No basta con construir un embalse para facilitar el acceso al agua!
El sexto Foro Mundial del Agua se celebró en Marsella (Francia) del lunes 12 al viernes 17 de marzo. El día de la apertura, el presidente del Consejo Mundial del Agua, Loïc Fauchon, se expresó así en un discurso muy emotivo. Loïc Fauchon, estuvo presente, hace 15 años, en el primer Foro mundial del agua en Marrakech «¡Cuánto camino recorrido!” Y todavía, cuánto camino aún queda por recorrer para superar la falta de agua, esta «lepra de los tiempos modernos», según sus propias palabras. »
Logo du Forum Mondial de l’Eau – 2012 Les objectifs du Forum Mondial de l’Eau – 2012 En un discurso cargado de convicciones expresadas en repetidas ocasiones, pero aún más llenas de emoción en el contexto. Loïc Fauchon sobre todo enfatizó seriamente : «Ocurre con el agua como con las libertades: ¿De qué sirve el derecho de voto si no se tiene el derecho a vivir?. Y el derecho a vivir, fundamentalmente, es el derecho al acceso al agua! »
Resulta que este sábado, 18 de marzo 2012, el día después del cierre de este foro, accediendo a la invitación de un grupo de pueblo, estaba en Kubry, a unos 30 Km. al sur de Uagadugú. Los agricultores de este consorcio que reúne a hombres y mujeres no habían oído hablar de este foro mundial. Sin embargo, pronto la discusión se centró en el agua, o más bien en la falta de agua, la falta de acceso al agua. El día a día de estos campesinos merece ser conocido.
La paradoja es que el agua es relativamente abundante en esta región. De hecho, en este pueblo de Kubry está ubicado desde hace años un monasterio benedictino y uno de los hermanos benedictinos , el hermano Adrian, ha construido numerosos embalses.. Alrededor de estos embalses, es posible hacer horticultura. A pequeña escala, si se trabaja a mano. A una escala más grande, si se dispone de una motobomba y se emplea trabajadores agrícolas.
Un des barrages de Koubry, à côté du domaine du monastère En bordure du barrage… Y como estas tierras están cerca de Uagadugu, no podían permanecer indiferentes a los «operadores económicos» de la capital (como se dice por aquí!). Por eso, se han esforzado por comprar las mejores tierras, las que proporcionan el acceso al agua. El primer alcalde de Kubry, consciente del peligro para la población local, hizo todo lo posible para evitarlo. Sin embargo, el actual alcalde, por el contrario, ha animado a los propietarios a vender esas tierras para “revalorizarlas”.
Después de la reunión, dos representantes del consorcio me condujeron a la orilla de una de los mayores embalses de la región. Allí, me dijeron «El agua va hasta el asfalto (a10 Km. de aquí). No tenemos ningún acceso a esta agua. Ni siquiera podemos dar de beber a nuestros animales. »
Para entender cómo los agricultores pueden de este modo estar privados al acceso al agua, hay que saber que en Burkina Faso, la mayoría de los agricultores no son propietarios de la tierra que cultivan. A menudo, las tierras son propiedad de dos o tres familias cuyos antepasados ??fundaran el pueblo. Otros llegaron más tarde. «Han recibido» tierras para el asentamiento y el cultivo, pero no son dueños de la tierra que cultivan.
Es lo que ha pasado en Kubry, es lo que pasa en la provincia de Sisili y es lo que sucede a través de Burkina. Las tierras, que no se vendían, pueden estar más o menos rápidamente en manos de los más ricos. De no ser que un fuerte movimiento campesino encuentre como pararlo . Cuestión pendiente
Sí, podemos decir, una vez más,: «¡Cuesta caro ser pobre! «
