En el corazón de Costa de Marfil, por José Eladio Santacara

19/01/2010 | Bitácora africana

Las conversaciones con Celes

Ofanla (buenos días), le digo por las mañanas a Adama al ir a desayunar. Celes me suele estar esperando, ellas desayunan antes, y mientras doy cuenta de la rica fruta, del pan con margarina y del café con leche en polvo (la leche fresca o de larga duración escasea y es carísima) solemos hablar ya con más tranquilidad. Le interesan mucho las noticias del pueblo del que ya hace 35 años que se fue, y al que va esporádicamente. En un pueblo siempre se tienen parientes comunes, y hablamos mucho de ellos. Mis viajes le tienen muy intrigada, y siente preocupación de que me pase algo en África.

Después de tantos años tiene el corazón partido, pero me parece que está más aquí que allá, pues siente que su ayudaes más necesaria.
.- No me puedo quejar de la temperatura que hace aquí-..- .-Ahora tenemos el harmatán, viento del desierto, y mientras dure hasta principios de febrero tendrás buenas temperaturas. Cuando se termine los calores aquí se hacen también insoportables. Te pasas el día y la noche sudando-.

.- Y qué tal os lleváis con los mosquitos? Has pasado muchas veces la malaria?-.

.- Ahora no es época de mosquitos pues es la estación seca, pero también los hay y debes tomar tus precauciones; sobre todo usar la mosquitera en la cama por las noches: Yo la he pasado unas 5 o 6 veces, pero es algo que si vives aquí no se puede evitar.

.- Veo que aquí vienen a la maternidad mujeres casi con lo puesto, pero creo que en el país hay algunas personas con mucho dinero, conseguido cualquiera sabe cómo-.

.-En la Costa de Marfil hay gente tan rica que cuando quiere se va a hacer sus compras a Paris, y luego la mayoría de la población apenas tiene para vivir. Esa ha sido una de las razones de la guerra-.

.-Como fueron los tiempos de la pasada guerra civil? Tuvisteis problemas?-,

.-Yo creo que el país ha retrocedido unos 30 años, y tardará mucho tiempo en recuperarse. Sobre todo en el norte muchas infraestructuras fueron destruidas y no se dan mucha prisa en reconstruirlas. En lo peor del conflicto, hace 5 años, un helicóptero francés vino a evacuarnos, pero le dijimos que no nos íbamos, que pasase lo que pasase nos quedábamos para seguir atendiendo a la gente. Lo mismo hicieron las monjas de Korhogo, y he de decirte que esto les impresionó mucho a la población de aquí. Al respecto Pilar me contó una anécdota en Korhogo:

Al principio de la guerra los rebeldes les requisaron la ambulancia nueva, y la pintaron para camuflarla. Al cabo de un tiempo fueron a su casa para que les dijese donde estaba una herramienta del coche requisado:

.-Nos quitáis el coche y tenéis la caradura de venir a que os diga dónde está esa herramienta? Largaros de aquí y encontrarla vosotros!- les contestó de malas maneras.

Los días van pasando y las ilusiones de que el paquete llegue pronto también. El seguimiento por Internet dice que está en la oficina de destino, pero ni en Korhogo, ni en Abidjan saben nada, Al final llega el día 31 de enero y con él, el fin de mi visa. Celes le comenta al subprefecto lo que ocurre.

.- Venga mañana con el pasaporte y le haré un Laissez-Passer hasta que pueda regularizar su situación. Es lo mínimo que puedo hacer por Vds!-.

El nuevo subprefecto representa ya tanto a los rebeldes como a las fuerzas del gobierno, dentro de los acuerdos de paz de hace 1 año (de hecho para ir a Korhogo ya sólo hay
un puesto de control de los rebeldes, que me suelen pedir dinero pero sin mucha insistencia).

