es posible después de lo visto en el norte de África o Siria que allí tenían más argumentos para entrar.

R.S.: De todas formas no parece que, en estos momentos, fuera posible una confrontación violenta.

A.V.: Por eso digo que mucha oposición no iban a encontrar, entre otras cosas porque tienen a sus amigos que son los israelíes dispuestos a aplastar a los enemigos de dentro. Pero en fin, militarmente no se da ningún problema, pero aún así para la opinión internacional es mucho más fácil ayudar a derribar a un dictador -que hasta ahora está siendo bien recibido según dijo en su día Condoleeza Rice-, y que pasaría a ser un dictador odiado.

Y lo bueno es que podría haber un recambio en la persona de Plácido. Él ha tenido una paciencia bíblica al ir año tras año a informar de la situación en EE.UU. durante veinte años. Él se ha manifestado admirador de Obama -Obama no ha hecho nada por Guinea sino todo lo contrario: seguir facilitando el expolio de las riquezas de Guinea que pertenecen al pueblo ecuatoguineano-, y ahora que está demostrando ser buen amigo de EE.UU. es probable que Obama esté dispuesto a ponerle en lugar del dictador y que, “mientras, nos mantenga las condiciones que nosotros necesitamos para apoyarle”.

Yo pienso que esto planteado así sería una desgracia. Yo si fuera guineano le plantearía a Plácido que mirara bien en manos de quién se pone porque nunca hemos visto que EE.UU. haya hecho algo por nuestro país.

Rafael Sánchez

Fuente: Africanía

[Entrevista transcrita por Miguel Obregón]