“En cuanto eliminemos la obsesión mediática por los riesgos y dificultades, África es igual que cualquier otra zona del mundo para la inversión”

12/11/2009 | Entrevistas

Entrevista con Guy Gweth, consultor africano analista en inteligencia económica y estratégica.

El gabinete Gweth Marshall Consulting está especializado en inteligencia económica y estratégica, sobre todo en África Central. Guy Gweth dirige este equipo de alrededor de 30 consultores especializados en África, China, Europa o América y nos descubre este sector de actividad todavía incipiente en África.

Les Afriques: ¿África tiene riesgos específicos para los inversores extranjeros con respecto a otros países en vías de desarrollo?

Guy Gweth: Cada vez que nos hacen esa pregunta en un forum de asuntos internacionales, se espera que hablemos sobre cuestiones como la piratería marítima y los secuestros en el Puntland somalí o en el golfo de Guinea, sobre la amenaza islámica en el norte del continente, sobre la criminalidad, el sida y sobre el descenso de la esperanza de vida sui generis de los trabajadores en África austral, así como sobre las dificultades de la Harmonización de los derechos de comercio en África (OHADA). En cuanto cortamos por lo sano la obsesión mediática por esos asuntos, África se muestra con los mismos riesgos que otras zonas en vías de desarrollo de América del Sur, de Asia o de los territorios del antiguo bloque soviético, sobre todo en lo que se refiere al riesgo económico y financiero, político y criminal. Viene a cuento que recuerde que el norte de América latina está hoy en día considerada como el territorio menos seguro del mundo según el Global Business Leader Survey de Llyods.

Conviene señalar que las empresas a las que prestamos nuestros servicios, por ejemplo en África subsahariana, comprenden cada vez mejor que ciertas inversiones representan un riesgo mínimo en un país que de por sí tiene un riesgo alto, cuando estas inversiones se consideran vitales por el país de acogida. Es importante pues, diferenciar entre el riesgo de un país y el riesgo de un proyecto. Pongamos el ejemplo de Nigeria. Es un país que no está para nada considerado como de los primeros en la clasificación de Coface, International Investors, Moody´s o Standard´s & Poors… pero que en cambio ha captado 20.000 millones de dólares en inversiones directas del extranjero en 2008, pasando a estar en el puesto 19 de la clasificación mundial por el aflujo de inversiones directas, gracias a los géiser de gas y al petróleo.

LA: ¿A qué tipo de riesgos se enfrentan las empresas africanas en su propio país y en el extranjero?

GW: En su propio país, las empresas africanas se enfrentan a los mismos riesgos evocados anteriormente, al igual que los inversores extranjeros. Además, se ven perjudicados por un sistema bancario sin prisas por apoyar a las iniciativas privadas y por las aseguradoras que evitan por todos los medios pagar las indemnizaciones a las víctimas en caso de siniestro. Aunque no quiera generalizar, esta situación, desgraciadamente muy común en el continente, frena el dinamismo y el entusiasmo.

El otro riesgo importante es el espionaje industrial. Siempre recuerdo a nuestros clientes que África está vigilada 24 horas al día y que las llamadas telefónicas, los fax e internet son blanco de intercepciones y que esa información puede ser utilizada por la competencia si no se toman ciertas medidas. Recuerde la batalla que enfrentó a Boieng y Airbus en 1995, en torno a un contrato de 6.000 millones de dólares en Arabia Saudí y el papel decisivo que tuvo la NSA. Ese riesgo es el mismo por todas partes en el mundo.

En el extranjero, las empresas africanas nos muestran, según nuestra experiencia, que el mayor problema es la reputación. No se asocia de manera espontánea el Nobel de calidad a una empresa africana que opera internacionalmente. Por lo tanto, hay que trabajar en las percepciones. Nuestro consejo a los inversores africanos es que deben desarrollar una “política de buen ciudadano” allí donde se instalen. Además de respetar las normas, deben comunicar su contribución a la economía local, creando empleos, aportando divisas y protegiendo el medio ambiente.

Otra preocupación, son la puesta en marcha de nuevas normas y los ratings que son verdaderamente decisivos para las exportaciones africanas en Europa y en Estados Unidos. Exigen una vigilancia constante.

En fin, no se dice lo suficiente, pero los empresarios africanos, quizás más que sus homólogos de Asia y de América del Sur son, a menudo, víctimas de lo que llamamos “síndrome de confianza”. El ejecutivo europeo de más de cincuenta años, con traje y corbata, sigue siendo el que da más confianza. Los asuntos Enron, Parmalat, Refco…, o más recientemente los fraudes de Sir Allen Standford y de Bernard Madoff, han descubierto una cara de lo que esta técnica de manipulación esconde. Es una de las razones, por las que en el 85% de los casos, nuestros clientes nos encargan, de manera espontánea, estudios previos antes de toda negociación empresarial.

LA: ¿Qué sectores de actividad en África necesitan más inteligencia económica y vigilancia de la competencia?