De Bilbao me dicen que tampoco saben nada del paquete pero que van a intentar localizarlo, lo cual quiere decir que me tendré que quedar unos días más, En realidad protesto con la boca pequeña, pues aquí estoy a cuerpo de rey: me preparan las comidas, sigo por la televisión las noticias del mundo (aunque a veces para lo que hay que ver y oír!), me dan información privilegiada de la vida en Costa de marfil , veo a los senufos/as en su ambiente, por las noches la cerveza bien fría en el bar (que se le ha roto el aparato de música, le prometo arreglárselo…pero me falta tiempo), y todavía una temperatura muy agradable. Miedo me da empezar a bajar hacia la costa, pues el calor ya en este mes de febrero debe de ser horrible .

Una tarde de principios de febrero vemos en casa una película sobre la ablación (la extirpación del clítoris o parte de los labios a las niñas).

Es una película hecha en Burkina Faso, narra la historia de na mujer que se opone a seguir con esta tradición, da asilo en su casa a las niñas que no desean sufrir tal mutilación, y tanto el consejo del pueblo como las matronas encargadas de realizarla deben respetar tal derecho. Es una película cruda y dura, y al final la mujer después de mucho hablar y luchar consigue su propósito: las niñas no sufren la ablación, y esta práctica comienza a ser cuestionada en el pueblo.

Tal vez el mensaje de la película sea que por muchas leyes que haya contra ella (es una práctica prohibida por la ley y por la religión cristiana y musulmana) sólo la educación y el respeto hacia la integridad física de las mujeres podrá vencerla y desarraigarla.

La zona de África donde más se realiza es en Senegal, Burkina Faso, Mali y Costa de Marfil pero también es práctica común en otras zonas del mundo como la India, Malasia o Indonesia. Se calcula que entre 100 y 130 millones de mujeres la han sufrido, y solamente en Francia en el año 2004 unas 60.000 niñas de origen africano la padecieron.

Según la tradición la mujer que no ha sufrido la ablación no está purificada (algunas hasta mueren en la intervención), es una Bilakoro (impura en Malinke), y sólo estará purificada después de la Salinde (en Mandinga y Sarakole).

La alimentación

Uno de los días voy con Carmina a Korhogo en el coche de la maternidad. Ella es la comadrona y me cuenta sus experiencias.

.- La población rural en general está muy mal alimentada. Se limitan a arroz u otros cereales con salsas diversas, pero apenas prueban la carne o productos con proteínas y vitaminas pues no tiene dinero para comprarlos. Las mujeres vienen a tener hasta 7 y 8 hijos, pero para el 3-4 tienen muchos problemas para dar a luz por su mala alimentación, y por lo mismo la mortalidad infantil también es muy alta. Enfermedades como la malaria les afecta mucho pues les pilla sin defensas y mueren fácilmente-.

.-Cuando el reparto gratuito de comida dado por la Organización Mundial de la Salud se acabe, y parece que va a ocurrir pronto, no sabemos qué va a ocurrir!-.

La música

.-Un día de estos podríamos organizar un pequeño festival para que te oigan tocar la acordeón y el txistu. Además los que van a clase de español podrían cantar alguna canción – me comenta en Korhogo Angela..

.- Por mí encantado.

El salón está lleno de alumnos, y siguiendo la tradición africana, se ponen a bailar según voy tocando. Al final, saben que quiero oír sus músicas, traen los balafones y la percusión, y todo el salón empieza a vibrar con sus danzas y us gritos, Se ve que la música la llevan en la sangre! Angela trabaja y ayuda también a niños y niñas recogidos en la calle.

.-Son muy agradecidos cuando les das cariño, pues tienen unas historias familiares desgarradoras-.

Efectivamente, toco para ellos, bailan mis músicas como pueden, y al final me ofrecen sus danzas con los balafones. Uno de ellos al que se le da muy bien hablar, le llaman creo el orador, me obsequia con un pequeño discurso y me da las gracias en nombre de todos, que intuyendo las tristes historias por las que han pasado desde su niñez agradezco de todo corazón. En Komboro no van a ser menos, así que también toco para los pequeños de la catequesis.

Nuevamente se ponen a bailar a su aire, saltan se divierten, y al menos han tenido la ocasión de escuchar unas músicas que vienen de Europa.

