Vamos a contar mentiras.
Desde que tengo uso de razón, he escuchado el famoso «ENSAYO DE DEMOCRACIA», como si eso fuese una asignatura que deberían aprender aquellos hombres y mujeres que accedieron a la cabeza de sus países después de las independencias en África. ¡Ensayo de Democracia!… ¡por diosito santo!, ya puestos, por qué no empezamos directamente a ensayar las libertades, me parece que es mucho más fácil. Quieren ensayar una cosa que es vital y que no necesita cursillos de nada. Es cuestión de educación, de respeto y de concordia entre las personas. Un salvaje mal nacido hijo de puta desalmado y corrupto no puede ensayar nada de eso. Por eso se requiere que se empiece a dar una educación digna a los demás, a darles derechos básicos y hacerles partícipes de las decisiones que se toman para el beneficio del país. Además, ¿para qué quieren seguir con ese eterno ensayo, no está demostrado que los alumnos que asisten a ese cursillo ya han suspendido desde el 3 de agosto de 1979?, no pierdan más el tiempo en sandeces y dedíquense a preparar una salida digna, una diferente a la que tuvieron los Mubarak y Ben Ali (si pensaban que les vamos a dar el gusto de acabar como el indeseable de Gbagbo, entonces van apañados…), ya que esto que parece ahora una nube para algunos se va a tornar en otra cosa tarde o temprano. Esos ensayistas que asisten a los cursillos para ver si la democracia puede insertarse en la sociedad son los mismos que luego van ha huir del país diciendo cosas como que «el presidente se acostaba con nuestras mujeres… es un sádico», si, esos mismos que ahora se ponen la camisa popó con la antorcha en llamas y gritando su magnanimidad por todos los vientos, son unos cobardes que sólo ven en ustedes la oportunidad de hacerse cada vez más tontos del culo.
Puestos a ensayar cosas inteligentes, ¿por que no ensayar también ha cesar ministros corruptos que llevan toda una vida metidos en la sopa del Estado y que han demostrado, visto lo visto, que son unos incompetentes en sus respectivos puestos de responsabilidad?. Me consta que el Ministerio de Sanidad es una enfermedad para la salud mental de los enfermos con gripe. Que el Ministerio de Educación es un antro diseñado para que los hijos de los grandes vayan ha colegios en Inglaterra, EE.UU, España, Francia, por que de educación sólo enseñan lo que es mantener la boca cerrada y disfrutar del que sabe aguantar la llegada de las migajas. Que el Ministerio de Deportes es igual que dopar a un chico llamado Eric Moussambani para que el pobre salga de una piscina que pudo haber supuesto su muerte en Sydney, ¿se acuerdan del valor que mostró ese chaval en las olimpiadas?, pues, así están buscando los jóvenes salir de la burla del régimen de Guinea Ecuatorial. Nos tiran ha algunos al agua, y nadamos hasta llegar otra vez a la orilla, y otra vez, y otra, y otra… no dejaremos de salir, hasta que se cansen ellos primero. También podríamos ensayar aquello de dejar que la televisión guineana proyecte imágenes de las actividades de los partidos políticos, que se vea a los opositores recibiendo o hablando en algún mitin (bueno, en eso tampoco se puede culpar del todo al régimen… la oposición tampoco dice nada antes de unas elecciones). Que se vea por ejemplo a Fernández o a Placido Micó asistiendo a un acto en Rebola o explicando su plan para una Guinea Ecuatorial mejor, o simplemente echando un pedo. Podemos hacer eso ¿si o no?, no es tan fácil, todos los días se tiene uno que tragar imágenes de Obiang, que si PDGE, que si CAN, que si UA, que si Obiang, otra vez Obiang, otra vez Obiang, que si Constancia, que si Obiang, que si Obiang, que si otra vez Obiang, que si Nguema Obiang, que si Nguema Obiang, que si Obiang, que si Constancia, que si Obiang, que si reunión interministerial, que si Obiang, que si Obiang otra vez, que si Obiang, que si Nguema Obiang, que si Obiang, que si Obiang, que si el PDGE, que si Obiang, que si liga española, que si telenovelas, que si el hombre y la tierra, que Obiang, que si Obiang, que si Obiang… ¡COÑO!… No quiero decir nada de la radio, sería empezar de nuevo con lo mismo.
Seguimos con posibles ensayos inteligentes, ¿no se puede ensayar crear un cine donde vaya la gente a ver producto de jóvenes creadores del país?. Miren, para mi, ver una iglesia de esa de «dios es puro amor» (propiedad del hijo del Primer Ministro Milam Tang) ocupando las estancias del cine Marfil, es como meterme una bala en el pecho. en guinea Ecuatorial tenemos la «iglesia hijo de Jesús», «Cristo Rey», «La madre que parió a Cristo», » La salvación del alma», «Cristo no fuma», «Natabel de Judea no era gay», «Pan para todos y vino para algunos», «Pare de sufrir» y otras miles y miles de iglesias. ¿Por qué no le encontramos un buen espacio a esa iglesia que corrompe al cine Marfil y recuperamos ese cine para que los directores nacionales tengan un espacio donde presentar sus proyectos?… ¡ah, se me olvidaba… ¿tienen un proyecto pensado y parecido, verdad?. Eso es, siempre tienen las ideas justo en la punta de la lengua y llega uno y les dice que eso puede servir para ensayar algo diferente.