GW: En África, hemos registrado siete grandes sectores que necesitan estrategias de inteligencia económica real respaldadas por los Estados. Como se puede observar en Japón con el ministerio de Economía, de Comercio Exterior y de Industria. Para nosotros los siete sectores que necesitan estrategia económica en África urgentemente son: el sector agroalimentario, los seguros, los bancos, el BTP (construcción), las telecomunicaciones, las NTIC (Nuevas tecnologías) y la aviación. Los trámites iniciados en este sentido por SGMB Bank en Marruecos, Kenya Airways, Orascom en Egipto, MTN y Vodacom en Suráfrica son cinco ejemplos importantes que observamos desde 2007 en el continente.

LA: Según su conocimiento del tema, ¿cree que los gobiernos africanos gestionan la necesidad de datos económicos?

GW: Es un asunto delicado y se debe evitar las conclusiones generales a pesar de las tentaciones. Hay demasiada diversidad en el continente. De hecho sólo tiene que ver el nombre de su publicación: Les Afriques. En cambio, si cogemos la media entre Chad y Suráfrica por ejemplo, observamos que los datos económicos son a menudo dispersos, aproximativos, poco definidos y actualizados. Y lo que es peor, se comparten con parsimonia y algunas veces de manera poco objetiva. En este contexto, los gobiernos africanos tienen tendencia a solicitar empresas extranjeras que son a priori más “competentes “y más “imparciales” que las nacionales, aunque en realidad, lo importante es el valor y la pertinencia de una información en un momento “X”. En todo caso, el 95% de los responsables solo buscan una cosa: un conocimiento concienzudo para operar en un campo que les permita deshacerse de la incertidumbre y así decidirse.

LA: ¿Quiénes son sus clientes y que les proponen?

GW: Por muy curioso que le pueda parecer, el 55% de nuestros clientes son empresas extranjeras que operan o que desean invertir en África subsahariana. EL 15% son ONG internacionales y tan solo el 20% son empresas y administraciones del Estado africano. El 10% restante son think tanks, centros de estudio superior y de personalidades (políticas, ejecutivos, artistas y deportistas) de nivel internacional.

El problema es que, en las tres cuartas partes de nuestras misiones intervenimos de urgencia, es decir, cuando el cliente está al límite. Hoy en día, nuestro discurso a las empresas es: “Estamos dispuestos a acompañarles de manera duradera para dejarles concentrarse en el corazón de su labor.” La inteligencia económica es un proceso de creación de valor y ninguna empresa digna de esa mención puede pasarse con la exacerbación de la competencia internacional.
Estudios sobre el terreno de concurrencia jurídica y social pasando por las operaciones de influencia y de benchmarking… Apoyamos y acompañamos a nuestros clientes institucionales y particulares cuidando, si así lo desean, su reputación en los medios y en internet.

Con las administraciones de Estado, actuamos sobre todo a nivel de la protección del patrimonio de la información y de la modernización de las técnicas de servicios electrónicos. Recuerdo que en 2008 las empresas perdieron el equivalente a 4.600 millones de dólares en datos informáticos valiosos (patentes, datos de clientes, datos financieros, etc.) y que esas pérdidas derivaron en 600 millones de dólares en reparaciones en todo el mundo.

En lo que respecta a las ONG, les ayudamos a la hora de detectar fuentes de financiación internacional, a encauzar proyectos de fundraising, estudios de procedimientos y el prolifing de los donantes. En cambio, los seis primeros meses del 2009 nos han permitido observar una demanda despreciable: de nuestra cartera 1/5 de estas organizaciones manifiesta su intención de utilizar técnicas de guerra de la información en internet. Tenemos la curiosidad de ver si esta tendencia al alza se confirma en los 36 meses siguientes.

LA: Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) ¿en qué pueden ayudar a las empresas africanas a equilibrar la asimetría de información que existe en sus informes con respecto a las empresas internacionales?

GW: Jacques Bonjawo, que trabajaba en Microsoft, ha consagrado 208 páginas sobre esta problemática en este continente en la obra publicada por Khartala en enero de 2002: Internet, une chance pour l´Afrique. (Ndlr: ver la entrevista en Les Afriques nº 92). Internet es a la vez un peligro y una oportunidad sin medida para las empresas africanas. Un peligro porque, hasta que se demuestre lo contrario, una gran parte de internet sigue siendo algo sin regular, difícil de vigilar. Se encuentra desde lo mejor a lo peor. Las estafas y los timos son más comunes de lo que la gente cree. El fraude 419 fue bautizado como Fraude nigeriano 419 para aclamar una valoración que podría ofrecer más, con más materia gris…Pero una vez se minimizan estos peligros, Internet se consolida como una ventana abierta, inesperada para las empresas africanas. Piense que a finales del 2008 la web registraba: 253 millones de internautas chinos, 241 millones europeos y 218 millones de americanos. Queda subrayar el desafío de la estrategia y la pertinencia de la comunicación en función de los objetivos en un mundo que se ha vuelto interactivo.

Declaraciones recogidas por Dominique Flaux, Ginebra.

Entrevista publicada en Les Afriques, el 03 de noviembre de 2009.

Traducido por Victoria Pastor, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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