Los enfrentamientos entre facciones rivales de la antigua Seleka en la República Centroafricana (RCA) han provocado al menos a 16 muertos y el desplazamiento de miles de civiles, según declaró el miércoles la Misión de las Naciones Unidas (Minusca). «Hay por lo menos 16 muertos confirmados y miles de desplazados. El número de muertos podría aumentar a medida que nos va llegando la información, declaró el portavoz de la Minusca, Vladimir Monteiro, en un comunicado.
Los enfrentamientos comenzaron en Bria (400 km al nordeste de Bangui) entre el Frente Popular para el renacimiento de la RCA (FPRC de Nourredine Adán) y la Unión para la paz en la RCA (UPC de Ali Darass). La Minusca ha anunciado el envio de refuerzos a Bria para proteger a unos 5.000 refugiados civiles cerca de su base.
Las dos facciones de la exSeleka que defiende la minoría musulmana, se acusan mutuamente, por el control de los impuestos sobre los pastores Fulani (peuls) en la temporada de la trashumancia.
«La UPC ha dejado Bambari para instalarse en el Haute-Kotto (región de Bria) para recaudar los impuestos, a lo que se niega el PRGF», afirmó el secretario general de la FPRC, Moustapha Dédiko, en la emisora de radio Ndeke Luka.
Contactado por la AFP, otro responsable del FPRC avanzar razones políticas. El FPRG y otros grupos armados ex-Seleka (MPC y RPRC), están negociando un acuerdo con el gobierno, explica Lambert Lissane, «jefe de gabinete» de Nourredine Adán. Hemos decidido unirnos contra el UPC de Ali Darass. El gobierno está tratando de reunir a los 14 grupos armados identificados, en un acuerdo de desarme para consolidar una frágil paz en un país en ruinas, sin Estado ni fuerzas de seguridad.
La RCA está luchando para recuperarse del caos provocado por la guerra civil en 2013, causada por el derrocamiento del ex presidente François Bozizé por rebeldes Seleka («coalición» en Sango) predominantemente musulmanes, que tuvo como consecuencia una contra-ofensiva de la milicia anti-balaka predominantemente cristiana.
La intervención de la fuerza francesa Sangaris, que terminó el 31 de octubre, y el despliegue de la Minusca pusieron fin a los homicidios, pero no lograron estabilizar la situación de seguridad.
La comunidad internacional se comprometió a proporcionar ayuda en los próximos tres años para la recuperación de este país de 4,5 millones de habitantes, de los cuales 850.000 son refugiados o desplazados internos.
journaldebangui.com
Fundación Sur
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