El jefe de las fuerzas de paz de la ONU se reunió el domingo con el presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, y subrayó la necesidad de una mayor seguridad y nuevas elecciones después de que 14 pacificadores murieran en el este del país devastado por la violencia.
Jean-Pierre Lacroix visitó el viernes la ciudad de Goma para ver a unos 30 efectivos de mantenimiento de la paz heridos en el ataque a su base en la provincia de Kivu del Norte el 7 de diciembre.
Una fuente de la fuerza MONUSCO de la ONU en el país dijo a la AFP que Kabila y Lacroix discutieron el ataque, el peor en la historia de la fuerza, así como la situación de seguridad en la agitada nación sin salida al mar.
Lacroix dijo que la violencia en el este de la República Democrática del Congo era «un problema colectivo que debe abordarse colectivamente». «La cooperación con los países vecinos también es muy importante», dijo Lacroix en la radio de la ONU.
La región oriental de la RD del Congo ha estado plagada durante mucho tiempo por la violencia, pero la lucha entre los soldados del gobierno y los grupos de milicianos, así como los enfrentamientos interétnicos, ha aumentado significativamente este año.
La provincia de Kivu del Norte, que limita con Uganda y Ruanda, ha visto un incremento particular en asesinatos y secuestros entre grupos étnicos rivales.
Desde octubre de 2014, las Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA) han sido acusadas por Kinshasa y la ONU de haber matado a más de 700 personas en la región de Beni, donde también tuvo lugar el ataque de la semana pasada.
El país también se ha enfrentado a la violencia después de que Kabila, que se negó a dimitir después de su último mandato en diciembre pasado, rechazó una nueva votación hasta diciembre de 2018.
Fuente: The Independent
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
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