Las asignaciones ilegales de tierra en la capital de Zambia, Lusaka, han crecido fuera de control y se han convertido en una fuente de frustración para los residentes de la ciudad que han sido fieles al proceso de derechos a la adquisición de parcelas.
Estas son ilegalidades que comenzaron como adiciones manejables de algunos funcionarios responsables de la asignación de tierra, dentro de la autoridad local, pero ahora suponen un atropello al bienestar emocional y financiero de los auténticos residentes.
En lugares donde se supone que hay una construcción ordenada de las estructuras que deben dejar espacio para las instalaciones esenciales de agua y saneamientos, han surgido edificios descuidados que han impedido la actividad principal.
No es raro ver zonas residenciales que han surgido sin una red de carreteras y de drenaje definidas, y tiene espacios de jardín son limpiar, que dejan pocas posibilidades a los ocupantes para mejorar sus premisas.
Contra este telón de fondo, no nos sorprende que casi cada estación lluviosa vaya acompañada de inundaciones, que son inconvenientes para los residentes y elevan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Es una pena que algunos funcionarios dentro del ámbito de la asignación de terrenos, hayan abusado de su mandato con impunidad y hayan perjudicado de esta forma la prestación de servicios.
Sabemos que algunos funcionarios del ayuntamiento han acallado sus conciencias y no parecen preocuparse por las consecuencias de sus acciones, por las grandes cantidades de dinero que han ganado por medios poco ortodoxos.
Su actitud neandertal hacia problemas importantes también han socavado gran parte de los esfuerzos realizados por el gobierno central para llevar la sanidad a la planificación de las ciudades.
Por tanto, estamos de acuerdo con el grupo de trabajo interministerial que ha dicho que no descansará hasta que se hayan destruido todas las estructuras construidas ilegalmente.
Hay algunos críticos, que obviamente verán mal la acción de demoler algunas estructuras en Lusaka, construidas en terrenos obtenidos fraudulentamente, pero pedimos a estas personas que piensen en los efectos dañinos de este tipo de construcciones.
También creemos que las personas afectadas por este feo episodio de ver sus casas demolidas han aprendido una lección vital, que no vale la pena cometer irregularidades, cuando podrían haber solicitado sus terrenos utilizando los canales normales.
(Editorial de Times of Zambia, 30-03-11)