¿Y si ensayamos con quitarle la mitad de bienes a todos esos que los han conseguido a base robar al Estado?, ese si que sería un buen ensayo. ¿Os imagináis a Ondo Nkum sin parte de los beneficios de su hotel? ¿O a Esono Edjó sin el 100% de su TGV? ¿O a Alejandro Nvoro sin el control absoluto de sus 400 casas sólo en Malabo?… Ya se, ya se que piensan lo mismo que yo. Al momento de formular ese ensayo y ponerlo en marcha, esos tipos y otros muchos que vayan a perder cositas, van a contactar con Simon Man (que por cierto, lo vi paseando en Malabo tranquilamente…) y le pedirán que haga una cosita más seria que la de la última vez. Por que perder esos terrenos y esos bienes puede provocar que Teodorín no tenga herencia territorial cuando su padre diga adiós aquejado de un cáncer de próstata.
También podríamos ensayar lo de crear una liga de fútbol, ya que vamos a organizar una cosa tan «seria» como es la Copa de África… ¡por decir algo oye!
¡De tantos ensayos que tenemos en mente, van y agarran el bendito ensayo que realmente no necesita ensayo!… si quieren democracia, sólo tiren la vista hacia las futuras generaciones, esos que van a leer sobre Obiang Nguema Mbasogo en internet como nosotros leímos sobre Macías Nguema Biyogo en los libros que venían de España (¡¡¡otra vez España se mete en mis textos… que pesaos son!!!). Por que Obiang y su camarilla no están haciendo nada que ayude a que la democracia entre en un sistema que tiene fugas por todos lados. Han trazado unas políticas que sólo son adaptable para los que roban, para las empresas sin escrúpulos, para los nativos sin dignidad y para la población que con su silencio tolerará esos abusos durante su larga estancia en la cabeza de Estado y del gobierno. No han jugado y no jugarán limpio jamás, por que la incompetencia, la irresponsabilidad, el vaguismo (de vago…), la malicia, el egoísmo y la falsedad puede con ellos y les corroe. No pueden ensayar nada, mira cómo están educados sus propios hijos, los de los cabrones más radicales. Parecen, esos hijos, una continuación de lo que vivieron en sus casas, son malos, engreídos, ladrones y fanfarrones, no saben otra cosa más allá de lo que les han metido en sus cabezas sus progenitores y actúan como si no hubiesen compartido vida con otros chicos mucho más humildes. Creen que alguien les envidia, creen que lo que tienen es fruto de una bendición de un dios tan cobarde como ellos mismos, creen que hay que vigilar al pueblo que encima vive más acojonado pensando que el simple echo de imaginarse el nombre de Obiang Nguema Mbasogo ya es planear un golpe de estado. Debe estar la cosa muy, pero que muy, mal para que se siga soportando eso después de haber vivido en primera persona la expulsión de Ben Ali de Túnez, de Mubarak en Egipto y la de Gbagbo en Costa de Marfil, por que hay que tener un miedo extremo para soportar cambios tan bruscos como el tema de que las escuelas se deben parar antes de un mes del plazo iniciado… ¡y nadie se queja!, es fuerte ver a mi gente así de «supporteurs». Llevan ensayando esa cosa que no se ensaya desde los tiempos de Matusalén y todavía no han encontrado a los que sí lo pongan en práctica… ¡¡¡¿COMO VAN A ENCONTRAR A NADIE SI SON LOS MISMOS CABRONES DESDE EL 68 LOS QUE SE PASAN LA VIDA ENSAYANDO LA PUTA DEMOCRACIA PARA QUE OCCIDENTE LES SIGA APOYANDO EN SU BARBARIE!!!… ¡ya está bien, ¿no?!
Pues nada, ha esperar a que lleguen los marcianos, o algún mal nacido armado hasta la clavícula y que tenga intensiones de no mirar si sus balas van ha penetrar la carne de una niña de seis años. Se que muchos en Guinea Ecuatorial (lo se…) sólo ven a los del régimen actual fuera, después de una guerra civil. Lo he escuchado muchas veces en la boca de gente grande: «Obiang lo tiene claro, piensa salir como entró…», ¡PAYASADAS!, no va a sonar ningún tiro, no habrán muertos por que un señor se sienta un dios mortal. Por eso la importancia de empezar a decir que «BASTA YA», por que sólo con hablar, se puede derrocar sistemas, se puede conseguir mostrar al mundo de los demócratas pacifistas que queremos formar parte de un nuevo proyecto mundial, donde los problemas no se van, pero se les enfrenta con las garantías judiciales y democráticas que ofrece la dignidad humana. Hay que empezar a ver a Obiang Nguema (y a los que se burlan de él burlan haciéndole reverencias) como el problema. Son un problema mundial esa calaña, son muy malos con nosotros, que sólo les pedimos un poco de espacio en nuestro interior y en la sociedad. Si se sigue jugando a este juego de «El poli bueno y el poli malo» llegaremos a encontrarnos con que somos nosotros mismos los que aveces nos vestimos de polis malos, no es un juego bueno… por que volveremos a estar contándonos mentiras siempre. El nuevo juego que está de moda es «DEMOCRACIA REAL YA», ese juego al que están jugando los demás en sus respectivos países y que obtendrá sus frutos en un futuro no muy lejano…
Ya puestos ha ensayar cosas inteligentes… ¿por que no ensayamos con simular una manifestación pacífica en Guinea Ecuatorial en día 5 de junio?
Nsé, incitando a la población a descubrir sus capacidades reales para una vida más digna.