El Poro

.- Como sigáis metiendo este ruido a estas horas de la noche, cuando vengáis a la maternidad no os voy a curar!- les ha dicho en más de una ocasión enfadada Helena.
Pero por lo que veo no le han hecho ningún caso: casi todas las noches hacia las 10, empieza el rítmico sonido de dos metales frotando entre sí, mientras desgranan las monótonas canciones.

El Poro para los Senufos es la transición de la juventud a la vida adulta. Para ello los jóvenes realizan una serie de rituales, entre ellos estas músicas, y se van al bosque donde permanecen una temporada. Una de las noches me animo y voy a ver en qué consisten estas músicas. Al llegar al lugar, no está lejos de la maternidad, se quedan un poco sorprendidos por mi presencia: son todos bastante jóvenes, y las chicas están observándoles. Son tres con los metales frotando entre sí, y un cuarto con una Kora que es el que canta y dirige el grupo. En realidad la Kora cumple una función decorativa, pues prácticamente no se le oye nada. Estoy un rato viendo, no me atrevo a sacar ninguna foto, y la impresión que me da es como si estuviesen realizando un acto iniciático, repitiendo una y mil veces los mismos actos. Es la esencia de África, donde el sincretismo religioso es lo más normal, y donde de día pueden ser cristianos o musulmanes, pero siempre hay un momento sobre todo durante la noche, para volver a sus prácticas religiosas tradicionales.

.- Me han dicho que no puedes ir a fotografiarlos cuando las mujeres les llevan a los jóvenes la comida al bosque– me dice Celes.

Ya me lo imaginaba pues se trata de algo muy importante para ellos, y sacar fotos sería como frivolizarlo.

Sin embargo, uno de los días oigo a lo lejos una voz distorsionada por medio de algún aparato, y a la que responde un coro con un estribillo formado por dos únicas notas. Es el Poro: los jóvenes que están en el bosque, y que vienen a dar la vuelta al pueblo. Según la tradición van desnudos y a su paso nadie debe verlos: las voces se van acercando, y me escondo para poder observarlos. Uno con una antorcha va abriendo camino seguido del que habla con la voz distorsionada, un rudimentario tambor, y a continuación todos los demás incluso con las cestas de la comida en la cabeza. En la noche oscura es un poco estremecedor verlos pasar cantando su estribillo de dos únicas notas, y me pregunto qué pasaría si se percatasen de mi presencia. Bueno mejor no imaginarlo!

La marcha

Al final el paquete ha desaparecido, el tiempo va pasando, y es hora de partir. Tal vez me tendrán que mandar otro con piezas nuevas a Lagos (Nigeria), pues de una manera u otra debo cambiar la correa de la distribución y el tensor antes de que tenga más problemas. El domingo 17 de febrero, salimos para Korhogo, excepto Carmina que no se encuentra bien, y me despido de todas. Ha sido un mes exacto, y aunque me voy sin cambiar las piezas las vivencias pasadas han merecido la pena. Allá se quedan Celes, la volveré a ver en Carcastillo, Gemma, Helena la Baule, Pilar, Angela, y Maria la Añi. Imposible olvidar lo bien que se han portado conmigo, y les deseo que todo les vaya bien

Autor

  • Santacara, José Eladio

    José Eladio Santacara nacido en la localidad navarra de Carcastillo, es ingeniero de telecomunicaciones y viajero impenitente, entre otras hazañas cuenta con un viaje alrededor del mundo y posteriormente un viaje recorreiendo muchos paises africanos, Marruecos, Sahara, Mauritarnia, Senegal, Guinea, Malí, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benin, Nigeria, Camerún, Gabon, Congo, Angola, Namibia, Sudáfrica, Mozambique, Bostwana, Zambia, Malawi, Tanzania, Kenya, Etiopía, Sudán y Egipto. Probablemente se nos habrá quedado alguno.

    José Eladio Santacara en su página web www.munduatamusika.com fue relatando las jornadas de este periplo por África que ahora encontraremos en la Bitácora Africana

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