27/03/2012 por Isabelle Mandraud Le Monde
Rachid Ghannuchi, jefe del partido islamista tunecino en el poder ha anunciado que el artículo 1, que estipula que “Túnez es un Estado libre independiente, y soberano, su religión es el islam, su lengua el árabe y su régimen la República”, sería mantenido tal cual en la redacción del futuro texto que prepara la Asamblea constituyente.
Este artículo “forma parte del consenso entre todos los componentes de la sociedad y preserva la identidad árabo-musulmana de Túnez”. “Garantiza también los principios de un Estado civil y democrático”, ha subrayado M. Ghannuchi, añadiendo:”No se puede recurrir a la ley para imponer la religión”.La querella entre partidarios y adversarios de la charia iba camino de envenenarse y En Nahda se visto obligada a reaccionar.
En Nahda se ha visto obligada a reaccionar: “Estos últimos tiempos, ha habido una controversia sobre la aplicación de la charia en la futura Constitución, hasta tal punto que la sociedad ha corrido el riego de dividirse sobre bases ideológicas en dos clanes: pro-chatia y anti”, ha reconocido Ghannuchi.
Los salafistas han manifestado últimanmente reclamando la charia. Pero también militantes e incluso algunos diputados de En Nahda se habían mezclado a las manifestaciones organizadas por los salafistas. El domingo por lo tanto, la víspera de proclamar públicamente la línea de conducta del partido, Ghannuchi había reunido 52 diputados de su buro político
Este artículo «ha realizado un consenso entre todas las componentes de la sociedad y preserva la identidad arabo-musulmana de Túnez». «Garantiza también los principios de un Estado civil y democratico», ha subrayado Ghannuchi, añadiendo: «No se puede recurir a la ley para imponer una religión». La querella se encaminaba hacia un envenenamiento entre partidarios y adversariosde la charia, En Nahda ha estado obligado a reaccionar. «Estos últimos tiempos, ha habido una controversia a propósito de la aplicación de la charia, la ley islámica, en la futura Constitución, hasta tal punto que la sociedad ha estado a punto de dividirse sobre bases ideológicas en dos clanes: unos pro y otros contra la charia», ha reconocido Ghannuchi.
El domingo, la víspera de hacer pública la línea de conducta del partido, Ghannuchi había reunido los 52 miembros del buro político. Una docena de entre ellos expresaron su desacuerdo. Pero, para que el mensaje fuera bien claro al día siguiente, Ghannuchi se hizo acompañar por Sahbi Atig, el jefe de la delegación parlamentaria de En Nahda.
A mediados de marzo, S. Atig explicaba a Le Monde que, claro, para el artículo 1 de la Constitución había consenso pero que “haría falta una referencia a la Charia en la Constitución”.
Tensiones con los salafistas
Esta partida no está acabada. Tanto más que la tensión con los salafistas no termina de crecer. Por prueba, las primeras reacciones de los internautas religiosos.
El lunes, el presidente de En Nahda ha intentado mantener los dos cabos de la cadena apoyando sobre los riesgos de división de la sociedad tunecina, buscando tranquilizar a una parte de su base: “Los Tunecinos están unidos al islam y sobre los principios de la democracia, ha repetido. El 90 % de la ley tunecina está inspirada de la charia”.
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